Joe Stefanolo, el Abogado del Rock: ¿Por Qué Luca Prodan No Cobró por su Música?
El Planteo, el medio cannábico más leído de habla hispana, continúa presentando producciones audiovisuales exclusivas. En esta ocasión, Joe Stefanolo, el abogado del rock, relata los casos judiciales relacionados con las drogas más emblemáticos de Argentina, en la voz de Albino “Joe” Stefanolo, abogado penalista.
A lo largo de cuatro episodios, Joe narra su experiencia como abogado defensor de las figuras más representativas del rock argentino de las últimas cuatro décadas.
Entre los casos más notables destacan la causa por apología a las drogas de Andrés Calamaro y el “Fallo Bazterrica”, el primer caso de no criminalización por la tenencia de estupefacientes para consumo personal, sufrido por Gustavo Bazterrica, célebre guitarrista de Charly García y Los Abuelos de la Nada.
Hoy, en el segundo episodio de la serie, es el turno de hablar sobre Luca Prodan, vocalista de Sumo, y su batalla junto a Joe Stefanolo por los derechos de autor.
Juventud, divino tesoro
Con el retorno de la democracia, el rock renació desde diferentes puntos del mapa bonaerense en los primeros años de la década del ‘80.
En tanto, la Capital Federal encontraba en Soda Stereo a uno de sus máximos exponentes del sonido new wave que inundaba las radios y los noveles canales de televisión musicales en el mundo.
Contenido relacionado: Andrés Calamaro, el Polémico ‘Porrito’ y su Juicio, en ‘El Abogado del Rock’, la Nueva Miniserie Documental de El Planteo
Por su parte, desde el underground al centro de la escena, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota se erigía desde La Plata como el grupo contrapartida a los “rockeros, bonitos y educaditos” gracias al inclasificable post punk blusero de sus canciones.
Sin embargo, a mediados de la década irrumpió una banda cuyo líder revolucionó al género. Contrariamente a los raros peinados nuevos de la época, Luca Prodan lucía el pelo absolutamente rapado, pero esa no sería su única característica peculiar.
Yo estoy al derecho, dado vuelta estás vos
Nacido en Roma el 17 de mayo de 1953, Luca George Prodan tuvo una vida de película: de familia aristócrata por parte de padre y de sangre escocesa por parte de madre, Luca asistió a uno de los colegios más prestigiosos de Europa, en donde uno de sus compañeros de estudio era ni más ni menos que el mismísimo Príncipe Carlos de Inglaterra.
Sin embargo, sus inquietudes no pasaban por la rigurosidad académica. Más bien, le atraía más vivir sus propias experiencias que estudiar las ajenas.
Es así que Prodan se radicó en Londres para experimentar de cerca el movimiento punk, allí donde Sex Pistols, XTC y tiempo después, Ian Dury y Joy Division reconfiguraron tanto el gusto musical como las ambiciones del propio Luca.
Cuerdas, gargantas y cables
Huyendo de la adicción a la heroína, sustancia en la cual se refugió luego del fatídico hecho que provocó el suicidio de su hermana, recaló en la provincia argentina de Córdoba a principios de la década del ‘80, con el objetivo de mitigar tanto dolor.
Contenido relacionado: Joe Stefanolo: ¿En qué Anda Hoy el Abogado del Rock?
Allí se resguardó en la composición de música que, además de sanarlo, lo ayudó a conformar algo que siempre había deseado: un grupo de rock.
De las sierras cordobesas al barrio bonaerense de Hurlingham, aquel conjunto comenzó a desplegar su desfachatez en el underground.
Liderados por el carismático estilo de Luca, con Germán Daffunchio y Ricardo Mollo en guitarras, Diego Arnedo en el bajo, Alberto “Superman” Troglio en batería y Roberto Pettinato en el saxofón, nacía Sumo, una de las bandas más rupturistas del rock argentino.
Mejores no hablar de ciertas cosas
La discografía de la banda no había sido demasiado extensa, al igual que su trayectoria. El demo Corpiños en la madrugada (1983) había sentado bases sobre su estilo, el cual rápidamente comenzó a reconocerse en circuitos alternativos.
Con sus viscerales canciones, Sumo irrumpió tímidamente en las radios y en la televisión gracias a éxitos como “La Rubia Tarada” y “Viejos Vinagres”, sencillos correspondientes a sus dos primeros discos, Divididos por la felicidad (1985) y Llegando los monos (1986), respectivamente.
A pesar de su inigualable impronta, los responsables de “Crua Chan” y “Estallando desde el océano” no fueron de esas agrupaciones que cosechaban hits a mansalva. Sus composiciones y actitud cítrica iban a contramano de la imposición estética y sonora del momento. Aun así, logró cierta rotación que le valió un aceptable reconocimiento.
Contenido relacionado: Recordando los Primeros Porros del Rock Argentino con Ciro Fogliatta de Los Gatos
Con ascendente aprobación del público, shows en vivo en célebres programas de espectáculos y hasta un memorable concierto en el legendario estadio de Obras Sanitarias en el año 1986, nada hacía suponer que cobrar derechos de autor sería un problema para el grupo.
Entonces, ¿cuál sería el impedimento por lograr regalías a través de sus canciones?
Luca Prodan y los derechos de autor
El caso de Luca fue, en palabras de su propio abogado, Joe Stefanolo, “uno de los emblemas de nuestra lucha”.
El haber desertado al ejército italiano para evadir el servicio militar de su país de origen, sumado al no poder tener sus papeles en regla en migraciones, le impedían a Luca hacer uso de sus regalías a través de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC), el ente que tiene como función la gestión de los derechos de los autores y compositores de música.
https://www.youtube.com/watch?v=xza91xsiqp4
De hecho, para lograr acceder a los pagos como compositor, el cantante de Sumo debió realizar un examen llamativo: componer un tango.
La obra en cuestión data del 30 de mayo de 1987. Allí describe a un tal “Fernandito”, que canta “un tango en SI bemol” mientras piensa en “la perla que ha perdido al lado del gran mar”.
Contenido relacionado: Las Psicodélicas Aventuras de Luis Alberto Spinetta, o Cómo Ir y Volver por Amor al Arte
El objetivo del músico era poder empezar a generar regalías para internarse por su adicción al alcohol. La bebida había hecho estragos en él. Aunque, una vez más, su instinto de supervivencia, aquel que lo alentó a huir de la heroína siete años atrás, había resurgido.
A pesar de la singular prueba rendida por el autor de “Nextweek”, no logró su cometido: generar ingresos para recuperarse de su alcoholismo.
Y yo me alejo más del cielo
Finalmente, en la madrugada del 22 de diciembre de 1987, Luca fue hallado muerto en su domicilio del barrio de San Telmo.
Prodan sufrió un paro cardíaco atribuido a una grave hemorragia interna causada por la cirrosis hepática, producto de su adicción al alcohol. Tenía 34 años y, sin saberlo, un legado musical que resultó icónico para el rock argentino.
No obstante, aquel reclamo por derechos de autor, no fue el único litigio en el que Albino Stefanolo acompañó al cantante. La ausencia de su nombre en el registro de SADAIC, además de despojarlo de ganancias, casi le arrebata la posibilidad de descansar en paz.
El cuerpo de Luca iba a ser enterrado en el cementerio de Chacarita, más precisamente, en el panteón de artistas de SADAIC. No obstante, la falta de documentación en regla de Prodan decantó en un conflicto legal y administrativo.
Allí, el propio Stefanolo se encargó de llevar a cabo todo el trabajo administrativo y hasta de articular el espacio en el que, hasta el día de hoy, descansa en paz.
El cuerpo del italiano corría el riesgo de terminar en una fosa común. Pese a esta dramática situación, gracias a Joe surgió el cementerio de Avellaneda como una posibilidad viable.
Contenido relacionado: El Mago Tras la Cortina: Mario Breuer Habla de Rock Argentino, Marihuana y Aprendizaje
Como un dios pagano producto de su ascendente camino como estrella de la música, pero también con la actitud bohemia de un artista que no deja de transitar los espacios subterráneos, la devoción por Luca no tardó en llegar, y el convocante funeral fue un fiel reflejo de ello.
Tiempo después, sus restos migraron dentro del mismo cementerio y hoy en día residen debajo de una gran piedra oriunda de las sierras de Córdoba, uno de los lugares favoritos de Luca en ese enorme mundo que transitó.
Una producción exclusiva de El Planteo
Esta miniserie cuenta con entrevista de Ulises Rodríguez y producción de Hernán Panessi. En cámara y sonido Ariel García, en edición Nahuel Rodríguez y Cristian Baral en la producción general.
Más contenido de El Planteo:
- Romina Scalora: la Guionista que Forjó una Carrera en los Medios Cubriendo el Wanda Gate
- Gente Rota: Hablamos con su Creador Gabriel Lucero
- Joey Ramone, el Dios del Punk que Pidió por la Legalización de la Marihuana
¿Tienes ideas o comentarios? Puedes contactarnos en info@elplanteo.com
Síguenos en Instagram, Facebook y Twitter.
Todo el material compartido por ElPlanteo.com tiene fines únicamente periodísticos e informativos.