Melecio 2020: del Porno a la Política

Se acercan unas históricas elecciones en Estados Unidos, no solo por la definición del modelo político-económico del país sino porque entre las candidaturas está el primer latino que se postula como comisionado de Wilton Manors, una ciudad del estado de Florida. Hablamos de Juan Melecio Dávila (o más conocido como Antonio Biaggi), un líder que se muestra con actitud en todos los ámbitos de su vida.

El boricua es un emprendedor independiente, rescatista de animales, bailaor de flamenco y ex administrador de una empresa de turismo en Puerto Rico. Pero hace más de 13 años que se dedica a una de las actividades más placenteras, intensas y controversiales del planeta: la pornografía. Desde que, a sus 27 años, empezó en el mundo de la actuación sexual, sus videos recorrieron todos los continentes y lo convirtieron en un icono gay en pocos años.

A los 42 años de edad, el actor porno no solo es una cara bonita, sino que también inspira a diversos sectores de la sociedad con sus responsabilidades y mensajes. Hace casi una década que está casado y convive con su marido. Y, además, es dueño de la empresa Biaggi Productions, que realiza videos y películas para adultos. Sin embargo, dedica su tiempo a la política:  tras participar activamente de la asociación de comerciantes de la ciudad, es candidato para ocupar un lugar en el comisionado de Wilton Manors. Asimismo, es vegetariano, humorista y practica el judaísmo.

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Por eso, en exclusiva, hablamos con el productor vía un vivo de Instagram. Su carrera, la campaña política, las drogas en el universo del porno, el poliamor y el uso de los preservativos en las películas explícitas.

Preservativo: ¿sí o no?

En el mundo de la pornografía existen dos corrientes muy definidas: por un lado, la del uso del condón y, por otro, el bareback (sexo sin profiláctico o mas conocido como “a pelo”). A través de los años, estas escuelas han sido material de debate político dentro de la industria porno debido a las enfermedades de transmisión sexual, la educación hacia lxs consumidores y el morbo.

Antonio empezó su carrera en la industria del uso del condón en la productora Raging Stallion. Se alojaba en San Francisco, California, donde en ese momento estaba la gran parte de la producción pornográfica gay. Allí existían hospitales para todo tipo de trabajadores sexuales en donde ofrecían de forma gratuita tratamientos para sífilis, gonorrea, VIH, entre otros.

Fue en ese momento en el que Biaggi decidió pasarse al bareback. “Fue muy controversial porque, por ese entonces, los estudios más importantes utilizaban el condón y, una vez que empezabas en el bareback, no te permitían en ningún estudio grande. Me arriesgué”, admite el boricua.

Tras ese comienzo dorado, donde pagaban miles de dólares por escena, el trabajo empezó a descender debido a las plataformas gratuitas. Entre el estigma y el orgullo, el actor decidió romper su contrato e irse a un estudio donde pudiera hacer bareback libremente. Al principio le dio nervios, pero con el tiempo se fue dando cuenta que le iba mejor que en la industria del profiláctico.

El puertorriqueño tiene una gran convicción: “Los modelos creen que al usar preservativo están seguros y no es así porque no se hacen ninguna prueba y a cada rato les agarra clamidia o gonorrea solamente por mamar sin condón y eso es considerado bareback también. Mucha gente no entiende eso”, asegura.

“Antes iba prácticamente cada dos semanas a hacerme pruebas, antes y después de la filmación. Uno se cuida más de lo que piensa la gente. Llevo casi 9 años haciendo bareback y tengo contadas con la mano -las veces- que me he contagiado alguna ETS”, vocifera Biaggi.

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Entretanto, surge una duda casi existencial sobre la movida del porno: ¿es educación o entretenimiento? Hay varios estudios que consideran que el uso del preservativo en las escenas sirve para educar a las personas en materia de prevención.

Sin embargo, Biaggi disiente: “Si yo quisiera ser educativo hubiera sido maestro. No estoy enseñando a hacer bareback, estoy haciendo fantasías que le gustan a la gente. Es lo que la gente quiere ver. Como pasa en las películas de Hollywood: muchas veces uno hace cosas que no hace en la vida personal, pero las hace en la película”.

Las drogas en el porno

Para el común denominador de las personas, el mundo de la pornografía gay es una fiesta de drogas y fluidos. Sin embargo, lxs profesionales del rubro prefieren que no se utilicen tantas sustancias psicoactivas a la hora de las grabaciones. Como es el caso de Antonio, quien dice que nunca tomó drogas porque es un maniático del control y quiere que los chicos que trabajan para sus videos eviten estar inducidos bajo los efectos de alguna sustancia. “El popper es lo más normal, depende de la escena. En mi productora, no le permito nada a nadie. Si lo hacen, lo harán antes de grabar”, admite Biaggi.

Al boricua le encanta el hardcore intermitente y quiere que en sus trabajos se vea reflejado. La marihuana puede ser muy funcional a la hora de relajar los cuerpos y las mentes de los actores, pero no es lo que quiere: necesita que estén activos, despiertos y disponibles para dar y recibir lo que determine el frenesí.

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Por eso, el puertorriqueño prefiere que no estén fumados cuando prenden la cámara porque “no es la energía que necesita la pornografía”. Y continúa: “Sé de otros estudios que sí lo hacen, pero no es lo normal. Las productoras grandes de antes no lo permitían tampoco”. Igualmente, a la hora del sexo fuera de las grabaciones, le da lo mismo que sus compañeros estén con los ojos rojos.

El amor en tiempos XXX

Cuando Antonio habla de su matrimonio, se entusiasma como si fuera un vibrador con barba. Luego de tres años de noviazgo con el dueño de la productora porno Raging Stallion en San Francisco, hace nueve años que está casado con un hombre que conoció ni bien se mudó a Miami.

Aunque los dos descreen del amor eterno y del matrimonio, hoy viven en la misma casa y disfrutan de una linda familia con sus dos chihuahuas. Pero, ¿cómo es convivir con un marido que se dedica de forma profesional a las pelis XXX? La única forma de vivir esa realidad maravillosamente deconstruida es creando un pacto: “La única regla que tenemos es no follarse a nadie en nuestra cama. Nuestra habitación es sagrada”, confiesa Biaggi.

Antes, tenían más reglas, pero en los últimos dos años han cambiado un poquito las cosas. “Es más fácil tener una persona fija con la que se intima de vez en cuando y listo”, piensan. No obstante, Antonio asume que a su marido “le gusta más hacer ese tipo de cosas”. Lo explica: “Cuando estoy en mi casa, me antojo solamente de mi marido. ¡Él tiene más sexo que yo!”, aulla Davila.

La pornografía es un trabajo

En la sociedad todavía existe un menosprecio al trabajo sexual dedicado a los contenidos audiovisuales para adultxs. Hay que entender que en esa industria hay doctores, arquitectxs, comerciantes. Biaggi da cuenta de ello: “La gente hace el porno por hobbie, porque le gusta el sexo, el morbo. Es una fantasía. Aún está esa mentalidad de hace 20 años atrás de que el actor porno necesitaba el dinero porque no tenía nada más que hacer con su vida. Hoy es completamente diferente”.

Melecio 2020: su candidatura política

Hace más de un año y medio que Juan Melecio Dávila vive en Wilton Manors, una de las ciudades más gay friendly de Estados Unidos y reconocida como la capital -no oficial- de la comunidad LGBTIQ+ del sur de Florida. Según el censo realizado en el 2010, la localidad tiene el segundo mayor porcentaje de parejas gays del país luego de Provincetown, Massachusetts.

En 2018, el electorado eligió una comisión totalmente LGBTIQ+ en Wilton Manors, la primera en las elecciones de Florida. Dos puestos de comisión están disponibles en las elecciones del 3 de noviembre y Antonio tiene grandes posibilidades de ser uno de los elegidos. Lxs comisionadxs son las personas que están por debajo de la alcaldía y son lxs responsables de realizar las leyes y los reglamentos para el conglomerado.

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Con una clara postura anti Trump, su proyecto político tiene varias propuestas para la ciudad de Wilton Manors. Estas son algunas:

• Incrementar el turismo gay con un Walk of Fame con nombres de artistas y celebridades de la comunidad LGBTIQ+.
• Crear un centro de contención para jóvenes homosexuales que son rechazadxs por su familia al enterarse de su sexualidad.
• Proteger el medio ambiente a través de colocación de paneles solares en las diferentes sedes de gobierno, fomentar el reciclaje y compost.

“La ciudadanía debería votar por mí porque tengo ideas nuevas y sé que puedo hacer muchas cosas por esta ciudad”, afirma con convicción Melecio Dávila. Y, sin dudas, su liderazgo trae una innovación multicolor que puede transformar la política estadounidense, no solo por su plan de gobierno, sino por su propia historia y perspectiva.

Fotos cortesía y vía IG.