El Año de Milei, la Izquierda ‘De la Facu’, el Futuro del Peronismo y Cannabis Legal: ‘Cabaret Voltaire’ al Desnudo

Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, el scrolleo del teléfono celular nos invita a ser espectadores y participantes de las discusiones que proponen los canales de streaming de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, provocando asambleas digitales en cuanta red social o plataforma esté al alcance de nuestra mano. 

Escapando de los algoritmos, las keywords y el microclima, una transmisión de contenido multimedia propone debatir, pensar, reírse de la idiosincrasia argentina, esa que habita en la política nacional, pero también en nuestras costumbres culturales. 

Creando un espacio enriquecedor por la variedad de nombres rutilantes y pensamientos políticos dispares, Cabaret Voltaire, el stream realizado desde la ciudad de Rosario conducido por Tomás Trapé y Mauricio Vera, cerró el 2024 como una de las sorpresas más gratas y necesarias del amplio universo de transmisiones en vivo. 

Streaming made in Rosario

A contrapelo del ombliguismo, costumbres que sostienen aquel añejo refrán que indica que “Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires”,  lo más trascendental de Cabaret Voltaire no fueron, en principio, los nombres que comandaban el proyecto. 

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Ajenos a las figuras que vemos en los carteles de la Avenida General Paz o en Avenida Juan B. Justo, más precisamente por las cercanías de la concentración de medios digitales en Palermo, estos dos comunicadores llegaron a los ojos y oídos de una audiencia que se encontraba huérfana de espacios en donde pensar, pero también de escuchar. 

“No sé si quiero saber el por qué del éxito de Cabaret Voltaire. Ser demasiados conscientes nos quitaría algo de naturalidad. Dejaríamos de ser genuinos, por eso prefiero ignorar algunas cosas”, analiza Trapé, politólogo y co conductor del ciclo que emite la señal rosarina Brindis TV todos los domingos por la noche.

“No queda muy humilde que lo diga yo, pero creo que todo lo que funciona hoy día pasa por ahí”, expresa con complicidad Mauricio, ampliamente conocido hasta hace poco en redes sociales como Otaku de Perón. “A Guillermo Moreno, Juan Grabois y en su momento a Cristina les va y les ha ido bien porque cuando uno se sienta a escucharlos tiene la sensación de que le pueden decir algo nuevo. Lo contraintuitivo no siempre funciona, pero tiene más chances de generar un efecto que hacer exactamente lo que se espera de uno”, agrega. 

“Supongo que comerse las ‘s’ debe resultar exótico para muchas personas”, observa risueño Tomás. 

Y en cuanto a la batalla de Rosario versus el poderío porteño, Mauricio comparte su doctrina: “Soy de la filosofía de Mario Pergolini, no existe un ‘acá’, que es algo que él dijo en el Método Rebord”.

“Me parece que a partir de que se igualaron los medios técnicos podés montar un estudio. Ojalá esto derive en otros programas que se puedan meter en la conversación nacional desde cualquier punto del país”, desea.

Elecciones en Estados Unidos, debilidad por la polémica y especiales picantes

En su primera temporada hicieron tanto que rompieron con una lógica de producción periodística. Para los que desconocen el oficio, parte del trabajo implica pre producir entrevistados con cierta antelación para encastrar cada una de las piezas dentro de la grilla.

Ser equitativo en cuanto al tiempo que se crea para darle lugar a todas las voces forma parte de la cintura del oficio, algo que CB logró en un año de trabajo. Y con creces. 

“Lo lindo es que, por lo general, un comentario, un mensaje o una confianza previa, habilitó la conversación. Salvo excepciones, fueron personalidades que se acercaron a nosotros”, revela Tomás sobre la producción de invitados a lo largo del ciclo. 

Entrevistados de la diversidad de Luquitas Rodríguez, Santiago Cúneo, Agustín Rombolá, Duka y Tartu Tartúfoli son apenas un puñado de ejemplos de las voces que pasaron por el programa. 

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“Mi favorito fue el de Mayra Arena, y el empatadísimo segundo lugar se lo disputan los programas individuales de Marcelo Gullo y Pablo Yurman”, repasa Mauricio.

Sin embargo, la propuesta va más allá de los nombres propios, ya que los tópicos cáusticos son una parte fundamental para este “lugar para la controversia organizada y la transgresión (módica)”.

¿Algunos ejemplos antojadizos? El conflicto entre Palestina e Israel, La Cámpora, la representatividad política, el fenómeno libertario y la inteligencia artificial, fueron tan solo algunos de los tantísimos temas que se debatieron desde la mesa de Brindis TV durante este año.

Entre los hechos significativos, ambos conductores coinciden que la cobertura de las elecciones de los Estados Unidos para Crónica TV fue, tal vez, el hit del 2024 para el ciclo y, también, para sus desafíos personales. 

“De por sí era algo que veníamos soñando, algo así como una profecía autocumplida”, reflexiona Trapé sobre la cobertura especial que tuvo al dueto en la tierra del Tío Sam, representando a la señal de televisión de uno de los multimedios más reconocidos del país.

Dicho sea de paso, de las recurrentes visitas de Facundo Pedrini al programa, el director de noticias de la señal y autor del libro Argentina, una historia en placas, se sumó al videopodcast para robustecer a la dupla de conductores. 

“Fue de lo más desafiante que hice en mi vida, desde la resolución de lo técnico, a salir en cualquier momento del día por televisión nacional”, repasa Vera a propósito de lo que vivió durante aquel flash que lo llevó a cubrir la victoria de Donald Trump contra Kamala Harris en las urnas. 

Pero, ojo, Tomás advierte y, quizás, promete: “Tal vez ese viaje fue el hito que siente las bases de nuestro 2025”.

Milei, jóvenes de derecha, peronismo y progresismo

A un año de la asunción de Javier Milei, se da un acontecimiento tan insólito como estos tiempos: mientras la imagen del presidente crece y sus políticas avanzan, existe un grandísimo descontento en un sector de la población.

“Es un gobierno raro, difícil de entender y de explicar”, analiza Tomás. Y sigue: “Probablemente, sea un fenómeno que se comprenda más en la decadencia de sus competidores”, hace foco en las debilidades del kirchnerismo y el PRO.

Por caso, Vera se manifiesta sorprendido por el primer gobierno libertario de la historia argentina: “Me parece que le fue mucho mejor de lo que esperábamos. Milei nos genera resistencia porque todavía no caemos en lo mal que estamos, en lo viejos que quedamos y en lo poco representativos que somos”, indica un tanto autocrítico sobre el peronismo, un hombre que se define como “un peronista intenso de redes sociales” en su perfil de Instagram.

“Había un candidato enojado y la gente estaba enojada. Tampoco hay que ser solemnes a la hora de hacer análisis ni generar cuadrantes en los que el bien está de un lado y el mal del otro”, sintetiza Tomás. 

“Milei, con nada (o al menos con mucho menos que nosotros) nos ganó. Y nos ganó bien, además”, completa Mauricio y le pasa la pelota al peronismo, esperando que el movimiento de masas la devuelva redonda, nuevamente. 

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“El peronismo se quedó sin predicadores y sin referentes que quieran cumplir su rol histórico. La generación intermedia, digamos los mayores de 35 o menores de 45 que es la que tendría que estar pujando por la revolución nacional, no está dispuesta a disputarle a la generación anterior, entre otras cosas”.

Los movimientos progresistas que formaron parte de un extenso período en Argentina y América Latina parecerían entronizar, hoy en día, una representatividad que llevó a chocar la economía. O, al menos, esa es la postura general de los jóvenes que ven a las políticas de derecha como la única alternativa para el orden económico y social. 

“La derecha, duela lo que sea que duela, sí propone cambiar el mundo y logra convencer de que lo pueden lograr”, observa Vera.

Miles y miles de dedos acusatorios en la virtualidad indican que ser de izquierda o “progre” ya no es sinónimo de rebeldía ni de una buena visión del futuro. Más bien expone debilidad, pasos erráticos y hasta una herejía sobre las “buenas costumbres”.

Recogiendo el guante, Tomás analiza corriendo a la RAE de la ecuación: “La palabra progresismo entró en decadencia junto a los discursos que fue abrazando. En algún momento era una palabra que generaba orgullo. Era la identidad de una serie de gobiernos populares y expansivos en la región, pero en algún momento, eso entró en crisis”. 

Y agrega: “Cuando alguien señala a otro de ‘progre’ le está diciendo que es un frívolo y que es un hipócrita. Por eso hay que entender los usos populares del lenguaje. Siempre es de abajo hacia arriba. Por eso es necesario preguntarse qué es lo que pasó para hacerse cargo y no tirar la pelota afuera”. 

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Tanto Javier Milei como su troupe de seguidores utilizan mil y una frases y etiquetas para catalogar a la izquierda como un movimiento dañino. Algo que, para quienes eligen discutir la política con buenos modales, resulta complejo a la hora de sentarse en la misma mesa a debatir.

Entonces, ¿quién generó el consenso para que el presidente argentino exprese frases como “zurdos empobrecedores” sin siquiera ruborizarse?

“Respecto a la izquierda tradicional como partidos marxistas-leninistas, trotskistas,  maoistas, y yendo más a la Argentina, la pregunta sería cuáles son los grandes actos de rebeldía que están encabezando ahora”, se pregunta Mauricio.

Y sigue: “Si la promesa de la izquierda es militar en la facu y cada tanto cortar una calle sabiendo en el fondo que de ninguna manera vas a incomodar de ninguna forma a nadie con poder, a mí como joven tampoco sé si me interpelaría”.

Cannabis y presencia del Estado

Mientras el recambio presidencial se yergue cada cuatro años, existen diversas políticas ejecutadas al compás de las demandas sociales. Sin embargo, el activismo cannábico se sostiene entre tantos cambios de signos políticos.

Situaciones como las demoras en el acceso al cannabis medicinal vía REPROCANN o las incipientes regulaciones del uso industrial de la planta, requieren decisiones gubernamentales inalterables, sea cual fuere el gobierno de turno. O, al menos, es la visión de Mauricio Vera sobre los derechos de los usuarios de la marihuana en Argentina. 

“Yo me reconozco como consumidor esporádico”, se confiesa Otaku de Perón. Y arremete: “Si el alcohol está legalizado, no entiendo la lógica de no legalizar el cannabis”.

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“Por ahí, con el autocultivo, la marihuana no se convierte en un mercado tan peligroso como el de otras sustancias, pero siempre me va a parecer mejor que el Estado regule qué se mete la gente en el cuerpo y cuáles son los canales de comercialización”, agrega.

Por su parte, Trapé no expresa favoritismos por la planta, pero interpreta que la penalidad por su consumo es algo injusto, considerando las dinámicas cambiantes de la sociedad.

“No soy consumidor, pero entiendo que estamos en un escenario de prohibiciones en el que pierde la mayoría y ganan unos pocos. Por eso comprendo que el Estado tiene que hacer algo. Las sociedades son diferentes y complejas,  pero en principio te diría que estoy a favor de la despenalización”, concluye.

Cabaret Voltaire 2025: año de elecciones

Preguntar por la segunda temporada de Cabaret Voltaire es pecar de ansioso. Apenas pasaron pocas horas de su último programa cosecha 2024. 

Entonces, ¿qué sigue para estos dos jóvenes streamers? ¿Continuarán en Brindis TV? ¿Cómo pegará de lleno un año de elecciones legislativas en el proyecto?

“Producto de un gran año llegaron ofertas y oportunidades, así que llegará el momento de tomar decisiones”, medita Tomás desde el Parque España de Rosario, mirando el ancho del río y viendo los barcos pasar. 

“No quiero perder esto, porque a mí Rosario me gusta. Tal vez el 2025 me encuentre pivoteando entre Buenos Aires y Rosario. Entiendo que son las reglas del juego”, reflexiona el campeón de “La Pelea del Año”, contienda pugilística organizada por Marvel Food Rosario y el canal de streaming Mix On en la que venció al comediante Nahuel Cantero. 

“Posiblemente, sea el más movido de mi vida”, expresa con vértigo Mauricio Vera. “Seguramente, así como la cobertura de las elecciones de Estados Unidos, tengamos proyectos de distintos tipos en colaboración con otros medios, pero seguimos firme en Brindis”, cierra con mensaje de alivio para su comunidad.

¡Salud, Cabaret Voltaire! 

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