Latinoamérica: Autocultivo en Uruguay Aumenta un 50%, Protestas en Colombia por Glifosato

En Uruguay, la cantidad de personas que ejercen el autocultivo de cannabis aumentó un 50% en el transcurso de un año.

Mientras, en Colombia, varias organizaciones protestan por la reanudación de las fumigaciones con glifosato.

El autocultivo de cannabis aumentó en un 50% en Uruguay

De acuerdo a una encuesta realizada por la Universidad Católica de Uruguay, la cantidad de personas adultas que cultivan cannabis para sí mismas aumentó en un 50% desde el año pasado.

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Según informó la Revista THC, el estudio arrojó que el 74% de los individuos encuestados cultiva para autoabastecerse.

Además, como quienes participaban de la encuesta podían elegir más de una razón al mismo tiempo, un 60% cultiva por “el placer que representa la actividad plantar” y un 52% respondió que lo hacen porque “la planta es hermosa”.

Entretanto, el 50% de las personas encuetadas dijo que autocultivaba para “evitar contacto con criminales” y un 43% porque “es legal”.

Por último, el sondeo recabó que la mayoría de lxs cultivadores son varones jóvenes (un 79%) y que la edad promedio es de 29 años.

¿El dato puntual? Mientras que el año pasado había 8.418 cultivadores domésticxs, hoy ya están registradas unas 12.386 personas.

¿Vuelven las fumigaciones con glifosato en Colombia?

El Gobierno de Colombia legisló para que se vuelva a fumigar con glifosato las plantaciones de coca, una solución poco efectiva contra el narcotráfico y que tiene, además, muchas consecuencias negativas para la salud de lxs colombianxs.

Por eso, varias organizaciones sociales, junto con representantes indígenas y campesinos protestaron frente a la Corte Constitucional en Bogotá para pedir que no se reanuden las fumigaciones.

Las aspersiones aéreas con glifosato fueron aplicadas por primera vez en 1994, en un intento de frenar la producción de cocaína, y se paralizaron en 2015. Ahora, después de que el Gobierno emitió un nuevo decreto, las fumigaciones podrían volver a realizarse.

Según reportó Revista Cáñamo, las organizaciones argumentan que este método nunca fue útil para reducir la producción de cocaína. Al contrario, lo que hacen es destruir el modo de vida de miles de campesinxs que no tienen más salida laboral que el cultivo de la coca.

Como si esto fuera poco, las aspersiones aéreas afectan el cultivo de otras plantas, el medioambiente y la salud de las comunidades que habitan el territorio.

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Alirio Uribe Muñoz, ex senador y abogado, le dijo a Colombia Informa: “Todos los estudios independientes, autónomos y científicos, la OMS y la OPS reconocen que el glifosato daña la salud y es cancerígeno. También afecta el medioambiente, los cultivos lícitos y la seguridad alimentaria”.

Foto por Andres Canavesi vía Unsplash.