Estudio Expone la Brecha de Acceso al Cannabis Medicinal en Puerto Rico

La Isla de Puerto Rico es una región adelantada en materia de cannabis medicinal, pues cuenta con una ley al respecto que data de 2017. En ese momento, eran pocos los lugares que pensaban en establecer políticas para regular lo relacionado a la planta. Desde entonces, en el ejercicio de llevar cannabis a la sociedad puertorriqueña, han aparecido dificultades que expertos detectaron a través de sus averiguaciones.

Un estudio reciente de la Universidad de Puerto Rico, dirigido por Ian C. Rodríguez Mercado exploró este fenómeno utilizando métodos estadísticos avanzados, como el índice de asequibilidad (medida que compara el costo de un bien o el costo de vida en una región con el de otras regiones o con un indicador de ingresos personales) y el coeficiente de Gini (indicador que mide la desigualdad en la distribución de los ingresos de una población), para analizar cómo los factores socioeconómicos y geográficos afectan el acceso a esta medicina.

¿Cómo se reparte el cannabis entre las zonas urbanas y rurales en Puerto Rico?

Zonas urbanas

Aunque los municipios urbanos parecen presentar una mayor asequibilidad debido a ingresos más altos y precios más bajos, también sufren la desigualdad en términos de acceso. El alto coeficiente de Gini calculado muestra que el 66.67% de estos municipios experimenta alta desigualdad. Pero ¿a qué podría deberse la falta de acceso en la zona urbana?

La investigación señala que la desigualdad no solo se manifiesta en la asequibilidad general, sino también en la distribución y densidad de dispensarios que, aunque sean más numerosos en áreas urbanas, no aseguran equidad en el acceso​.

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En estas áreas existen marcadas diferencias en los niveles de ingreso, lo que implica que, aunque el costo del cannabis medicinal sea relativamente económico en promedio, no todos los ciudadanos pueden pagar el mismo precio. Las personas de ingresos más bajos dentro de la misma zona urbana enfrentan una barrera para acceder a su tratamiento.

El costo de vida en municipios urbanos suele ser alto, lo que afecta la disposición y capacidad de pago para otros bienes, como el cannabis medicinal. Las personas de menores ingresos tienen que priorizar otros gastos esenciales, lo que reduce su capacidad de adquirir cannabis medicinal, incluso pudiendo obtenerlo por cercanía.

Por ejemplo, en San Juan, Carolina y Bayamón, la presencia de múltiples dispensarios de cannabis contribuye a una competencia que mantiene los precios accesibles para sectores más pudientes. Sin embargo, dentro de estos mismos municipios, el acceso no es igualitario, pues los altos ingresos en algunas áreas urbanas contrastan con los bajos ingresos de otras en la misma zona, una disparidad en la capacidad de los ciudadanos para adquirir cannabis medicinal.

Zonas rurales

Por otro lado, los municipios rurales que están en la región suroeste, como Guánica y Yauco, enfrentan una combinación de bajos ingresos y precios altos, lo que resulta en un acceso reducido para sus residentes. Según el estudio, estos municipios no solo cuentan con un menor número de dispensarios, sino que sus características socioeconómicas limitan aún más el acceso a tratamientos esenciales.

“El 90.48% de los municipios rurales se encuentra con una alta desigualdad”, confirman los resultados de la investigación.

Esto resalta una problemática de logística y disponibilidad en las zonas rurales, donde los residentes deben recorrer largas distancias para acceder a los dispensarios más cercanos, una situación que incrementa los costos.​

“Puerto Rico actualmente pasa por una de las crisis económicas más severas que han ocurrido en su historia; la misma ocasionó aumentos en el desempleo, ausencia de retiros, estancamientos en salarios, entre otras”, señalan los investigadores dejando entrever que el contexto actual también influye en la repartición del cannabis.

Acceso al cannabis medicinal en Puerto Rico: conclusiones

La investigación también reveló que factores como la educación, la edad y la oferta de dispensarios influyen. Los resultados del modelo estadístico de regresión lineal múltiple utilizado indicaron que la asequibilidad es elástica en relación con el nivel educativo. En términos simples: un mayor nivel de educación se correlaciona con una mayor capacidad para acceder a esta medicina.

Al parecer, “todos los municipios superaron el límite de asequibilidad establecido, lo que significa que todos los municipios de Puerto Rico brindan acceso”. Sin embargo, la cantidad de dispensarios por municipio muestra una relación inelástica con la asequibilidad. Lo que implica que, aunque la presencia de más dispensarios en áreas urbanas mejora el acceso, su efecto es limitado en las zonas rurales donde estos establecimientos son escasos​.

Incluso si se incrementa el número de dispensarios en estas áreas, la asequibilidad del cannabis medicinal no mejoraría sustancialmente debido a los bajos ingresos de la población y la distancia a los lugares de acceso.

Desde el equipo científico sugieren la implementación de políticas públicas que no solo incrementen la cantidad de dispensarios en áreas rurales, sino que también consideren incentivos económicos y subsidios para reducir el precio del cannabis medicinal en los municipios con menor ingreso per cápita.

Además, plantean la posibilidad de ejecutar programas educativos que mejoren el conocimiento sobre los beneficios del cannabis medicinal, especialmente en zonas con menores niveles de educación formal, lo que podría ayudar a equilibrar el acceso en toda la isla​. Y, como se encontró una elasticidad en la educación y una relación unitaria respecto a la edad, también sugieren que mejorar la educación y la información sobre el cannabis podría contribuir a aumentar el nivel de acceso en las zonas rurales.

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