Última Jornada de la ExpoCannabis Montevideo: Flash Tattoos, Chupitos de Gin Cannábico y Show del Peke 77

Una lluvia finita pero molesta no impide que un grupo de pibes sostenga su marcha cansina para ingresar al Centro de Eventos del LATU, en Carrasco. Unos periodistas muestran su chapa y, ahora, ya nadie les pide tanto biri biri. Es el tercer día de la ExpoCannabis Montevideo y esta enorme plataforma de información sobre cannabis y cáñamo está llegando a su fin.

Calaveritas, manitos, cuchillitos, porritos, filtritos. En el stand de Papelito, marca brasileña de papeles, tips y filtros, un flaco estira la mano con la palma hacia arriba esperando los pinchazos, la tinta y su anécdota grabada en la piel. Ahí, el tatuador Kabe baja la aguja y cuenta: “Este es mi tatuaje número 49 de la Expo”.

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Pintaron los flash tattoos y todos fueron adjudicados por sorteo. “¿Me podés hacer uno?”, se tira el lance Javier Hasse, CEO de El Planteo, un poco sobre la hora, entusiasmado por el mood. “No tengo más insumos”, responde el artista. Y no, no hubo tongos ni acomodos: Hasse volverá a su casa con la piel en las mismas condiciones que antes.

Más allá, el staff de Ojitos Rojos prepara su faena llena de jolgorio. Ya se vienen nuevos regalos, el acoso de la turba iracunda, algún baile desconcertante y genial y uno de los gestos de marketing más interesantes de la Expo: una mascota que hace mover el esqueleto, llama la atención y premia el revoleo de cintura con algún chiche.

Rave cannábica y rioplatense

Campo abierto, césped húmedo, fútbol tenis: una pareja de pibes desafía a unas pibas con pinta de que la mueven. Profecía autocumplida: sí, la re mueven. Los pibes se defienden, pero las pibas la rompen. El espectáculo es lindo de ver y varios transeúntes menguan el paso para cuchichear al respecto.

Sobre el escenario, el show de F5 invita al movimiento. Y, casi como con un hechizo, gracias a su candombe electrónico, el público cambia de piel convirtiendo el espacio en una suerte de rave cannábica y rioplatense. “Aguante el candombe”, dice uno de los músicos mientras una cinta con la leyenda “Barrio Sur”, cuna de una de las principales manifestaciones culturales de la ciudad, le atraviesa el torso.

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Sigue la lluvia, continúa el agite. Un dron sobrevuela el ambiente y los presentes se mantienen en trance con el sonar de los tambores.

En el sector medicinal, un stand del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca yace entre folletos e información sobre licencias de operación con cannabis no psicoactivo. “Este año viene bien, ha crecido bastante. Se otorgaron 147 licencias nuevas”, describe José Luis Vivanco, asesor técnico del Ministerio.

La última curva

“Acá andamos, tranquilazo, esperando el show”, cuenta Peke 77 en la antesala de su presentación. Es la primera vez que el trapero pasa por la Expo y su presencia le dará fin a esta 8va. edición.

“Me parece que a la gente le va a gustar el show. Ahora estoy implementando un estilo nuevo, para cambiar un poco. Saqué dos canciones con este estilo y se vienen muchas más. Está pintando un poco más de seriedad y de realismo”, continúa.

Pero antes, llega el momento de las premiaciones y hay galardones para Papelito, H2H Hidroponia, BSF Seeds, entre otros.

“Nos dieron una distinción como uno de los mejores stands. No ganamos el primer premio pero no importa. Acá lo importante es estar en la Expo. Venir y estar. Cuanto más seamos, mejor. Todo el evento salió increíble y esta es como mi casa”, explica Rolo, representante de BSF Seeds Uruguay.

Suena “Pistola II”, “Tamo Lindo” y “Otra vez” de Peke 77 y, súbitamente, unas enormes pelotas playeras toman protagonismo del momento. El público se enciende y un representante de Cripi Grow comienza a revolear unas semillas de OG-Kush, entre otros detalles, desde la tarima.

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Así las cosas, una estela rosa surca el cielo, termina el show del joven trapero y el público, lentamente, comienza a retirarse. Hay algunos “nos vemos el año que viene”, hay una banda de “estoy re loco”.

De pronto, como una tromba, la enérgica Meche Ponce de León, organizadora de la Expo, invita a los pocos sobrevivientes a pasar al VIP, convida unos shots de Gin Libertad con terpenos cannábicos y, entre abrazos y despedidas, propone un brindis íntimo, celebratorio, concluyente, final: “Por la abundancia de la planta, salud”.

Fotos vía Weederia