Dependencias Químicas y Espectralización Informática: ‘…Y el Sábado, Sexo’, la Película XXX que Habla Sobre Aislamiento Urbano
Despojada de rastros de realidad y separada de cualquier apego al mundo real, una joven ulula encapsulada entre sus chats, los encuentros sexuales esporádicos y los coqueteos con la coca. Parece no tener amigos, ni un trabajo, ni nada que la haga ser parte de algo. Sí, por caso, comprime una curiosidad intelectual: lee a Amélie Nothomb, mira películas de Renoir, se interesa por el pensamiento de Tomás Abraham. Y por coger con desenfado y sin contratos.
…Y el Sábado, Sexo es una película del 2010 escrita y dirigida por César Jones, uno de los grandes maestros del cine pornográfico argentino y uno de los pocos autores tradicionales que siguen en pie dentro de una industria totalmente vapuleada por los cambios de formato y las profundas modificaciones en sus formas de consumo.
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Osado en sus planteos, Jones siempre juega al límite: “Es la historia de una chica cuyo vacío y ausencias no están claras, pero vemos cómo mantiene un presente ruinoso emocionalmente. Una joven que se yergue tratando de obturar ese vacío con estimulación química. Y lo hace con grandes cantidades de cocaína, que acompaña con alcohol y ansiolíticos para contrarrestar los ataques de pánico que padece luego de las largas noches en compañía de este alcaloide”.
…Y el sábado, sexo: comunicación espectral, sensaciones químicas
En este caso, el consumo, apego y devoción a este cóctel de sustancias son síntomas de una emocionalidad claramente resquebrajada. “Ahora bien, esas dosis de caos que el personaje se permite experimentar conviven, se balancean y se contrapesan con una vida aparentemente ordenada durante el día”, dice Jones.
Durante el día, el personaje va y viene: la película omite si trabaja o no, quién es, qué le pasa realmente. “El personaje va generando simetrías allá por donde va, y no va muy lejos. Trata de volver simétricos los objetos que están en el escritorio de su PC, los empareja. Es un intento simbólico por contrapesar el estado de semi-caos en el que vive”.
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Lejos de los abrojos morales, el registro opresivo de …Y el Sábado, Sexo exhibe la intimidad de un personaje roto desde el máximo despojo: la presenta con total normalidad. Es un personaje del cotidiano sumido en un ostracismo voluntario. “Su fragilidad emocional y su fragilidad general la han llevado a comunicarse con el mundo de manera espectral a través de la pantalla de su PC”.
Jones encara este tipo de líneas argumentales sinuosas y sensibles con total normalidad, sin la necesidad de generar curvas dramáticas demasiado elocuentes. Por eso, también, todo lo narra desde ese mencionado cotidiano.
“Recordemos que esta historia se filmó en 2009, se estrenó en 2010 y transcurre en esa contemporaneidad. Entonces, sucede esa comunicación espectral con el mundo a través de su computadora. Todo es protésico, digamos. La ingesta de sustancias es protésica. Esa ingesta de cocaína le pone el alivio por las nubes y, entonces, se sirve de los servicios de acompañantes que descubre en páginas porno”.
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Un extraño continuo (puertas adentro)
La joven del film, encarnada por la actriz Geiko-Donna, es un ser inherentemente sexual y dependiente. Y va por la vida revolcándose con todo tipo de acompañantes (de todos los géneros posibles) y, en rigor, la cuestión afectiva queda totalmente prescindente.
Curiosamente, sólo mantiene contacto con dos personas: con su dealer y con su padre, con quien apenas comparte un almuerzo o una cena. Y, por ahí, mira –con afecto o nostalgia- la foto de un niño.
Misteriosa, trémula y callada, “esta chica ha construido un extraño continuo puertas adentro”.
No es provocación, es cine
A la sazón, Jones suele meter guiños a diversas drogas y experimentaciones químicas en sus películas. Como en Pornumental, en la que una pareja fuma marihuana para liberarse de las tensiones después del sexo. O en Los Desviados, un film repleto de barbitúricos. O en Temporada Alta, con una joven que fuma churro en la ruralidad bajo la mirada condenatoria de su familia.
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“Cuando los personajes toman estas actitudes, no me las planteo como una provocación o una transgresión de tipo realizativa. Simplemente, las historias que voy contando implican el uso de drogas por parte de alguno de los personajes o de todos ellos”.
Entretanto, a pesar de la frecuencia y regularidad de su desparpajo, Jones no asume una postura deliberada y conscientemente transgresora (o no, al menos, con la inclusión de estos tópicos lisérgicos, sintéticos o psicodélicos). “Cuando traigo estos temas a colación no es necesariamente para celebrarlos, pero tampoco es una condena moral”, explica el auteur platense.
Y cierra con una advertencia: “No vean …Y el Sábado, Sexo en la previa de la salida de los findes”.
Así las cosas, durante 2024 Jones planea estrenar cinco producciones: Casting LPsexxx: Eli Marstar, VICIOS de FAMILIA: el origen, Bea’s GANGBANG, Dr. Markov: la evolución y Casting LPsexxx: LuchiBB. Resiste Jones, el último de los mohicanos.
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