Buen Flash: Fotografía y Marihuana con Mila Ferrari

Buen Flash es un segmento semanal donde conoceremos el trabajo de diferentes fotógrafxs independientes cuyas imágenes nos convocan ya sea por su belleza, las particularidades de su técnica, o los temas abordados en sus producciones. Un rincón para la pluralidad de miradas y universos. ¿La única constante? el amor por el cannabis.

Mila Ferrari (Camila Ferrari en el DNI) descubrió su pasión por la fotografía en la adolescencia y desde entonces, también, fuma marihuana. La porteña de 24 años que estudió fotoperiodismo, fotografía de moda, y letras (carrera que aún cursa), hoy trabaja como fotógrafa en un estudio, hace producciones para marcas, books y también sociales.

Gran parte de su trabajo en el sentido autoral son retratos femeninos: en situaciones de intimidad, al natural y en general con poca ropa. Pero sus desnudos y semidesnudos tienen poco que ver con la infame male gaze.

“Siempre me gustó mucho autorretratarme y también a amigxs; armábamos producciones. Tuve mis quilombos familiares porque siempre tuvieron un tinte erótico y bueno, éramos chicas adolescentes. Me han sacado la cámara por eso. Fue un progreso cuando en una mesa familiar dijeron que mis desnudos eran artísticos y que les encantaban mis fotos. Eso fue importante para mí porque vi que servía perseverar con lo que me gustaba y sacarnos de encima los tabúes” cuenta, recapitulando un poco sobre el inicio de su mirada, hoy característica.

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Las mujeres retratadas por Mila, sea en su trabajo o para su propio portfolio, siempre tienen esa autenticidad, esa sensibilidad en sus miradas y sus cuerpos. La sensualidad y el erotismo siempre están, pero como algo propio, sereno, cálido, no como un regalo hacia lxs demás. Para ella, según nos cuenta, retratar chicas que ver con una manera de ver el feminismo: buscar que las chicas se gusten, que se sientan cómodas en su piel, que se vean refejadas en su imagen.

“Siempre me encantó retratar gente que quiero, pero luego también fue una manera de encontrarme con otrxs y conocer gente nueva. Muchas chicas que me contactaron para sesiones o que conocí en muestras hoy en día son mis amigas. Aunque hoy sea un laburo, nunca me olvido de eso” dice la fotógrafa. Estas amistades, precisamente, nacen del clima de intimidad y confianza que Mila busca en sus sesiones y que luego se reflejan en sus fotos.

La marihuana es, muchas veces, parte del proceso.

Mila Ferrari fuma marihuana desde los 14 años y nunca dejó de hacerlo: en su vida siempre fue un vehículo para conectar con lo artístico, tanto en la fotografía (para ver o sacar fotos, o idear una sesión), como para disfrutar de un libro o del cine.

“En el tema de hacer sesiones por placer, juntarme con gente a intentar captar una intimidad, tomar mate y fumar porro re tiene que ver. A mí me encanta fumar y creo que compartir un porro tiene mucho que ver con la intimidad, la sensualidad y la comodidad. Me encanta laburar fumando. Pero depende mucho también de cómo se sienta la persona que se está exponiendo a la cámara, siempre respetando eso y generando un ambiente cómodo”.

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En esta serie, se pueden ver algunas de sus (tantísimas) fotografías que el erotismo sutil de lo cotidiano. Recortes de cuerpos, universos e historias, instantes fugaces que condensan la belleza de un encuentro, tanto con otrx como con una misma.

Instagram: @mila_ferrari