Colombia: Soluciones a los Obstáculos de la Comercialización del Cannabis Medicinal

En Colombia existen muchas empresas que se encuentran listas para entrar a la fase final de la comercialización del cannabis medicinal tanto al interior del territorio, como en el extranjero. Sin embargo, diversas empresas con licencias de cannabis tienen flor que no ha podido ser procesada debido a la falta de clientes y, los grandes inversionistas extranjeros han dejado de entrar a Colombia porque no hay las suficientes ventas; esto implica una gran reducción de inversión al país.

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En el momento de inicio de la regulación del cannabis medicinal en el país, los empresarios estaban completamente enfocados en el mercado externo como núcleo de las compras macro del cannabis medicinal. Desafortunadamente, las múltiples restricciones en lugares como Estados Unidos, Reino Unido y en los países que componen la Unión Europea, limitaron la posibilidad de que los empresarios colombianos pudieran enfocarse en un panorama de globalización en torno al cannabis. Además de eso, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), como entidad que vigila y controla los medicamentos, alimentos, cosméticos, productos biológicos y entre otros, ha dificultado aún más la comercialización tanto local como internacional de los diferentes productos que pueden elaborarse a base de cannabis medicinal.

Por esa razón, existen principalmente dos posibles soluciones que permitirán tener mayores ventas, continuar con la etapa productiva del cannabis y reforzar el posicionamiento de Colombia a nivel mundial: 1) El enfoque en el mercado doméstico y 2) La facilitación de los procesos de exportación para Colombia.

En primer lugar, es necesario reforzar el mercado doméstico para crear mayores consumidores de cannabis medicinal al interior del país; esto se hará mediante una política más abierta y la disminución de las restricciones para hacer publicidad de los productos. Así, los empresarios nacionales no dependerán en una gran medida de la oferta y la demanda internacional sujeta a diversas restricciones, sino que puedan sustentar y desarrollar su negocio en torno al consumo nacional.

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Si bien actualmente el Invima ha expedido regulación concreta para el manejo y venta de las preparaciones magistrales y los cosméticos, aún no está abierto el mercado de los productos fitoterapéuticos, alimentos y bebidas de cannabis, siendo estos una parte fundamental del mercado de cannabis medicinal. A pesar de que los empresarios en el país han solicitado al Invima regular los alimentos, bebidas y fitoterapéuticos a base de cannabis, la regulación aún no se encuentra vigente.

Por otro lado, la apertura del mercado doméstico es sumamente complicada debido a la prohibición de hacer publicidad de los productos de cannabis, la flor o sus derivados. En ese sentido, este mercado en Colombia se considera como pasivo; es decir, la actividad de fabricación, venta y consumo de cannabis medicinal es tolerada y, por ende, legal, pero no puede ser promovida a través de publicidad o propagandas que pretendan influir al consumidor.

En segundo lugar, si bien el Invima es una de las entidades más rigurosas y estables de América Latina, resulta sumamente importante que para los procesos de exportación se analicen procedimientos diferentes a los que se tienen en cuenta a nivel local para determinar si un producto es legal o no. En Colombia, los empresarios que desean exportar ciertos productos de cannabis a otros países están siendo controlados por el Invima y, muchas veces, la exportación es negada porque dentro del territorio nacional no es legal su distribución mientras que en el país de destino sí; esto sucede comúnmente con la exportación de alimentos a base de cannabis en la medida en que en Colombia no es un producto regulado y, su comercialización no es permitida libremente. Por ese motivo, el Invima no debería verificar el cumplimiento de los requisitos de exportación teniendo en cuenta la normatividad de consumo interno en Colombia, sino el cumplimiento de las disposiciones del país de origen. Esto, sujeto a ciertos mínimos de control y vigilancia que permitan garantizar el cumplimiento de ciertas disposiciones.

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Por lo tanto, Colombia necesita poder encontrar un mercado doméstico fuerte y enteramente regulado de manera urgente para que los empresarios del cannabis puedan subsistir a la coyuntura generada por la falta de dirección de las entidades encargadas. Y, de la misma manera, el Invima debe ajustar sus políticas de control y vigilancia sobre los productos a exportar con el fin de que, en vez de ser un obstáculo para los empresarios nacionales, sean una entidad que fomente el crecimiento de la industria del cannabis a nivel mundial.

Vía Hoban Law Group, por José Alejandro Abusaid Gómez