Ernst Jean-Joseph: el Primer Jugador Expulsado de una Copa Mundial por Dopaje

El mundial de Alemania 1974 tuvo entre los seleccionados debutantes a la modesta Haití, dando sus primeros pasos en la élite del fútbol. El inicio de los 70 trajo algunos resultados alentadores para el país caribeño. Entre ellos, la obtención de un hexagonal que lo clasificó a la Copa del Mundo, bajo la atenta mirada de Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier, gobernador de facto haitiano.

En su debut, Haití logró sorprender a los 53 mil asistentes al Estadio Olímpico de Múnich. Aquel primer encuentro contra Italia comenzó con una victoria gracias a un gol del delantero Emmanuel Sannon. Sin embargo, la algarabía solamente duró seis minutos. Rivera, Benetti, y Anastassi revirtieron el resultado en favor de los italianos, aunque la selección haitiana se había hecho respetar ante los bicampeones en 1934 y 1938.

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Aquella derrota decorosa tenía entre los nombres destacados al goleador mencionado y al defensor Ernst Jean-Joseph, quien cosechó múltiples elogios por haber evitado una derrota aún mayor, disimulando el mal desempeño de sus compañeros en defensa. No obstante, este seleccionado sufriría un nuevo traspié. Aunque, esta vez, fuera del campo de juego.

El futbolista de rendimiento aprobado en la defensa caribeña dio positivo en fenmetrazina, un fármaco estimulante tan potente como la anfetamina. Por su parte, en búsqueda de clarificar lo sucedido, en la apelación que otorga la contraprueba, desde el cuerpo médico del seleccionado fueron determinantes: “Jean-Joseph jugó dopado”.

Mirá la historia de Ernst Jean-Joseph: dopaje, expulsión y tortura

El jugador alegó que tomaba Preludium (la marca más conocida de fenmetrazina) para contener las crisis de asma, recomendado por el médico de la familia, sin saber que el medicamento contenía sustancias prohibidas por la federación de fútbol. Así las cosas, la historia ya estaba escrita: el comité organizador expulsó a Ernst de la Copa del Mundo.

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Mientras la plantilla residía en el hotel a la espera del encuentro contra Polonia, agentes de la policía haitiana secuestraron al jugador a la vista de todos sus compañeros. De camino al aeropuerto, fue violentamente golpeado bajo la supuesta orden del dictador Jean-Claude Duvalier, quien habría ordenado que llegase vivo al país, pero “desfigurado e irreconocible”.

Por su parte, la historia deportiva continuó en declive para los haitianos, quienes visiblemente afectados por lo sucedido, se despidieron con derrotas 0-7 contra Polonia y 1-4 ante Argentina, cerrando abruptamente su única participación mundialista.

En cuanto a Jean–Joseph, fue llevado a un campo de concentración, en donde sufrió torturas de todo tipo. Sin embargo, fue indultado dos años después, lo que le permitió disputar apenas un puñado más de partidos para la Selección, entre un breve paso por los Estados Unidos para luego jugar sus últimos años en la liga haitiana.

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Al cabo de su retiro voluntario del verde césped, optó por evitar a la prensa y hablar sobre aquel fatídico episodio, corriéndose de la escena pública y acompañado por su entorno familiar, quienes hicieron saber los motivos: “Una de las razones por las cuales él odia hablar sobre lo que aconteció es la vergüenza que siente haber traído a Haití. Prefiere olvidar que eso aconteció”.

Finalmente, falleció de un infarto en su hogar el 14 de agosto de 2020. Atrás quedó aquel efímero momento de gloria de todo un país en la memoria, tan presente como aquel hecho tristemente célebre: haber sido el primer expulsado de una Copa Mundial por dopaje.