Adultxs Mayores en Cuarentena: Qué Hacer cuando No Hay Nada para Hacer

Es innegable que para los adultos mayores la cuarentena por el coronavirus está resultando especialmente tediosa. Tanto así, que me he sentado a escribir este artículo.

A modo de introducción, les cuento que nosotros vivíamos en Estados Unidos. Un día, tomé la decisión
de que no era un buen lugar para educar a mi hijo y volví con él a Buenos Aires. Mi marido y padre de la criatura, quien optó por quedarse en EEUU, volvió muchos, muchos años después.

Adaptarnos a su presencia en el hogar fue un desafío. Tuvimos que hacer espacio en los placares, en el botiquín del baño, en el área de la computadora, y lo más difícil: en el cálido nido materno-infantil donde habíamos construido nuestra hermosa vida.

Él, por su parte también debió acostumbrarse a muchas cosas que antes no existían en su cotidianeidad, como los ruidos de nuestro hijo, a que las cosas se rompen, a arreglar las cosas que se rompen… y a mí.

De eso hace ya más de 15 años.

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Como diría el poeta Homero, “no voy a mentirte, Marge”: los primeros días fueron un infierno. Ahora, al igual que cuando él volvió de Norteamérica, nos vemos obligados a adaptarnos a la presencia del otro. Tras un mes de cuarentena obligatoria estamos empezando a reconciliarnos con la rutina compartida, con las
cuatro comidas cara a cara, con su manera y mi manera de hacer las cosas.

Lo importante es llenar el tiempo muerto, que a nuestra edad es mucho. Ya sea juntos o por separado, es menester encontrar actividades que nos den placer. De modo que, sin más preámbulos, aquí van 10 tips para que aquellos que tienen más de 60 años puedan hacer más llevadera la cuarentena.

1. No saltear ninguna comida. Y aunque los alimentos escaseen, poner siempre una buena mesa para compartir con tu pareja.
2. Promover el acercamiento social mediante el uso de redes y telefonía celular.
3. Unirse a una clase de gimnasia virtual (yoga, pilates, stretching).
4. Releer viejos libros que cautivaron tu atención.
5. Compartir comidas con tus familiares y amigos a través de diversas apps (zoom, skype).
6. Disfrutar un gin tonic en el balcón mientras oscurece.
7. Empezar con algo que tenias pendiente, como ser, aprender a bailar merengue.
8. Llamar diariamente a conocidos que no tienen la suerte de estar acompañados.
9. Escuchar todo tipo de música: melódica, bailable, clásica.
10. Y por sobre todas las cosas, no entrar en el ritmo vertiginoso al que te llevan tus “obligaciones”, darte tiempo para serenarte y reflexionar, mirar para adentro, dialogar contigo mismo, escuchar el silencio, disfrutar esta cuarentena no como un encierro forzoso sino como una oportunidad.

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Yo fui armando una rutina, no muy diferente a la que tenía antes de la pandemia, con la única
excepción que no podemos salir. Y como estoy sobrellevando muy bien el encierro, se me ocurrió
compartir con ustedes mi experiencia. Espero que les sirva.

Artículo por Liliana Güelman. Imágenes via Instagram.