Usando Cáñamo y Blockchain para Combatir la Contaminación de Grandes Empresas

Hemp Blockchain, Inc. (HBI), una compañía de Utah, EE. UU., ha lanzado un proyecto con el objetivo de desarrollar protocolos para créditos de carbono de cáñamo basados ​​en tecnología blockchain.

Según la empresa, su “Iniciativa de Protocolo de Carbono” busca crear estándares para la contabilidad y la transparencia de los créditos netos de compensación de carbono. Estos son adquiridos por actores industriales contaminantes para equilibrar el impacto del CO2 que su producción genera.

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La solución de HBI, basada en la nube, lanzaría a final de 2021 con el fin de rastrear la captura de carbono. ¿Cómo? Tomando datos en diversos puntos críticos a través de las etapas de crecimiento y procesamiento del cáñamo, y registrando la captura y emisiones de CO2 en el blockchain.

Tokens de carbono: ¿para qué sirven?

Según Hemp Blockchain, los tokens de CO2 o carbono ayudarían a los agricultores a agilizar sus operaciones. Pero ese no sería el único beneficio, ya que la seguridad de esta herramienta ayudaría a crear confianza en los créditos de carbono entre procesadores, fabricantes y minoristas, dijo la compañía. Es por eso que la empresa planea “tokenizar” la información de captura de carbono según los protocolos.

Dan Higbee, presidente y CEO de HBI, le dijo a Hemp Today: “Ahora liberado de las restrictivas regulaciones federales, el cáñamo industrial está listo para convertirse en un factor importante en las energías renovables, la agricultura regenerativa, la salud humana y muchas otras áreas”.

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Y añadió: “Los ingresos de los créditos de compensación de carbono proporcionan un fuerte incentivo adicional para cultivar cáñamo industrial”.

Soluciones de blockchain para cáñamo, una tendencia mundial

Poco a poco, las soluciones de blockchain se están abriendo cancha dentro de la cadena de suministro del cáñamo industrial y el cannabis.

Un ejemplo de esto es Hempliance Inc., una empresa con sede en Austin, Texas, que lanzó una hoja de ruta digital basada en blockchain para la producción de cáñamo.

Y no son sólo las empresas: también organismos estatales están entrando al baile del blockchain para cáñamo. Tal es el caso de la Agencia de Agricultura, Alimentos y Mercados de Vermont, que emplea una herramienta de la empresa de tecnología Trace Exchange para gestionar su programa de cáñamo. Así, la empresa ayuda al estado a agilizar el proceso de transacciones seguras.

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Por último, vale la pena aclarar que esta tendencia es mundial, y no se limita a Norteamérica. En Europa, por caso, un grupo comercial holandés creó una herramienta de rastreo para consumidores. Con ella, quienes consumen CBD podrán rastrear el producto a lo largo de la cadena de suministro para poder comprobar que no haya habido errores de ningún tipo a lo largo del proceso. Esto es importante considerando que algunos de los problemas más grandes de la industria del cannabis tienen que ver con errores de etiquetado, falta o insuficiencia de controles de calidad y, en el caso del continente europeo, que las variedades no están aprobadas por la UE.

El cáñamo lidera la sostenibilidad del Co2

Según el investigador de la Universidad de Cambridge Darshil Shah, el cáñamo puede ser dos veces más eficaz que los árboles en el secuestro de carbono atmosférico.

El cáñamo industrial absorbe entre 8 y 15 toneladas de CO2 por hectárea de cultivo, mientras que los bosques suelen capturar entre 2 y 6 toneladas de CO2 por hectárea y año. Todas estas cifras dependen del clima, la región y la fase de crecimiento, explicó Shah a Dezeen.

Shah es miembro del Centro de Innovación de Materiales Naturales, que forma parte del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Cambridge. Su trabajo consta de investigar sobre biomateriales, centrado en las técnicas de construcción que pueden ayudar a reducir a cero la huella de carbono de la industria.

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Shah destacó el papel del cáñamo como fuente de materiales de construcción sostenibles para el futuro. Asimismo, señaló que este cultivo puede producir más fibras utilizables por hectárea que la silvicultura. Las fibras de cáñamo pueden convertirse en bioplásticos y maderas artificiales que pueden sustituir a materiales de construcción, como la fibra de vidrio y el aluminio.