Grooming en Línea: La Preocupación Creciente de los Padres Latinoamericanos y Cómo Abordarla

Por Mateo Bovio

En América Latina, el uso de dispositivos electrónicos por parte de los niños ha traído consigo una serie de desafíos para los padres, desde el manejo de compras no autorizadas en aplicaciones hasta la preocupación por el impacto de la exposición excesiva a pantallas y el riesgo de grooming. La situación se complica debido a la rápida adopción tecnológica y la ausencia de marcos regulatorios robustos que protejan adecuadamente a los menores en el espacio digital.

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El problema de las compras no autorizadas en juegos y aplicaciones es considerable, con un 28% de los padres en la región experimentando incidentes de este tipo, mientras que un 56% expresa preocupación al respecto, según datos de Kaspersky. Para enfrentar esto, los padres pueden activar controles parentales que restrinjan las compras dentro de las aplicaciones o exijan autorización parental para cualquier transacción. Además, dialogar con los niños sobre el valor del dinero y enseñarles a evitar compras impulsivas son pasos cruciales en la educación financiera temprana.

La exposición prolongada a pantallas también genera inquietud, con niños dedicando más de 3 horas diarias a dispositivos electrónicos, un hábito vinculado a problemas de sueño, atención y rendimiento académico. Establecer límites claros para el uso de la tecnología, como zonas en el hogar libres de dispositivos y tiempos específicos para desconectar, puede fomentar un equilibrio saludable. Promover actividades alternativas que no involucren pantallas, como deportes, lectura o arte, es vital para el desarrollo integral de los menores.

El grooming, una forma de acoso sexual en línea, afecta alarmantemente a cerca del 40% de los niños entre 12 y 17 años en la región. La educación digital desde una edad temprana es fundamental para proteger a los menores. Hablar abiertamente sobre los riesgos en línea, enseñarles a no compartir información personal y a reportar cualquier comportamiento sospechoso son pasos clave. El uso de software de monitoreo, siempre que se maneje con respeto a la privacidad y se haga de manera transparente, puede ser una medida de seguridad adicional.

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Afrontar estos desafíos requiere de un enfoque integral que combine la educación en el uso responsable de la tecnología, el establecimiento de límites claros y la promoción de un diálogo abierto. Los padres deben estar al tanto de las herramientas de control parental y las mejores prácticas para la seguridad en línea, educando a sus hijos en un ambiente de confianza y respeto mutuo. Además, es crucial que exista un esfuerzo coordinado entre padres, educadores y autoridades para crear un entorno digital seguro. La implementación de políticas públicas y leyes que protejan a los menores en el espacio virtual es fundamental para garantizar que puedan explorar, aprender y crecer en el mundo digital, minimizando los riesgos asociados.

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