El Éxito del Cannabis Legal en EEUU: USD 24.700 Millones en Impuestos y Menos Consumo Adolescente

• EEUU recaudó USD 24.700 millones en impuestos al cannabis desde 2014.
• El uso adolescente bajó tras la legalización en la mayoría de los estados.
• Los fondos se destinan a educación, salud, equidad y prevención.

Más de una década después del inicio del experimento de legalización del cannabis en EEUU, estado por estado, los resultados ya no son teóricos. Los datos oficiales confirman lo que los primeros defensores anticiparon y los críticos temían: el cannabis legal está transformando las políticas públicas. Los números cuentan una historia clara, sustentada en miles de millones en recaudación fiscal estatal y una disminución comprobable en el uso de marihuana entre adolescentes.

Según dos informes publicados por Marijuana Policy Project (MPP), las ventas de cannabis legal para uso adulto han generado más de USD 24.700 millones en ingresos fiscales estatales desde 2014. Gran parte de ese dinero se está destinando a educación, salud, infraestructura, prevención del consumo problemático y reinversión comunitaria. Al mismo tiempo, el consumo de cannabis entre adolescentes ha disminuido en la mayoría de los estados donde es legal, desmintiendo el temor persistente de que la legalización aumentaría el acceso y uso entre los jóvenes.

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“La legalización no incrementa el consumo de cannabis en adolescentes. De hecho, la evidencia sugiere lo contrario”, afirma el informe sobre el impacto juvenil del MPP.

El impacto de los USD 24.700 recaudados en impuestos al cannabis

Las ventas de cannabis para uso adulto comenzaron en Colorado y Washington en 2014. Desde entonces, la recaudación fiscal ha crecido de forma constante en más de 20 estados que ahora regulan el cannabis recreativo.

Solo en 2024, los estados recaudaron más de USD 4.400 millones, marcando un año récord. Para marzo de 2025, la recaudación total por impuestos al cannabis había alcanzado los $24.700 millones, según datos del MPP.

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Los cinco estados que más han recaudado hasta la fecha (hasta 2024) son:

• California: USD 6.720 millones
• Washington: USD 4.620 millones
• Colorado: USD 2.620 millones
• Illinois: USD 2.420 millones
• Michigan: USD 1.620 millones

Otros estados que han superado la marca de los mil millones de dólares incluyen:

• Nevada (USD 1.260 millones)
• Massachusetts (USD 1.200 millones)
• Oregón (USD 1.130 millones)

Estos montos reflejan únicamente los impuestos estatales sobre el cannabis recreativo (ventas y uso). No se incluyen los ingresos por cannabis medicinal, tasas de licencias, impuestos federales ni impuestos municipales, que en algunos casos aportan decenas de millones adicionales (por ejemplo, Denver recaudó un estimado de USD 39,6 millones en 2024).

¿A dónde va el dinero de los impuestos al cannabis? Servicios públicos y equidad

La legalización del cannabis no solo está generando ingresos, también está financiando prioridades públicas en casi todos los estados que regulan el uso adulto. Aunque cada estado asigna los fondos de forma distinta, el informe del Marijuana Policy Project detalla cómo los impuestos al cannabis están apoyando desde la educación y la infraestructura hasta la salud mental, la vivienda y programas de equidad.

Algunos ejemplos clave del uso de los fondos recaudados:

• California destina ingresos del cannabis a cuidado infantil, programas ambientales y reinversión comunitaria. En 2023 y 2024, se otorgaron más de USD 50 millones en subsidios comunitarios cada año.
• Colorado ha asignado más de USD 934 millones al sistema público de educación desde que se legalizó el cannabis. En 2024, recaudó USD 237,4 millones en impuestos al cannabis, más de cuatro veces lo recaudado por impuestos al alcohol en 2023.
• Illinois dirige el 25 % de sus ingresos por cannabis al programa R3 (Recover, Reinvest, and Renew), que apoya a organizaciones locales en comunidades afectadas por la criminalización. Desde que comenzaron las ventas de cannabis legal, el fondo ha recibido más de USD 380 millones.
• Michigan distribuye sus ingresos en un 35 % al Fondo de Ayuda Escolar, 35 % al Fondo de Transporte y 15 % a municipios y condados con negocios de cannabis. En 2024, más de USD 116 millones fueron para cada fondo estatal y USD 99,4 millones a gobiernos locales.
• Nevada asigna el 100 % de su impuesto minorista estatal del 10 % al Fondo de Educación Estatal. En 2024, esto representó USD 107,8 millones para apoyar la educación K–12.
• Massachusetts financia con estos ingresos programas juveniles, campañas de concientización y el nuevo Fondo Fiduciario de Equidad Social, que ya distribuyó USD 26 millones a empresas en todo el estado.
• Arizona reparte sus ingresos con precisión: 33 % a universidades comunitarias, 31,6 % a policía y bomberos, 25,4 % a transporte, y 10 % a salud pública y programas de justicia.
• Alaska destina el 50 % de sus impuestos al cannabis a un fondo de reducción de reincidencia y otro 25 % al Fondo de Educación y Tratamiento sobre Marihuana.
• Nueva York reparte 40 % de sus ingresos al sistema educativo, 40 % a reinversión comunitaria y 20 % a programas de tratamiento de drogas y educación.
• Maryland asigna el 35 % a su Fondo de Reintegración y Reparación Comunitaria, y el resto a asistencia empresarial, gobiernos locales y fondos de salud pública.
• Vermont canaliza sus ingresos a programas extracurriculares y de verano, especialmente en zonas vulnerables.

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Desde la equidad social hasta el financiamiento escolar, estos ejemplos muestran cómo la legalización del cannabis está moldeando políticas fiscales proactivas en todo Estados Unidos.

El uso de cannabis en adolescentes disminuyó en la mayoría de los estados que legalizaron

A pesar de los temores iniciales de que la legalización del cannabis aumentaría el consumo entre adolescentes, los datos muestran una tendencia opuesta. Según el informe del Marijuana Policy Project —basado en encuestas oficiales estatales y federales—, en 19 de los 21 estados con datos comparativos antes y después de la legalización, las tasas de consumo de cannabis entre estudiantes de secundaria disminuyeron.

Datos nacionales que refuerzan la tendencia, de acuerdo a CDC y Monitoring the Future:

• 8.º grado: bajó del 7,2 % en 2011 al 4,3 % en 2024 (−40 %)
• 10.º grado: del 17,6 % al 9,5 % (−46 %)
• 12.º grado: del 22,6 % al 16,2 % (−28 %)

Además, el acceso al cannabis también disminuyó. Entre estudiantes de 10º grado, el porcentaje que decía que era “fácil” o “muy fácil” conseguir marihuana bajó del 68,4 % en 2011 al 41,2 % en 2024.

El informe lo resume así:

“Desde que los estados comenzaron a legalizar el cannabis para adultos en 2012, los datos de Monitoring the Future muestran disminuciones del 28 % al 46 % en el consumo de marihuana en los últimos 30 días en los tres niveles escolares evaluados, junto con descensos significativos en el porcentaje de jóvenes que reportan acceso fácil a la sustancia”.

Datos a nivel estatal:

• Colorado: uso en secundaria bajó del 22 % en 2011 al 12,8 % en 2023
• Washington (10.º grado): del 20,0 % en 2010 al 8,4 % en 2023
• California (9.º grado): del 12 % en 2013–2015 al 6 % en 2019–2021
• Arizona (10.º grado): del 17,0 % en 2018 al 7,8 % en 2024
• Nueva York (excepto NYC): del 17,9 % en 2019 al 12,0 % en 2023

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Una posible explicación es que la legalización cambió quién tiene el control sobre el acceso.

Según el informe:

“En el mercado ilegal, nadie verifica la edad antes de vender marihuana. Donde el cannabis es ilegal, son los propios estudiantes quienes a menudo la distribuyen entre sus pares”.

Por el contrario, las tiendas con licencia cumplen con controles de edad de forma estricta, limitando el acceso a menores. Además, los impuestos al cannabis suelen financiar programas educativos y de prevención, como actividades extracurriculares, lo que refuerza los esfuerzos para reducir el consumo juvenil.

El panorama nacional se vuelve más claro para EEUU

A medida que más estados legalizan y regulan el cannabis para uso adulto, los datos de largo plazo se consolidan y se vuelven difíciles de ignorar. La temida ola de consumo juvenil no se ha producido. Los ingresos fiscales estatales continúan creciendo. Y los fondos del cannabis están financiando bienes públicos: desde educación e infraestructura hasta programas de equidad social.

No son proyecciones hipotéticas: son cifras extraídas de informes de departamentos de impuestos, encuestas federales y datos de agencias de salud.Y revelan una tendencia clara: cuando los estados trasladan el cannabis del mercado ilícito a uno regulado, el resultado no es el caos, sino una mejor alineación de políticas públicas.

Lo que comenzó como un experimento audaz en Colorado y Washington hoy se convirtió en un caso de estudio a nivel nacional sobre cómo la regulación puede promover la salud pública y la estabilidad fiscal. Para los legisladores que aún dudan en avanzar con reformas, los números ya no dan tantas razones para demorar, sino más motivos para diseñar legalizaciones bien pensadas, con objetivos claros y mecanismos de control efectivos.

Vía Forbes, traducido por El Planteo

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Portada: Canva