Activismo: Se Estrenó ‘Cannábicas’, Documental Sobre la Revolución Cannábica Feminista

“Cannábicas visibiliza a las invisibles, a las más estigmatizadas de la sociedad: las mujeres cannábicas y las que usamos sustancias. Es una denuncia colectiva a las violencias del patriarcado y la prohibición”, arremete Clara Sativa desde Londres, una de las responsables del flamante documental presentado en el marco global del 8M.

“Somos mujeres diversas, libres y soberanas de nuestros cuerpos y placeres. Así lo reivindicamos en este documental”, continúa.

Fruto de un proyecto iniciático circa enero de 2019, diversas organizaciones de mujeres cannábicas (Red Latinoamericana de Mujeres Cannábicas – RELAMUCA, Cannábicas Latinas, Red Estatal de Mujeres Antiprohibicionistas – REMA) lanzaron una convocatoria para mujeres y personas con identidades feminizadas.

El origen

“Vamos a lanzar juntas una convocatoria para crear un video viral, activista y reivindicativo. Que nos compartan su experiencia, por qué usan cannabis, cómo lo usan y la mirada de perspectiva de género de feminismo y antiprohibicionismo. ¿Cómo ser mujer cannábica en el mundo como en el sector profesional?”, pensaron en su momento.

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Así las cosas, recibieron unos 200 videos de más de 30 latitudes como Sudáfrica, Nepal, India, México, Argentina, España, Estados Unidos, países de Europa del Este y otras.

Soñaban con realizar un video de 5 minutos. Terminaron filmando un documental de más de una hora de duración.

—¿Cómo fue la producción de todos los testimonios?

—Sobrepasó nuestras expectativas. Nos encontramos con casi 10 horas de material. Fue una producción bien intensa que llevamos adelante con las compañeras coordinadoras Polita Pepper, de México, y Belén Riveros, de Chile. El mérito de edición es de las tres, que representamos a cada red convocante. Decidimos que era inviable sacarlo en 2019. Nos dijimos: “Vamos a hacer un documental, aquí hay un material buenísimo”. Valía la pena darle un espacio mayor. Hemos estado todo el 2019 trabajando en el documental.

La liberación feminista y la lucha por la planta

El trabajo iba a ser presentado inicialmente en el Spannabis de Barcelona de 2020. Pero llegó la pandemia y el estreno fue cancelado 24 horas antes.

La idea principal de esta presentación era extender la red de mujeres, seguir conociéndose, compartiendo sus inquietudes y hacer coloquios.

Pero la pandemia siguió.

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Entonces, aprovecharon estos meses de aislamiento y continuaron trabajando, editando y ajustando el documental.

“Son 200 mujeres grabadas con sus celulares, con audios distintos. Fue una locura la producción, muy difícil”, cuenta.

¿Su slogan? “Cada día es 8 de marzo”.

—¿Qué las une a todas?

—Con tantas mujeres y de tantos países, la diversidad es total. Hay realidades geográficas muy distintas. Cada mujer es diversa y distinta. Nos une el amor y la lucha por la planta. La liberación de nuestros cuerpos y los territorios. El objetivo del documental es denunciar las violencias que sufrimos como mujeres y la violencia que sufre la planta al ser prohibida. El mensaje de unidad que compartimos es el de poder visibilizarnos como mujeres cannábicas. Las mujeres que usamos la planta somos personas como cualquier otra persona que no use la planta. Nos une que creemos en una regulación a nivel integral, que empiece considerando y respetando el autocultivo sin ser juzgados y perseguidos. Queremos una regulación que nos permita cultivar libremente. En la diversidad está la riqueza.

—¿En qué cuestiones falta avanzar?

—En el mundo cannábico, no éramos tan visibles ni estábamos organizadas, pero estuvimos siempre. Era un mundo masculinizado. El sector profesional, como cualquier otro sector, es machista. La creación de los grupos de mujeres cannábicas fue un avance. En las expos está cambiando. Las charlas empezaron siendo masculinas. Sigue habiendo machismo en el sector cannábico y en el movimiento, pero va reduciéndose por el trabajo de las mujeres cannábicas organizadas. Aquí estamos para aportar y poner nuestro granito de arena para cambiar el mundo y hacerlo un poquito mejor. Mucho mejor, porque necesitamos cambiar muchas cosas.

Planta es libertad

Entre otras cuestiones, Cannábicas revuelve ideas a propósito de los feminicidios, de la lucha de las mujeres cannábicas y del impacto de la militancia de las mujeres en los diversos ecosistemas.

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Y, por otro lado, subraya las distintas respuestas que otorga la planta ante los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsado por las Naciones Unidas.

“Las mujeres del documental coincidimos en el aporte de la planta en nuestras vidas. La planta nos aporta bienestar. A nivel ya no recreativo, sino terapéutico, de uso responsable. Representa la libertad de nuestros cuerpos y de nuestras conciencias”, dice Clara.

—¿Qué relación existe entre las demandas del movimiento feminista y las de la legalización del cannabis?

—La revolución cannábica es feminista porque venimos a cambiarlo todo. La prohibición y la mal llamada “guerra contra las drogas”, que es contra las personas, y más sobre los oprimidos. Queremos cambiar eso y hacer una regulación. Lleva tanta violencia y destrucción, no es realista, no es viable, no es inteligente, no es humano. Es muy hipócrita todo, la verdad. Por eso estamos las mujeres para señalar esa hipocresía. Queremos cambiarlo todo, ponerlo del revés. La guerra contra las drogas es un sinsentido.

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Con unos días encima, el documental cosecha un promedio de más de 1.000 views diarias. “La recepción ha sido muy buena”, desliza Clara Sativa. El dato: en breve sumarán subtítulos en varios idiomas.

“El documental está llegando a los corazones de todas las mujeres cannábicas y de todos los compañeros del sector. Está construido desde la diversidad e intentamos construir un mundo más justo y más humano”, concluye.