Brutalidad Policial y Racismo en EEUU: Confirman Muerte por Inyección Forzada de Ketamina de un Detenido
En agosto del 2019, Elijah McClain, un hombre negro de 23 años, fue detenido a la fuerza por la policía en Aurora, Colorado, cuando regresaba a su casa desde un supermercado. El hecho sucedió tras una llamada al 911 en la que se informaba que su comportamiento era “turbio”. McClain era un músico autodidacta que trabajaba como masajista.
Los paramédicos llegaron al lugar y le inyectaron a McClain ketamina, un potente anestésico utilizado, entre otras razones, para sedar a pacientes agitados. McClain cayó en un coma del que nunca se recuperó.
El informe original de la autopsia había concluido que no había suficiente evidencia para determinar cómo murió McClain.
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Ahora, tres años más tarde, el forense del condado de Adams ha cambiado la causa de la muerte de McClain a una inyección de ketamina después de una inmovilización forzada, cuando la policía lo detuvo. Otra investigación también determinó que la policía no tenía ninguna razón legal para someter a McClain a una llave de estrangulamiento.
Más detalles
Las protestas se extendieron desde Colorado a todo EEUU cuando se hicieron públicos los detalles de la detención injustificada y la muerte de McClain. Su familia, amigxs y clientes se unieron a un coro de apoyo a un hombre al que se referían como amable e introvertido, y que no tenía antecedentes de arresto. De hecho, los policías que lo detuvieron dijeron en su momento que era educado hasta que se agitó al no entender por qué lo detenían.
La nueva conclusión implica un cambio drástico respecto a la autopsia original. Para llegar a ella se utilizaron pruebas (incluidas grabaciones de las cámaras corporales de la policía y otros registros) que un patólogo del condado dijo que había solicitado en el 2019, pero que nunca recibió.
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En el informe enmendado de la autopsia, el patólogo forense Dr. Stephen Cina concluyó que la dosis de ketamina inyectada a McClain fue más alta de lo recomendado para alguien de su tamaño y resultó en una sobredosis. McClain medía alrededor de 1,70 metros y pesaba 63 kilos.
“Sencillamente, esta dosis de ketamina era demasiado para este individuo y dio lugar a una sobredosis, a pesar de que su nivel de ketamina en sangre era consistente con una concentración sanguínea ‘terapéutica'”, dijo Cina, según el Washington Post. “Creo que el Sr. McClain probablemente estaría vivo de no ser por la administración de ketamina”.
Cina también señaló que las imágenes de las cámaras corporales mostraban que McClain estaba “extremadamente sedado” a los pocos minutos de ser inyectado con ketamina.
La autopsia actualizada se hizo pública el viernes, en virtud de una orden judicial en el marco de una demanda presentada por la Radio Pública de Colorado. Otros medios de comunicación se sumaron a la iniciativa, entre ellos The Associated Press.
Vía Benzinga, traducida por El Planteo.
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