Balance 2020: Éstas Son las 10 Mejores Notas del Año
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Llega el fin de año y, como siempre, comienza la época de la introspección. Por caso, entre otras cosas (la listita con los pendientes, el tachar los cometidos, el reflexionar sobre nuestros pasos), éste se convierte en un buen momento para reflotar algunas de las mejores notas periodísticas que fueron publicadas durante 2020.
Se habló de comedia con seriedad, de aborto con firmeza, de crímenes que duelen, de represores que hicieron doler, de ausencias y resiliencias, de jóvenes brillantes y de viejos carcamanes, de medicamentos y tratamientos, de cannabis medicinal y de crisis habitacional.
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En esta lista, El Planteo eligió (no tan) caprichosamente las 10 mejores notas del año.
¿Quedaron muchas afuera? ¡Seguramente! ¿Ustedes tienen otras como favoritas? ¡Bienvenidas! ¿Les gustó la lista? ¡Háganlo saber!
Aquí están, éstas son: las 10 mejores notas del año.
#10. Guillermo Francella, de Migue Granados, Martín Garabal y Adrián Lakerman, en Últimos Cartuchos (FM Vórterix)
Los revoltosos mansos: sólo Guillermo Francella podía dejar así de obnubilados a Martín Garabal y Migue Granados. Después del especial en el que le rindieron tributo, lo tuvieron de invitado.
Titulada “LA NOTA DEL AÑO CON GUILLERMO FRANCELLA”, la entrevista se constituye como una masterclass absoluta sobre las distintas configuraciones de la comedia. Reinventarse con Rudo y Cursi y “la cosa del prestigio”. La eficiencia de sus chistes. Su historia con El Secreto de sus Ojos y su relación con Juan José Campanella. Y, entre otras cosas, el súper poder de su bigote (“La espada de He-Man”, Migue dixit).
Lo malo de la nota es que termina.
#9. Caso Facundo, de Fernando Soriano, en Infobae
A Fernando Soriano lo conocemos por ser una de las grandes plumas del universo cannábico. En su agenda está el seguimiento exhaustivo de la lucha de las madres y organizaciones en la ampliación de derechos.
Su reciente carrera televisiva no lo movió de su primer amor: la gráfica.
Y este año, desde la plataforma Infobae (medio que amplió su tribuna en forma considerable), Soriano siguió detenidamente el “Caso Facundo”, la investigación sobre el joven que desapareció luego de ser retenido por la Policía de la Provincia de Buenos Aires el 30 de abril de 2020.
Con datos precisos y con la sensibilidad que lo caracteriza, el periodista narró las irregularidades del caso y mencionó la inquietante presencia de la policía en las cercanías de donde fue encontrado el cuerpo del joven.
Proximidad con las fuentes, perfil bajo y laburo constante: la cobertura realizada por Soriano a propósito del “Caso Facundo” fue ejemplar.
#8. El cuerpo de mamá, de Agustín Mango, en elDiarioAR
Aborto legal y cannabis medicinal: dos derechos que Bea no tuvo.
Bea es la mamá de Agustín Mango, crítico cinematográfico y periodista, y es también la protagonista de un relato duro, sensible y doloroso.
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En una especie de despedida (publicada primero catárticamente en la plataforma Medium y luego profesionalmente en elDiarioAR), Agustín encara los más duros momentos de su madre y decide poner en letras –y carne, y dolor- el final de la vida.
Uno de los textos más honestos y, por distintos motivos, actuales de los últimos tiempos.
“Bea siempre fue una mujer libre”, cierra Mango.
#7. Ofelia en el país de las maravillas, de Paula Puebla, en El Canciller
Le sale fácil y siempre le mete picantito: la regularidad que metió Paula Puebla es una de las pocas cosas celebrables del 2020 periodístico made in Argentina.
La misma semana que Ofelia Fernández fue entrevistada por la prestigiosa Revista Time de Estados Unidos, Puebla se despachó con un perfil sobre la joven legisladora.
En medio del raid del trolleo libertario (que siempre tiene subidones pero cuando la evocan mucho más), Ofelia fue elegida como una de las “diez líderes de la próxima generación”. Y Puebla se frotó las manos.
Sin la necesidad de ser condescendiente, PP evoca espiritualmente la figura del Turco Asís y se entroniza como la mejor de sus discípulas: ve la política y sus bemoles sin los dramas del marco teórico sobre-escolarizado, sin la lectura progre y con todos los chiches de la escritura más refinada.
“A varios dejó estupefactos, aferrados a la chicana y al ninguneo como último bastión de la impotencia. Un quijotismo: ladra Edu Feinmann, Ofelia, señal que cabalgás”, pintó.
La periodista se distingue sagaz e intrépida, bicha y comediante, aguda y pilla. Y, como Susana, ni una diva total, ni una mujer fatal: es la Puebla y es siempre igual.
#6. Cómo es vivir con VIH en 2020: entre la discriminación y la posibilidad de acceso al tratamiento, de Judith Morales del Barco, en Diario Clarín
Revoltoso y escurridizo (fundó la Revista Waska y habló con desparpajo sobre disidencias en televisión ATP), Lucas Fauno se erige como un combo loco que contiene dosis de activista y de barrabrava de Sailor Moon.
El dato: también lo fue de RuPaul’s Drag Race y puede que ahora no lo sea tanto.
Y, además, es una de esas personas que exudan glitter, militancia y pasión.
Vale toda esta aclaración para enamorarse del personaje y querer a la persona.
En este artículo que lo tiene como protagonista, se revuelven ideas a propósito del VIH, los prejuicios, la discriminación, los derechos básicos, los tratamientos y los medicamentos (y su accesibilidad, uno de los mayores escollos).
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Lo importante del asunto: se celebra que un medio de alcance masivo como Clarín le brinde espacio a alguien tan sensible y desprejuiciado como Lucas. Y que lo hagan sin pornomiseria. Muy bien, muy bien.
“Peligrosa es la violencia. Yo como persona viviendo con VIH, no”, concluye.
#5. Los 90 de Menem, de Martín Rodríguez, en Revista Panamá
Vale esta oportunidad para decirlo rapidito y al pie: Martín Rodríguez (a.k.a. Tinta Limón) es el mejor analista político de la última década.
Y en su nitidez, saca una radiografía de la figura del ex presidente Carlos Saúl Menem. Ni reivindicativa, ni tóxica; ni kitsch, ni limonada, Martín Rodríguez se arma de su archivo –que por momentos roza lo pop- y deconstruye una de las figuras más inabarcables de la política argentina.
Causó revuelo en redes sociales, dividió opiniones, provocó reflexión: un montón de montonazos para un artículo cosecha 2020.
Y, en su naturaleza observadora (Rodríguez hace sintonía fina donde los demás cambian de canal), confecciona una definición astuta sobre el kirchnerismo, un “ismo” que el analista también comprende al dedillo: “El kirchnerismo combatió a Menem, pero no a los noventa. Los usó a favor: el kirchnerismo fue Frávega y derechos humanos. Orden y progresismo”.
#4. No bombardeen Guernica, de María Florencia Alcaráz, en LatFem
Hubo una época en que, para comprender sus dilemas, conflictos y pesares, los cronistas se entrevistaban con los protagonistas de los hechos. No se ponían delante de la noticia, no buscaban llevarse el mejor halo de luz; sino que daban voz y ensayaban ideas. Más bien, narraban con delicadeza aquello que el status quo determinaba como “otredad”.
Y lejos de la perspectiva clínica, jurisprudencial o ascética, se comprometían con las historias desde su propio nudo.
Aquel guante fue recogido por Florencia Alcaraz, continuadora de los grandes cronistas nacionales, quien para comprender se funde y confunde con sus historias.
Horizontal como pocas, respetuosa del oficio periodístico, Florencia hizo lo que nadie más estaba haciendo: correr los estigmas y darle voz a las mujeres que llevaban adelante la toma de Guernica. Aquello que para el mainstream televisivo era, en efecto, la construcción simbólica de la “otredad”.
Y contó desde el corazón y con las tripas, en un close-up que tiene sensibilidad y sangre, cómo es un desalojo en medio de heladas, inundaciones, carencias y todo tipo de persecuciones.
#3. Tras el represor de Rodolfo Walsh, de Tali Goldman, en Gatopardo
Reportaje magistral de la periodista Tali Goldman en el que persigue la pista de Gonzalo “Chispa” Sánchez, un exmilitar acusado de 900 secuestros en la dictadura argentina, entre ellos, el del periodista Rodolfo Walsh.
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En las imágenes de Inés Ulanovsky, la ausencia y el dolor. El espacio que comprimió el terror y hoy se yergue seco, tieso, roto.
“No es cualquier genocida”, decía el aviso. Y los nervios se crispan.
“No voy a generar problemas. Estoy bien con Dios. Soy pastor”, dijo Gonzalo “Chispa” Sánchez. Y los nervios se crispan otra vez.
En medio, la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), la mirada supervisora del presidente Alberto Fernández, el rechazo de extradición de parte del Supremo Tribunal Federal brasileño y un Brasil castigado por la pandemia del COVID-19.
Una historia que podría resultar cinematográfica pero que para Ezequiel Rochistein, nieto recuperado, se devela como propia.
#2. Mala Fama: “La música se apoderó de mí. Me usó y yo la usé a ella para ser felices”, de Julio Leiva, en Caja Negra (Filo News)
En los momentos picantes, el músico Hernán Coronel siempre encuentra la palabra justa.
Y fue uno de los que mejor logró definir la figura de Diego Armando Maradona: “Diego estuvo durante 15 o 20 años haciendo que un país salga de la tristeza. Porque el pobrecito que estaba en su casa rascando la olla no tenía mucho más que ver a Maradona entrando a la cancha con la celeste y blanca y que eso le cause la emoción que puede sentir una persona cuando es su cumpleaños. Y Diego lo hizo”.
Además, Julio Leiva, discreto y observador, se posiciona como uno de los mejores entrevistadores del país. Nunca quiere ser protagonista: pregunta, frena y hace brillar. Condición que falta y falta que sobra.
En una época llena de egos, Leiva juega a lo que más sabe: ungir un perfil bajo que le da sus frutos.
Y personajes alucinantes como Mala Fama se lo celebran de la mejor manera. ¿Cómo? Relajándose y hablando desde sus grupos de WhatsApp con otros músicos (La Sagrada Musiquera) hasta dando definiciones nítidas sobre temas controversiales como el aborto: “El aborto legal es una herramienta que merecen las mujeres”.
#1. Tiene cáncer y empezó quimio en cuarentena: la historia de Cristian, un joven que aprendió a convivir con la enfermedad, de Cristian Calavia, en Red/Acción
Cuando en la mañana del 21 de octubre el periodista Cristian Calavia compartió el artículo sobre su quimioterapia, las redes sociales se frenaron por un instante. Su gente, toda su gente, la de todas sus temporadas juntas, comenzaron a escribirle: “¿Estás bien?”
Y él, compenetrado pero didáctico, sensible pero en eje, se encargó de responderle a todos: “Sí, me pasa esto y aquello”.
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En este artículo, una especie de exorcismo público del drama privado (el drama del cuerpo, el drama del matete, el drama de la normalidad vulnerada por un “sarcoma”), Cristian encontró la mejor manera de transitarlo: con información, con realismo y sin jugar al golpe bajo.
¿Y hay drama? Un montón. Sin embargo, el periodista le escapó al morbo y se paró desde un lugar sorprendente: “Tener cáncer es una circunstancia de vida”.
Así las cosas, las mejores notas siempre terminan con un navajazo que dejan al lector flotando inerte, reflexivo, tonto, frágil.
Sin yeites ni victimización, haciendo su propia reflexión en voz alta, cierra el texto con la potencia de mil soles: “Sería una lástima desaprovechar la certeza de que el futuro no es un asunto para siempre”.
Y ahí está su navajazo.
Foto por Mohammed Suhail vía Pexels
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