Andy Rivera: ‘Si Tuviera que Hacer Música Debajo de un Puente… lo Haría’

“Yo siempre he amado mucho la música… la música está tan en mi corazón que si la tuviera que hacer debajo de un puente, pero si pudiera seguir haciendo música viviendo allí, lo seguiría haciendo“. Con estas palabras, Andy Rivera, el emblema del reguetón colombiano, nos introdujo en su universo personal y profesional durante una entrevista con Urban Roosters. Una conversación que se sumergió en las profundidades de sus pasiones, aspiraciones y la dualidad de ser artista y ser humano.

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Desde los primeros toques en el piano que le enseñaron lo que era una partitura y un acorde, Andy siempre tuvo claro que su amor radicaba en la música y no en las mieles de la fama que a menudo deslumbran en el mundo urbano. Pero, al mismo tiempo, no negó que la vida le sonrió con éxitos como Te Pintaron Pajaritos y Espina de Rosa, consolidando su lugar en la industria.

Su camino no fue predeterminado ni fácil. Andy confesó: “Para hacerte muy honesto, yo a la par que y caí al estudio a crear, estaba buscando Universidad para estudiar medicina”. A pesar de tener un plan B, la música llamó a su puerta temprano y no pudo resistirse. A sus 17 años, ya estaba viajando y promocionando su música, y aunque no proyectó vivir plenamente de ella, las oportunidades surgieron y decidió tomarlas.

El desafío, señaló, radica en “sostenerse” en el tiempo. Aunque es posible tener un hit, tener varios es una tarea hercúlea. “El sostenimiento es lo más complejo y el no rendirse”, reflexionó. Es esta perseverancia la que le ha permitido seguir en el juego, a pesar de los obstáculos.

Andy también abordó el peligro de que un artista se consuma por la marca que representa, olvidando su humanidad. “Para mí ha sido un reto siempre estar ligada a la persona para no olvidarme de que tengo una hija, que necesita de un padre…”. Es esta misma humanidad la que le ha enseñado la importancia del equilibrio entre su vida personal y su carrera.

Su hija, Helen, se convierte en el eje central de su vida. Una joven de 10 años que, como él, se enamoró de la música y la vida. “Ella es mi motor”, dijo con un tono que resonaba con amor y orgullo.

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Al final de la charla, Andy compartió un mensaje con todos los soñadores que buscan hacer realidad sus aspiraciones musicales: “Ninguna estrella es alta para quien la quiera alcanzar. Con tener las ganas y la paciencia suficiente… Los invito a que sueñen y en grande”.

Más allá de la música, Andy nos mostró que es posible ser un artista urbano que inspira y transforma vidas. Como él mismo expresó: “Ojalá y podamos transformar la vida de las personas en algo positivo… un artista urbano también puede mostrarnos”.

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