Impacto Ambiental: Hablamos con los Creadores del Primer Observatorio de Residuos de Argentina

A propósito del Día de la Tierra, las dos cámaras que agrupan el tratamiento de residuos industriales, la Cámara Argentina de Industrias de Tratamiento para la Protección Ambiental (CAITPA) y la Cámara Argentina de Tratadores y Transportistas de Residuos Industriales (CATRIES), presentaron el primer observatorio que evaluará cuánto contaminan los residuos urbanos.

“Lo que nosotros queremos visibilizar es la cantidad de residuos que se disponen de manera informal”, sostiene Claudia Kalinec, titular de CAITPA. En Argentina se generan 17,5 toneladas de residuos al año y se tratan unas 3,7 toneladas. Es decir, sólo un 4,61% de esa basura es tratada como corresponde.

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¿Y dónde va el resto? “A basurales a cielo abierto, a los ríos, al Riachuelo, al Reconquista. Mirá una foto satelital del Reconquista cuando pasa por el CEAMSE, mirá el Río Paraná”, invita Kalinec, lamentándose.

Censo nacional

Entretanto, desde el año 2016 que las dos cámaras empezaron a pedir formalmente números a las autoridades de cómo se tratan los residuos. Lo explica: “Intentamos varias veces a través de los ministerios. Fuimos al Ministerio de Medio Ambiente de Nación, a través del Consejo Federal del Medio Ambiente, hablamos con autoridades ambientales y se hicieron varios pedidos; uno en 2016 y otro en 2018”.

Ante el silencio de las autoridades, decidieron hacer un censo a nivel nacional: las empresas aportaron datos y tipos de tratamientos y los cruzaron con las industrias inscriptas en el Ministerio de Producción.

Así, con un 30% del padrón escrutado diseñaron un primer informe de residuos peligrosos. El dato: de ese primer informe, solamente el 21% de los residuos peligrosos reciben tratamiento adecuado.

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“Nadie salió a refutar nada. Invitamos a las autoridades e hicimos conferencia de prensa vía Zoom. Nuestra intención es seguir con este informe y, por eso, buscamos a la universidad para darle institucionalidad y mayor transparencia a los datos”, cuenta Kalinec.

El aval de las universidades

En tanto, el observatorio estará a cargo del Observatorio Ambiental-UNR y se articulará con el Observatorio Económico Social de la misma Universidad y con la Dirección Sustentable de la Facultad de Económicas de la UBA.

“El observatorio ambiental está en Rosario y funciona hace dos años. Nosotros inauguramos el de residuos”, detalla.

—¿Qué les aportará este trabajo en conjunto con las universidades?

—El hecho de tener un observatorio que está bajo el ala de la universidad, trasciende a la gestión política de turno. Cuando se habla de políticas públicas, con lo ambiental pasa lo mismo que con lo económico con o la educación. El tema de la contaminación no tiene discusión. Que estén las universidades presentes significa trascender banderas políticas. Queremos lograr una política que siga, no importa quién esté.

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De esta manera, en breve, las cámaras le enviarán información al Observatorio y ellos empezarán a producir el Índice de Generación y Tratamiento (IGT) de residuos. “La idea es seguir mes a mes la curva de tratamiento de residuos y empezar a pedirle a las autoridades que empiecen a fiscalizar a dónde van los residuos que se generan”, insiste.

Correcto tratamiento de los residuos

El Observatorio permitirá investigar la problemática de estos residuos, analizar distintas alternativas de control, brindar soluciones para la elaboración de políticas públicas y evaluar y monitorear su destino.

—¿Cuál es la principal problemática de la basura?

—El problema no es el residuo, es cuando se dispone mal. La responsabilidad es del que genera los residuos. Hay que hacer cumplir que, el que lo genera, lo mande a tratar. Si lo descargás donde no se debe, se lo cargás a la sociedad, al Estado. Hay que hacer que se cumpla con la ley. Ni siquiera estamos hablando de modificar la normativa.

—Entonces, ¿qué debería hacer la política?

—Lo que tiene que hacer la política es tomar decisiones claras y diseñar unas políticas de estado que se cumplan. No estamos más en el Siglo XVII. El correcto tratamiento de los residuos es como pagar los impuestos: no se discute. Basta con que los frigoríficos vuelquen en las cuencas porque, de otra manera, dicen que tienen que despedir empleados. El problema del Riachuelo no es que no se limpia, es que se limpia y se vuelve a ensuciar. Cuando la política sea “no se vuelca más”, se termina el problema.

Mejor calidad de vida

Por estos días, existen basurales a cielo abierto que no están habilitados, sin celdas ni cuestiones mínimas de relleno sanitario. Además, aparecen caminos fuera de la normativa correspondiente en los que se depositan residuos donde no debería haberlos. Asimismo, entre otra de las problemáticas más longevas, algunas provincias cuenta con un débil presupuesto dedicado a los ministerios de medio ambiente.

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—¿Para qué sirve el tratamiento de residuos industriales?

—Para tener una mejor calidad de vida para la gente. Desde evitar tener basura en lugares que podrían ser espacios verdes para aprovechar, hasta terminar de una vez por todas de enfermar a la gente porque vive a la vera de los basurales. También se evitarían accidentes de tránsito por el humo en rutas.

“El tema de la contaminación nos afecta a todos. A mí, a vos, a un funcionario y a un señor que vive al lado del Riachuelo”, concluye Kalinec.

Fotos de cortesía.

Publicación original en EP: mayo de 2021