0800-Mal-Viaje: Anuncian Primera Línea de Ayuda para Crisis de Psicodélicos de EEUU

El miércoles marca una fecha importante en la historia del actual “renacimiento psicodélico”. A partir de ahora, cualquier persona que esté pasando por una experiencia difícil al tomar psicodélicos puede llamar a la línea de ayuda del Fireside Project. Allí, recibirá asesoramiento y orientación gratuitos de facilitadores capacitados.

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“Nos interesa explorar si la línea de ayuda es una herramienta eficaz de reducción de riesgos”, dice Joshua White, fundador y director del Fireside Project, la organización madre de la línea. “Esto es especialmente crítico en este momento, ya que cada vez más jurisdicciones despenalizan los psicodélicos”.

Se puede acceder a la línea, que cuenta con personal capacitado, por teléfono o mensaje de texto. También ofrece apoyo a quienes acompañan a un amigx en un viaje psicodélico y a quienes quieren hablar de sus experiencias pasadas.

La primera línea de ayuda de psicodélicos de EEUU

Fireside Project es una organización californiana sin fines de lucro fundada con el objetivo de minimizar el riesgo asociado al uso de sustancias psicodélicas. Asimismo, ayuda a la gente a aprovechar al máximo el potencial de sus experiencias psicodélicas.

Dentro de esa misión se encuentra el desarrollo de la primera línea de ayuda psicodélica entre pares del país.

“Proporcionamos apoyo emocional a las personas que llaman y a las que envían mensajes de texto”, dice Hanifa Nayo Washington, cofundadora de Fireside, que ostenta el título de Cultivadora de Comunidad Amada.

Nayo Washington dice que el servicio está dirigido a personas que están en una experiencia psicodélica o a quienes sostienen el espacio cuidando el viaje de otra persona. Pero también apunta a quienes han tenido tales experiencias en el pasado y buscan apoyo para integrar y dar sentido a esas experiencias.

La línea cuenta con 31 voluntarixs que se sometieron a dos programas de formación de 36 horas. En dicha formación se les enseñó a escuchar activamente, a cuidar de sí mismxs, a prestar apoyo durante las experiencias psicodélicas y a ayudar a la integración psicodélica.

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El servicio da prioridad a la asistencia de las personas que llaman y que se encuentran en medio de una experiencia psicodélica difícil y necesitan una respuesta urgente.

Durante su primer año, la línea estará disponible para las personas que llamen desde Estados Unidos de jueves a lunes en un horario limitado. El objetivo es ampliarla a 24 horas al día, 7 días a la semana, después del año piloto, añadiendo más países al servicio.

Reducción de riesgos y educación sobre psicodelia

“No alentamos ni aprobamos en absoluto que nadie realice ninguna conducta ilegal, incluido el consumo de psicodélicos. Cada persona debe tomar sus propias decisiones sobre la conducta que desea adoptar. Lo que sí sabemos es que el acceso a los psicodélicos se está ampliando en todo el país y en todo el mundo“, afirma Joshua White.

Sólo en el último año, el número de jurisdicciones que despenalizaron el uso personal y la posesión de sustancias psicodélicas aumentó exponencialmente. El acceso a los psicodélicos naturales se facilita hoy a través de leyes de no persecución en Oregon y Washington DC; así como en Denver, Oakland, Santa Cruz, Ann Arbor y suburbios de Boston como Cambridge y Somerville.

Varias ciudades y municipios están planeando seguir su ejemplo. Por ejemplo, se han presentado proyectos de ley de despenalización en las legislaturas de California, Florida y Hawai.

“Hay mucha cobertura de prensa sobre los emocionantes avances en la sanación psicodélica. Cada vez hay más fondos y empresas de capital riesgo que invierten en psicodélicos, porque se entiende que los psicodélicos tienen el potencial de crear una revolución en la atención a la salud mental. Así que el telón de fondo al que nos enfrentamos es que cada vez más gente prueba psicodélicos”, dice White.

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La ampliación del acceso, combinada con la exacerbación de una crisis de salud mental que se aceleró con la pandemia, crea una tormenta perfecta, piensa White.

“La gente puede probar los psicodélicos sola por primera vez. Puede que no formen parte de una comunidad psicodélica. Puede que no tengan amigxs o familiares, o incluso terapeutas, que entiendan lo que es ingerir una sustancia psicodélica”, continuó.

En ese contexto, la línea de ayuda de psicodélicos proporciona un espacio de inclusión para personas que, de otro modo, podrían verse abocadas a explorar los psicodélicos por su cuenta. Esto podría potencialmente poner en riesgo su propia salud mental y física.

“Tenemos unos datos estupendos que nos ha proporcionado la línea de texto para crisis en cuanto al número de mensajes que han recibido en un año que tenían como base los psicodélicos”, dice Hanifa Nayo Washington. Además, añade, la organización tiene previsto mantener conversaciones abiertas con otras líneas de crisis. Ejemplo de esto son hospitales, universidades e instituciones sanitarias.

Una red de seguridad para un espacio en desarrollo

La adopción masiva del uso de psicodélicos por parte de la población no especializada no está exenta de riesgos. Por un lado, el sector madura y corre hacia la aceptación pública y -eventualmente- la legalidad. Pero quienes se adentran en la psicodelia sin la orientación y la educación adecuadas suponen un riesgo, no sólo para sí mismas, sino para el desarrollo del sector en su conjunto.

“Cuanto más podamos permitir a la gente tener seguridad en sus experiencias y mitigar el riesgo personalmente, también mitigamos el riesgo para las comunidades”, dice Katrina Michelle, Directora de Reducción de Daños de la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos (MAPS).

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Podría decirse que parte de la razón por la que el primer movimiento psicodélico vio su desaparición en los ’70 tiene que ver con la falta de apoyo y educación integral en torno al uso de estas sustancias. Un número relativamente bajo de experiencias desafortunadas puede servir como suficiente mala publicidad para que todo el espacio sea clausurado por los reguladores y la opinión pública negativa.

Michelle cree que es de vital importancia que la gente se sienta apoyada y sepa cómo utilizar las sustancias de forma adecuada.

“Queremos ser conscientes de que, como con todas las sustancias, hay riesgos. Y si no prestamos la debida atención a los riesgos, entonces ponemos en peligro todo el campo de la psicodelia y el progreso que estamos haciendo; para ser detenidxs por algunas políticas desafortunadas que podrían venir a tratar de corregir los desafíos que podrían surgir”, añadió.

MAPS apoyó la creación de la línea de ayuda de psicodélicos con una presencia en el consejo asesor de Fireside.

“Nos vemos como un nodo en un ecosistema psicodélico mucho más amplio”, dice Joshua White. Además, cree que la línea de apoyo puede desempeñar un papel decisivo tras el desarrollo del acceso generalizado al tratamiento psicodélico a través de clínicas y médicxs capacitadxs.

“También creo que es excepcionalmente importante tener en cuenta que en Estados Unidos mucha gente no tiene seguro. Así que pagar de su bolsillo una terapia está fuera de su alcance”, añadió.

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Hoy en día, los psicodélicos están recibiendo una segunda oportunidad. En este contexto, la línea de apoyo entre pares de psicodélicos pretende ser una herramienta de reducción de riesgos para pacientes y personas. Asimismo, podría formar parte de una red de organizaciones que están reduciendo el riesgo existencial para todo el espacio de los psicodélicos. Ésta incluye a pacientes, ONG, empresas con fines de lucro, inversores e investigadores académicxs.

Vía Forbes, traducido por El Planteo.

Collage por Natalia Kesselman // Foto: Mike Meyers