De Dónde Viene y a Dónde Va el Mercado de Cannabis en Europa

Por Alastair Moore, cofundador y director de Hanway Associates.

La imagen global del cannabis europeo está cambiando, de nuevo.

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En el 2016, había muy pocos norteamericanos interesados en lo que estaba sucediendo en la otra orilla del Atlántico. Un par de los pioneros, entre ellos Brendan Kennedy de Tilray, estaban en Londres recaudando dinero y hablando con los encargados de formular políticas. Los investigadores, grupos de defensa y activistas constituían el 95% del “sector del cannabis” legal europeo.

Cuando Alemania legalizó el cannabis medicinal en el 2017, algo cambió. El cannabis europeo, y las oportunidades comerciales que vendrían con él, eran ahora una posibilidad muy real. Las licencias se volvieron muy solicitadas y los ejecutivos de las compañías canadienses comenzaron a volar para reunirse con políticos, reguladores y, en algunos casos, con coroneles del ejército.

Adquisiciones y jugadores canadienses

El frenesí comercial realmente aumentó a principios del 2018 con la adquisición de Nuuvera por parte de Aphria. La empresa canadiense era valorada por sus activos estratégicos, que incluían varias licencias y asociaciones en Europa. Más tarde este mismo año, los responsables políticos del Reino Unido cedieron a la presión pública para permitir el acceso a los medicamentos de cannabis. Ahora se sentía real.

Pero entonces vino el 2019 y las cosas comenzaron a tambalearse un poco. Para entonces, los operadores norteamericanos habían recaudado enormes cantidades de dinero, tanto en el mercado privado como en el público. El objetivo explícito de muchas de estas recaudaciones era entrar al mercado europeo, destacado por su gran potencial de población de pacientes medicinales. Los inversores esperaban que las buenas noticias siguieran llegando, y rápido.

En el 2020 se produjo la retirada de varios grandes operadores canadienses del mercado médico del continente. Esto modificó la dinámica de poder en la región. Algunos operadores declararon su intención de seguir centrándose en los mercados médicos europeos. Sin embargo, es evidente que los mercados nacionales de uso adulto y las oportunidades que se aproximan rápidamente a los Estados Unidos presentaron más ingresos inminentes.

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Pero, ¿por qué ocurrió esto? Fundamentalmente la cuestión es que el ritmo de aplicación de las políticas fue mucho más lento de lo que muchos inversores querían o esperaban. Las diferentes actitudes culturales y políticas de los del otro lado del Atlántico también son en parte responsables.

El excepcionalismo europeo

Lo especial del ecosistema europeo de cannabis medicinal es que es únicamente europeo. Ha desarrollado su propia perspectiva regional de cómo quiere regular el cannabis y aplicar programas de acceso. En este proceso, ha desarrollado su propio instinto empresarial.

Si se comparan las dos cubiertas de los inversores de ambos lados del Atlántico, se pueden ver rápidamente las diferencias en la forma en que se habla de la cannabis como medicina, en la forma en que debe ser controlada y en las preocupaciones específicas de cada región que sus defensores deben abordar.

Una mezcla de asistencia sanitaria socializada, una herencia farmacéutica y el hecho de haber llegado más tarde que los EEUU y Canadá al juego ha creado un enfoque médico estricto de las medicinas de cannabis, que está (en su mayor parte) con la veta del establecimiento médico, no en contra.

Cannabis para uso recreativo

El fantasma del cannabis recreativo acecha a los responsables políticos europeos, temerosos de implementar un sistema médico que pueda ser abusado. Para evitarlo, la mayoría de los países han puesto en marcha complejos sistemas de reglamentación. Estos están destinados a vigilar o controlar estrictamente el acceso a los medicamentos de cannabis.

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Para jugar en Europa hay que tener tiempo para jugar a largo plazo -educando a los médicos y al público- o tener el respaldo financiero para jugar en un modelo de capital intensivo que favorezca a las empresas farmacéuticas. Agreguemos el factor de una gran y real oportunidad a la vuelta de la esquina, y podemos ver por qué muchos norteamericanos decidieron cambiar de táctica.

Europa tiene muchas ventajas estructurales. Su mano de obra altamente calificada, la presencia de importantes centros de investigación sobre cannabis, como el Observatorio Español del Cannabis Medicinal y la Asociación Internacional de Medicamentos Cannabinoides, los organismos de apoyo a la inversión extranjera y un número cada vez mayor de fondos específicos para la marihuana, la convierten en un lugar atractivo para crear un negocio de cannabis.

Aprovechar su potencial

Las proyecciones de mercado y los analistas financieros señalan la gran población de Europa y hablan de cómo la demanda de cannabis superará todas las expectativas en los años venideros. ¿Pero cómo un mercado naciente que lucha por encontrar su lugar se convierte en el gigante que se espera que sea algún día?

La promesa de inversión extranjera, de creación de empleo y de crecimiento económico es seductora. Pero el camino hacia un sector sostenible y comercialmente rentable es largo, y Europa está recién empezando.

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Sin empresas que aborden las preocupaciones de los reguladores en torno a la desviación del mercado negro, la falta de datos sobre pacientes o la falta de familiaridad y cautela de los médicos a la hora de recetar un medicamento que se ha consumido típicamente como combustible, no habrá un crecimiento real a largo plazo en el sector.

Ninguna de las principales empresas de tecnología sanitaria del sector aplica todavía su actual sistema de rastreo o portátil al cannabis. Además, los reguladores exigen más datos antes de ampliar el acceso de los pacientes. Por ende, los inversores inteligentes están buscando empresas de alta tecnología, basadas en datos, que resuelvan estos problemas. Las start-ups que aceleren la aceptación de los medicamentos de cannabis prosperarán.

Empresas que prometen

Ya existen empresas que resuelven estos problemas, y su presencia es prometedora. Aplicaciones de datos de pacientes, dispositivos médicos, tecnologías de formulación e I+D de plantas están impulsando al sector hacia sus ambiciosos objetivos.

Ya estamos viendo signos de que el sector está siendo tomado más seriamente por los reguladores y las empresas por igual. Las start-ups de cannabis apoyadas por el Estado y la aparición de empresas farmacéuticas más importantes en la escena son dos indicios de que esto está sucediendo.

Octarine Bio es una empresa de biología sintética con sede en Copenhague. Desarrolla nuevas moléculas de cannabinoides radicales para su uso en tratamientos para condiciones neurológicas y psicológicas. Ha recibido financiación de Vækstfonden, el fondo de inversión del Estado danés, los fondos de cannabis Oskare Capital (con sede en París) y Enexis (con sede en Estocolmo), y el veterano de la industria del cannabis Bruce Linton (antiguo director general de Canopy Growth).

Entre las empresas farmacéuticas europeas que ya participan en el sector del cannabis medicinal figuran GW Pharmaceuticals, con sede en el Reino Unido y que cotiza en el NASDAQ (USD 2.900 millones de capitalización de mercado). Mientras tanto, los gigantes farmacéuticos Alcaliber, GSK, Novo Nordisk, Sanofi y Solvay tienen intereses comerciales en el espacio.

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Pequeños pasos

Dos Estados europeos, Dinamarca y Grecia, que han adoptado recientemente el sector del cannabis medicinal, ya han atraído inversiones extranjeras propuestas de más de EUR 610 millones, según informes recientes.

De Copenhague a Berlín, las nuevas empresas de ciencias biológicas se disputan el capital. Y los nuevos fondos de inversión especializados en cannabis en Estocolmo y París avivan el interés de los inversores en el sector.

Los reguladores financieros del Reino Unido han anunciado que las empresas de cannabis medicinal con sede allí tienen una vía de acceso a los mercados públicos de Londres. Mientras tanto, las bolsas escandinavas señalan que están abiertas al negocio.

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La competencia en mercados abarrotados como el de Alemania empuja a los competidores a innovar con sus cadenas de suministro, rompiendo los monopolios establecidos. Asimismo,, España, líder mundial en la producción de morfina, se sumerge en la arena a través de las rutas farmacéuticas tradicionales.

La base de toda esta innovación es la investigación. Los Países Bajos albergan aproximadamente el 30% de los ensayos clínicos activos de cannabis y cannabinoides de Europa, y el Reino Unido otro 20%, seguido de cerca por Alemania con un 15%.

Independientemente de lo que pienses del mercado de cannabis en Europa, se están sentando las bases adecuadas para un muy emocionante 2021.

Alastair Moore es el cofundador de Hanway Associates, empresa de asesoramiento sobre cannabis con sede en Londres, y First Wednesdays, una red de inversores y empresarios del cannabis europeo. Escribe sobre las nuevas empresas e inversiones en el sector europeo del cannabis.

Puedes descargar aquí el Informe del Ecosistema Europeo del Cannabis Medicinal (EMCE). Éste fue publicado por la red First Wednesdays, parte de The Hanway Company.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo.