Economía Circular: Un Proyecto Liderado por Mujeres Propone Reciclar Materiales de la Industria Creativa y Convertirlos en Productos con Usabilidad

“¿Cómo podemos llamarnos ‘industria creativa’ si creamos espacios llenos de materiales de un solo uso como el plástico para un evento que tan solo durará 3 horas, pero que su contaminación será por cientos de años?”, embiste Yan De Simone, de Bi Universe, que en el lomo tiene un millón de eventos producidos.

Eventos que entre vasitos, banners, vía pública, descartables, productos promocionales y tanto más crean kilos y kilos de basura y que, con algunos ajustes, podrían terminar resignificados en nuevos productos con usabilidad y hasta con una marcada tendencia al lifestyle.

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“Hay una apuesta a los accesorios que logran fusionar el diseño con uso. Productos inteligentes con buen gusto que puedan ser utilizados tanto en un evento de noche como en un contexto más social o diurno”, suma Mariela Pupato, de EcoTextiles, la otra cabeza de Bi Remake, el proyecto que utiliza materiales de descartes y los convierte en nuevos productos como porta celulares, porta computadoras, fundas de trajes, mochilas, neceser y más.

Una oportunidad de negocios y sostenibilidad

Los proyectos de rediseño de materiales a partir de descartes no sólo benefician al medio ambiente, sino que también representan una interesante oportunidad de negocios.

“Al transformar residuos en nuevos productos, las empresas pueden reducir significativamente sus costos de producción, acceder a nuevos mercados y fortalecer su imagen de marca como empresas socialmente responsables. En resumen, el impacto que generamos a través de este tipo de iniciativas apuntan directamente a generar impacto positivo en lo social, ambiental y económico”, identifica Yan.

Los residuos que utiliza Bi Remake provienen de “cualquier tipo de industria”, ya sean pertenecientes a un proceso productivo (bolsones que transportan insumos o alimentos, por ejemplo) o productos finales (como lonas de vía pública).

“También trabajamos con cartoneros. Se les determina qué residuo necesitamos acopiar y ellos generan la búsqueda, la recolección y la entrega”, dice Pupato.

Economía circular en la industria creativa

En ese sentido, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) estima que el 75% de los residuos sólidos municipales podrían ser reciclados o compostados. Y con ese envión, Yan propone una solución para el sector en el que se mueve: la industria creativa.

“Buscamos aportar esas soluciones a la falta de creatividad en nuestra industria y en toda aquella que todavía genere descartes para lanzar o comunicar un producto y que aún no han sido reversionados para ser más sostenibles”, sostiene De Simone a propósito del trabajo en conjunto de Bi Media, su agencia de comunicación estratégica, con EcoTextiles, una fábrica de productos sustentables con procesos de triple impacto.

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Entre cortadores, costureras, diseñadores y empaquetadores, EcoTextiles le da trabajo a más de 100 familias, sumándose a la colaboración de cooperativas de recicladores, cartoneros, vendedores ambulantes y más. Asimismo, el programa Bi Remake generó unos 10 nuevos puestos de trabajo.

“Bi Remake integra a la base de la pirámide social a la cadena de valor, dando la posibilidad de generar un ingreso formal digno y motivando tanto a personas individuales de todos los estratos sociales y a las industrias a que se comprometan con la revalorización de sus descartes”, explica Pupato.

De residuos a productos

El programa trabaja sobre todos aquellos productos que puedan ser cosidos. “Bolsones de big bags de distintos procesos productivos de cualquier tipo de industria, bolsas transportadoras de alimentos secos, lonas en todas sus variantes (vía pública, eventos, indoor, etc), silobags, etc. El único requisito para poder revalorizar y rediseñar el material es que sea durable y se pueda coser”, enumera Pupato.

Para determinar qué material utilizan, desde Bi Remake realizan un diagnóstico de los residuos en cuanto a su resistencia, cuerpo, materialidad y color. Luego desarrollan prototipos, que son sometidos a pruebas de calidad y, en función de los resultados, deciden qué productos se ajustan mejor a la calidad del material a utilizar.

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“El impacto de este tipo de proyectos en la reducción de residuos es altamente significativo. Un estudio de la Universidad de Yale reveló que las empresas que adoptaron prácticas de economía circular experimentaron un aumento promedio del 20% en su rentabilidad”, se ensancha De Simone.

Desafíos y estrategias

Entre los desafíos que enfrentan las industrias a la hora de adoptar prácticas sostenibles está la baja de inversiones iniciales, la poca penetración de la temática en la cultura interna, la resistencia al cambio, la rotación de colaboradores, la complejidad de las cadenas de suministro y la presión por resultados a corto plazo.

“Superar estos obstáculos es fundamental para asegurar la competitividad a largo plazo, atraer a nuevos consumidores conscientes y cumplir con las regulaciones ambientales y sociales cada vez más exigentes. Invertir en sostenibilidad no sólo es una responsabilidad social, sino también una estrategia de negocio inteligente y una necesidad planetaria urgente”, devela De Simone.

Mujeres al frente generando impacto social, económico y ambiental

Bi Remake está conformado mayoritariamente por mujeres, cuyo propósito es generar un impacto positivo social, ambiental y económico. “Según las Naciones Unidas, el 80% de las personas desplazadas por el cambio climático y sus consecuentes desastres son mujeres. Por eso creemos en que este programa impulsa concretamente nuevas oportunidades de trabajo registrado”, arrima De Simone.

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Y cierra: “La figura de las mujeres que estamos al frente de proyectos, emprendimientos y empresas poniéndole el cuerpo es esencial como agente de cambio. Tenemos que creer en la colaboración intersectorial, hacer red y abrir camino a otras mujeres”. 

Fotos cortesía

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