De Aimar a Dylan: Una Rapsodia de Ídolos Populares (Y No Tanto)

Tu ídolo es un ídolo es un libro sobre ídolos. Una antología que incluye textos de ficción y no ficción sobre personajes famosos, músicos, futbolistas, actores y familiares que atravesaron la vida del periodista y dandy porteño Juan Manuel Strassburger. Nombres como Rosario Bléfari, Neil Young o Bob Dylan configuran evocaciones oníricas y vislumbran retazos de un ADN espiritualmente omnívoro.

Con los dedos encandilados, Strassburger se ceba y pinta lienzos sobre sus ídolos (que son ídolos; tuyos, míos, de todos, de algunos… ídolos, al fin y al cabo) y logra una extraña mezcla de nostalgia, humor y cariño. Y en este ovillo hay un hilo que parte con una mención a la sencillez de Jonathan Richman y termina con una situación breve que lo tiene como protagonista al historiador Félix Luna.

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En medio, obsesiones, amores, clichés y muchos caprichos: si Calamaro es Madrid, ¿¡Solari es Sicilia!? Un recorrido por situaciones reales y otras imaginarias que despejan la pretenciosa, rimbombante y desinflada “X” del “libro periodístico” y se abraza con buen ánimo a la aventura literaria, que es la aventura del hombre.

“Los textos fueron surgiendo de a poco, en diferentes ocasiones. Por ahí, era algo que disparaba la escritura, como cuando Trump fue elegido presidente y terminé escribiendo todas las reacciones de los famosos. O como cuando Dylan ganó el Premio Nobel y escribí ese texto shockeado por esa situación. Me di cuenta que había algo en común, que es como una fascinación”, describe el autor al Peak of the Week, la agenda semanal de El Planteo.

Con ilustraciones de Javi Punga, el libro maneja cierta frescura y su formato invita a una lectura saltarina: se puede flashear con el “rack” de Juanse o entristecerse con la muerte de Chris Cornell en el mismo envión. O bien, leer un texto, dejarlo reposar y volver a entrarle mañana. O empezar por la teoría que maneja sobre El Irlandés de Scorsese y terminar con esa exageración (aguante exagerar) que señala a Pablito Aimar como “bastante Pavement”. Igual puede ser.

Strass, que nunca despegó el póster de ningún ídolo porque –dice- “elegí bien a mis ídolos”, no se posiciona como un experto en ídolos pero, por su sensibilidad y aproximación, sabe rendirles culto, respetarlos, ponerlos en valor y promover su veneración.

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“A veces hay un discurso solemne y oficial de bajarle el precio a la idolatría, pero está en cómo se usa. Primero, porque es propio de la condición humana: los animales no tienen ídolos; los seres humanos, sí. Por otro lado, es una cuestión antropológica: están desde la época de las cavernas y hoy siguen existiendo. Me parece que te pueden servir mucho para hacer tu vida mejor. O, al menos, esa es mi tesitura”.

Tu ídolo es un ídolo, editado por Qeja, fue presentado este fin de semana en San Telmo junto a un show exprés y totalmente fuera de libreto del siempre impredecible Francisco Bochatón. “Pasa que lo quiero bocha a Bocha”, Strass dixit.

Al costadito del escenario, Salva, hijo de Strass, pibazo y –conociéndolo- muy posiblemente fan de Bochatón, observó todo con atención y con unas muecas que podemos adivinarle: “Mi papá también es un ídolo”. Y sus amigos, que lo vieron al pibe mirando a su padre y a su padre mirando a Bochatón, asintieron: Strass –también- es un ídolo.