Cultura

John Salley y su Amistad con Michael Jordan: lo que Pasa en la Cancha, Queda en la Cancha

✍ 22 May, 2020 - 13:09

Nota por Javier Hasse y Marian Venini.

Este fin de semana se estrenó en último capítulo del exitoso documental de ESPN y Netflix, El Último Baile (The Last Dance), que se enfoca en la vida de Michael Jordan y su carrera como jugador de básquet, particularmente como miembro de los Chicago Bulls — haciendo énfasis en las temporadas de 1997 y 1998. En vista del furor que generó la miniserie, conversamos con el ex basquetbolista John Salley, que es entrevistado en el documental.

El ex jugador profesional declaró haber disfrutado mucho la miniserie, que según él retrató fielmente a la realidad. También nos habló de su relación con MJ:

“Jordan era mi compañero de equipo, mi hermano y mi amigo. Nos juntábamos fuera de la cancha”, nos dijo en una charla esta semana.

Los chicos malos

Un poco de contexto: Salley jugó junto a Jordan en los Chicago Bulls en la temporada 95-96. Pero no sin antes haberse enfrentado a él repetidamente como parte de su equipo rival, los Detroit Pistons.

Este equipo, apodado como los Bad Boys, o Chicos Malos, se volvió conocido por su estilo defensivo pero agresivo, bastante polémico por esas épocas.

Salley se encuentra entonces en una posición única: la de haber sido parte de ambos equipos y poder hablar desde sus perspectivas rivales.

El ex jugador admitió que el documental no llegó a retratar del todo bien un aspecto crucial de los Pistons: la manera en la que este equipo superaba ampliamente a los Bulls.

“No es que les estábamos ganando: los estábamos destruyendo… Simplemente éramos mejores”, nos dijo en una charla esta semana.

Los Pistons eliminaron a los Bulls de Jordan de los playoffs de la NBA durante tres años consecutivos, ganando títulos de la NBA en 1989 y 1990. Su dinastía terminó en 1991; los Bulls ganaron seis de los siguientes ocho títulos de la NBA.

Pero el documental necesitaba tener un chico malo, un villano, así que se permitió algunas … licencias poéticas.

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Lo que sí muestra el documental es el icónico momento en que, justo antes de terminar una final, los Pistons salieron de la cancha, negándose a darle la mano a los Bulls, el equipo vencedor. El contexto de la situación era el del último partido de los playoffs de la NBA de la Conferencia Este, en 1991.

En cuanto a esto, Salley declaró que le pareció “una mala jugada”.

“Primero, [porque] esa es la forma en que los Boston Celtics nos trataron a nosotros. Pero eso no significaba que necesitáramos actuar como los Boston Celtics. Éramos los Detroit Pistons. Y sentí que éramos mejores que eso “.

Con esto se refiere a un incidente similar, en el que el equipo de Boston no quiso darle la mano a los Pistons.

“Yo no estaba de acuerdo”, continuó Salley, implicando que ellos estaban por sobre tal comportamiento. De hecho, él fue uno de los pocos jugadores que se quedaron en la cancha para darle la mano a los ganadores.

“Tu reputación es aquello por lo que peleas, y tu carácter es lo que representas…“, dijo, agregado que él “sabía lo mucho que esto significaba para MJ”.

Lo que pasa en la cancha, queda en la cancha

A pesar de todo esto, Salley nos cuenta que él y Jordan eran amigos.

“Todo el mundo me decía, ‘no puedes juntarte con tu oponente’… Bueno, es mi oponente en la cancha. Pero es un hombre negro que se esfuerza, como yo. Nos gustan las mismas cosas y éramos amigos antes de este trabajo. Así que pude separar eso”.

Es por esto que la transición de rival a compañero no fue particularmente significativa para Salley. Afirmó que no mezcla las cosas, y que no lleva “lo que pasa fuera de la cancha adentro de la cancha”. El universo profesional y el personal son muy diferentes. También señaló que muchas veces, en contraste, “tus compañeros de equipo no son tus amigos, son sólo gente que trabaja en el mismo lugar”. Por suerte, este no fue el caso de su relación con MJ, ni antes ni después de jugar juntos.

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Volviendo a la miniserie, Salley opinó que, a pesar de los detalles mencionados, es un gran documental, y personalmente le encantó. Además destacó que, como audiencia, estamos acostumbradxs a “ver a alguien en la cima, pero nunca lo vemos realmente. Y creo que Michael nos dejó verlo”.