Contaminación por Drogas: El Impacto Ambiental de la Producción Ilícita en América Latina

En América Latina los recursos naturales todavía abundan, pero no seguirá siendo de esta manera si la contaminación (en este caso por la producción de drogas ilícitas) continúa avanzando desmedidamente.

Deforestación, pérdida de biodiversidad y contaminación ambiental son sólo algunas cosas por las que esta producción debería frenarse en toda la la región. Expertos advierten sobre la urgente necesidad de recopilar datos precisos para comprender la magnitud del problema y tomar medidas efectivas.

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Según el último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de las Naciones Unidas, la cuenca amazónica y la región andina están enfrentando graves consecuencias derivadas del cultivo y producción de drogas. El vicepresidente de la JIFE, César Arce, destacó la preocupación por la falta de información concreta sobre el impacto ambiental de estas actividades.

En una entrevista exclusiva con Mongabay, Arce subrayó la necesidad de que los países compartan datos sobre la contaminación causada por la producción de drogas. “Necesitamos datos sobre las zonas en donde hay contaminación, así como el nivel de los daños, para buscar alianzas con otras agencias de la ONU y ver cómo se puede ayudar a esos países”, enfatizó.

Drogas ilícitas en América Latina: Niveles sin precedentes

El informe de la JIFE señala que el cultivo ilícito de hoja de coca ha provocado, especialmente en la región andina, deforestación y pérdida de diversidad de flora y fauna. Además, la expansión de organizaciones dedicadas al tráfico de drogas en países amazónicos como Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador está exacerbando la destrucción ambiental.

La producción de drogas ilícitas no solo contribuye a la deforestación, sino que también tiene un impacto directo en el cambio climático. Arce explicó que “para producir un kilo de cocaína se necesitan más de 300 litros de gasolina”.

Otro aspecto preocupante es la contaminación provocada por los productos químicos utilizados en la fabricación de drogas. El vicepresidente de JIFE advirtió sobre el peligro del permanganato de potasio, un metal pesado que contamina el agua y el suelo de manera irreversible.

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La falta de monitoreo ambiental adecuado dificulta la evaluación precisa de estos daños. Por eso, es importante implementar sistemas de monitoreo en suelos y cuerpos de agua para comprender mejor la magnitud del problema y tomar medidas preventivas.

La pandemia del COVID-19 también exacerbó aún más la situación al diversificar las formas de tráfico y el uso de drogas. “Después de la pandemia, la venta de drogas por Internet creció casi un 1.000%”, señaló Arce.

El informe de la JIFE también resalta los vínculos entre el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas como la minería ilegal. Por ende, la JIFE está instando a los gobiernos de la región a tomar medidas más enérgicas para abordar el problema, dado que se requiere una acción coordinada y urgente para proteger el patrimonio ambiental de América Latina.

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