Previas y ‘Stoner Games’: Conocé Fumanyi, un Juego de Mesa para Jugar ‘Re Loco’

“Si tengo que consultar con el abogado si esto se puede hacer o no, es que voy bien”. Quien habla es Javi de la Fuente, publicista, responsable de la editorial de juegos Poppular y creador de Fumanyi, el primer “fuming game” de la República Argentina.

¿¡Qué!? ¿Fuming game? Bueno, así le llaman en el sello Poppular a estos “juego para fumar”. Vamos de a poco, sequita a sequita.

Hace cinco años, cuando de la Fuente se destacaba como creativo publicitario en campañas como las de Orange is the New Black con Moria Casán o la de House of Cards tuiteándole a Federico Pinedo, dijo “hasta acá, ya está” y dio un vuelco a su carrera: inspirado en Jumanji, sacó Con eso no se jode, un juego de mesa lleno de humor negro.

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Súbitamente, inflado por esa idea de cambiar de aires, se mandó a desarrollar un juego desde cero, sin experiencia y con muchas, muchas ganas. “No había algo similar acá”, cuenta de la Fuente a El Planteo. “Ninguno tan extremo”.

La vida es un juego

Así, con una tirada inicial de 100 ejemplares (mitad las regaló, mitad las vendió en Mercado Libre), Con eso no se jode empezó a llamar la atención en Twitter. “Se agotó enseguida, sin pensar que podía ser un proyecto de vida”.

El desarrollo de juegos empezó a coparle mucho más que la actividad publicitaria y, enseguida, con el primer envión, sacó Fumanyi, en el que –según cada consigna- los participantes deben fumar porro.

“Con Fumanyi y Con eso no se jode, mis dos caballitos de batalla, estoy creciendo y remándola”, cuenta.

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¿Su slogan? “Diversión para gente con problemas”. ¿El core de su oferta? Juegos con temáticas específicas y, sí, nadie lo va a negar, “un poco borders” (Javi de la Fuente dixit).

El nacimiento de un catálogo

Tras el éxito de Fumanyi apareció Refumanyi, una especie de expansión del original con unas 100 cartas nuevas. Y, en simultáneo, el crecimiento de Con eso no se jode con sus versiones 1, 2, 3 y Ataúd, una edición premium. También, por ahí, apareció el Mazo Nude, el Mazo Argento y su par el Mazo Yorugua, que reemplazan a las cartas españolas clásicas por personajes domésticos, según corresponda.

“También sacamos el Morbópoly, gratis, para descargar. Nos mandás un mail y te lo enviamos. Es como una parodia del Monopoly con consignas de mierda”.

¿Lo que viene? “Un Mazo Argento pero de memes argentinos. Y uno de ellos será, justamente, el de Moria en Orange is the New Black. El de ‘bueno, mamita, hacé lo que se te cante’”, adelanta. “Porque, al final, todo tiene que ver con todo”.

Si hay drinking games, debería haber ‘fuming games’

La creación del Fumanyi parte desde la más pura originalidad, de suplir una ausencia, de generar una oportunidad. Digamos, de una necesidad del mercado.

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En sus palabras: “No existía un ‘drinking game’ para fumar porro. El tono es súper propio. Hay un montón de juegos para previas. Muchos son adaptaciones de ideas de afuera, que están argentinizadas. Y otros son más para tomar. A mí me gusta girar la cámara e ir más a la periferia: ‘¡hagamos un juego para fumar porro!’”

Y sigue: “Si existe esto, ¿cómo no va a existir aquello? Si hay juegos para tomar y, además, la gente fuma… ¿por qué no va a existir un juego para esas personas? Por ejemplo, yo fumo más de lo que tomo. Asumámoslo: es un espacio que existe, ya que juego y porro van de la mano”.

El ingreso al seno de la cultura cannábica

Desde ahí, Fumanyi le abrió la puerta a los growshops y, a partir de ese canal, todo el catálogo de Poppular empezó a vincularse con la cultura cannábica. “Como laburamos con las grandes distribuidoras, si vas a cualquier grow, es muy probable que tengan los juegos”.

En ese sentido, Fumanyi capturó la esencia del momento recreativo del porro y le sumó la gracia de las consignas 420.

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Por eso, Fumanyi es un juego que armó comunidad y hoy en Instagram junta a casi 60.000 personas. “Estamos viendo si sacamos otro tipo el Ataúd, pero de la línea Fumanyi. Un Fumanyi Cosecha Especial”, dice.

Entretanto, Javi de la Fuente ya está cocinando nuevas ideas y una de ellas anida en la marihuana: más precisamente en la “marihuelta”, una de esas “vueltas a la manzana fumado”.

“Lo bueno de hacer todo inconscientemente es que si te dicen que ‘en cinco años tenés que hacer todo esto’, no te metes. Pero, de la manera que lo encaramos, no te das cuenta. Ahora estamos en un buen momento para los juegos independientes y para los juegos de previas”, revuelve.

El mágico mundo de Fumanyi

Con su estirpe original, el Fumanyi le llega a jóvenes de entre 18 y 25 años pero con un público hardcore de entre 25 y 35.

Ahora bien, ¿cómo fue la experiencia creativa de Javi de la Fuente con el Fumanyi? Curiosamente (¿o no?), no fumó tanto porro mientras lo gestó pero sí, obviamente (¿o no?), lo hizo cuando lo testeó junto a sus amigos.

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“El Fumanyi tiene como 100 cartas y las jugamos las 100. La clave es probarlo y saber el efecto que generan. Imaginate cómo quedamos”.

El hombre de Poppular fuma para instancias ociosas pero elige separar el laburo del churro. “Prefiero estar más concentrado. Cuando termino, me relajo y me prendo uno. Para la creatividad, trato de no estar fumado”, cuenta.

Asimismo, es muy probable que Fumanyi ensanche su universo y comience a tener nuevos productos vinculados a lo recreativo. ¿Un pikachu? “Puede ser, es una re marca”, cierra de la Fuente.

El Fumanyi se consigue en tiendas de todo tipo por el costo de $2400 pesos argentinos. El dato corresponde a septiembre de 2022.