Trivias Psicodélicas y Tabúes Modernos: Un Juego de Mesa Explora el Universo de las Drogas Legales (y de Las Otras)

¿En qué capítulo de Los Simpson se vio por primera vez a Homero fumar marihuana? ¿A cuántos grados se vaporiza el THC? ¿Cuántas hectáreas de cannabis llegó a cultivar en Luján la empresa Linera Bonaerense en los ’70? Si el conocimiento es poder, la data sobre el cosmos de las drogas se constituye -acá- como la carta para conseguir el triunfo.

Durante cinco años, los cerebros de Buró de Juegos estuvieron dándole vueltas y vueltas a Drogas Legales (y de Las Otras), el juego de mesa en el que se premia al cúmulo de datos irrelevantes, bizarros, oscuros, cómicos y tristes sobre uno de los máximos temas tabúes de la sociedad moderna. “Es un juego muy fácil de aprender y jugar”, ablanda Michel Fischman, uno de los autores de esta pieza de entretenimiento drogón.

Por caso, se trata del primer juego dedicado específicamente a las drogas de Buró de Juegos, uno de los principales creadores de juegos de mesa de la República Argentina. Sin embargo, en su cartera agrupan varios juegos pensados para el público adulto, entre ellos Amigos de Mierda, Decisiones de Mierda o el HDP, que tratan sobre temáticas transversales a la sociedad y allí, al menos tangencialmente, se toca el tópico “drogas”.

Desafiar a los estigmas y despertar la curiosidad

En ese sentido, Drogas Legales (y de Las Otras) forma parte de una línea de juegos llamada Datos No Opiniones, donde el objetivo se corre del clásico “pregunta y respuesta” y gana musculatura la intuición, el sentido común y la datita acumulada previamente.

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“Es un juego que trata de manera seria, pero con mucho humor, temas que tal vez son un poco más oscuros, picantes o tabúes, pero que existen. Y que a nosotros nos da curiosidad investigar. En lugar de los juegos clásicos de trivia, que te preguntan por geografía o por una serie de televisión, Drogas Legales (y de Las Otras) es un juego que aborda el tema de las drogas y su historia, con una perspectiva clásica, actual, de Argentina y del mundo”, explica Fischman.

Juego de drogas: diversión sin filtros

Su objetivo más nítido es divertir y, según palabras de su creador, “que la gente se olvide un poco de sus problemas y tenga un rato con amigos pasándola bien”. Asimismo, desde Buró pretenden estimular la curiosidad sobre diversos tópicos y seguir ahondando en “temas que garpan”.

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Obviamente, Drogas Legales (y de Las Otras) tiene sus reglas, modos, usos y costumbres pero, como es un juego sobre drogas, también se puede sanatear bastante, ¿qué tanto? “El manual dice que hay unas reglas pero si quieren pueden pasarse la noche leyendo las cartas y riéndose. Está todo bien también. Y hay un par de alternativas de juego así que no es necesario seguir las reglas ni un poco”.

Presentado como un juego de trivias, permite tirar para adelante la acción sin la necesidad de tener “respuestas exactas” ni tampoco “precisiones quirúrgicas”. Es decir, maneja un enfoque informativo cuyo sustrato también es el humor.

“Se trata de un juego basado en la intuición, así que el conocimiento ayuda, pero ni en pedo es imprescindible para jugarlo”, suma Fischman.

Una exploración psiconauta al humor

Pensado para un público +18 y aún con todo el bagaje de investigación seria y rigurosa, la creación de Buró funciona muy bien con personas descontracturadas y receptivas a la comedia. Entonces, marida muy bien con un churrito encendido girando de boca en boca. Y, a la sazón, las ilustraciones del brasilero André Luiz Kurman Merlín se expanden bajo ese compás con su trazo entre lisérgico, alucinógeno y delicadamente grafitero.

Así las cosas, entre las preguntas más descolgadas de un mazo de por sí descolgado, una que refiere a la cantidad de mandamientos que tiene la primera Iglesia Internacional del Cannabis, otra sobre la suma de dólares que gastaba Bob Dylan en heroína en los ’60 y oootra sobre cuántas veces dice “cucu” la versión original de “El Himno del Cucumelo” de Agrupación Mamanis.

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Creadores de experiencias

La producción de juegos de mesa nacionales gestados de las entrañas de Buró de Juegos viene ensanchándose con La Historia de la Selección, El Reviente del Rock y Sexo y Otras Chanchadas. Y, hoy, Drogas Legales (y de Las Otras) está siendo bien recibido por su público: “La respuesta viene muy positiva, la gente se copa con el juego. Quieren pasar la noche leyendo y curioseando entre amigos, que también garpa mucho”.

Hasta el momento, Buró de Juegos lleva publicados más de 100 juegos de mesa y por estos días están trabajando en uno de preguntas y respuestas… ¡Con trampas! “Es medio difícil de explicar. Creo que va a ser un cago de la risa. Lo estamos testeando con nuestros sobrinos”.

Además, están craneando un nuevo juego lisérgico en equipo y, mientras tanto, Drogas Legales (y de Las Otras), su última perlita, se inflama de humor negro, se engrandece con volutas de humo y se vuelve pop mientras la guardia esté baja, los sentidos activos y sepan en qué año se creó la metanfetamina o cuántas horas dura el viaje de ketamina.

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