Informe: Los Riesgos del Delta-8 THC y Otros Productos Sintéticos de ‘Cáñamo’ No Regulados, ¿Son Peligrosos?

La Asociación de la Industria del Cannabis de California (CCIA), un grupo comercial que representa a cientos de empresas que participan en el mercado de cannabis regulado más grande de los EEUU, ha publicado un libro blanco titulado La Caja de Pandora: Los Peligros de un Mercado Nacional de Cannabinoides Intoxicantes, No Regulados, Derivados del Cáñamo.

El documento detalla los peligros asociados con el creciente número de productos que actualmente se venden como “cáñamo” por parte de fabricantes que explotan las lagunas en la Ley Agrícola de 2018.

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Asimismo, el reporte exige una reforma urgente y propone cuatro acciones para evitar una crisis nacional de salud pública.

“La proliferación de estos cannabinoides sintéticos, no regulados y no probados es una crisis de salud pública y pedimos una acción inmediata para proteger la seguridad pública”, dice la presidenta de CCIA, Pamela Epstein.

El ascenso del Delta-8 y sus amigos

Los compuestos cannabinoides citados en el informe incluyen el conocido Delta-8 THC y otros cannabinoides sintéticos y derivados más potentes como THC-P, THCjd, THC-O y Delta-10 THC. Estos nuevos compuestos suelen ser más fuerte que el delta-9 THC tradicional y contener residuos químicos peligrosos, sobrantes del proceso de fabricación.

Los expertos plantean problemas de salud importantes asociados a esta nueva generación de sustancias, como psicosis, convulsiones y problemas pulmonares.

Muchos de estos productos se venden en todo EEUU sin restricciones de edad, estándares de prueba o supervisión general.

Además, a menudo se empaquetan para imitar bocadillos populares con nombres como THC Hot Cheetos, Cookie Monster y Lucky Charmz. Estos confunden a los consumidores adultos y son potencialmente atractivos para menores de edad.

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“Necesitamos urgentemente leyes, marcos regulatorios y cumplimiento que reconozcan que un intoxicante es un intoxicante”, dijo Lindsay Robinson, CEO de CCIA.

“Actualmente es más fácil para un niño tener en sus manos estos productos que un paquete cervezas”, explicó Robinson.

La Ley Agrícola

Según la Ley Agrícola de 2018, el cáñamo industrial no tiene más del 0,3% de contenido de THC por peso seco y, más específicamente, incluye “cualquier parte de la planta… y todos los derivados” de ella “ya sea que crezcan o no”.

Según el libro blanco de la CCIA, el lenguaje de “todos los derivados” del proyecto de ley ha creado inadvertidamente un Lejano Oeste de derivados del cáñamo.

Esta laguna en la Ley, permite que los fabricantes de productos de “cáñamo” lo traduzcan en una industria masiva no regulada de empresas que extraen CBD y THC para crear químicamente nuevos cannabinoides sintéticos y semisintéticos impropios de la planta.

“Existen sólidos argumentos para argumentar que estos nuevos sintéticos caen bajo otras formas de regulación y control federal”, dice Tiffany Devitt, autora principal del artículo y vicepresidenta de la junta de CCIA.

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“Hay pasos que pueden y deben tomarse para proteger al público, que van desde la muy necesaria aplicación de las leyes existentes hasta la acción del Congreso y los reguladores federales y estatales”, sumó Devitt.

Recomendaciones

El informe de la CCIA hace cuatro recomendaciones para abordar la crisis:

• Hacer cumplir las leyes existentes en California y otros estados que prohíben la venta de intoxicantes derivados del cáñamo;
• Acción de la Administración de Drogas y Alimentos de los EEUU (FDA) para ejercer una supervisión legítima sobre compuestos novedosos, incluyendo los derivados del cáñamo;
• Enmiendas a la Ley Agrícola para cerrar lagunas no intencionales;
• La creación de un marco federal unificado para regular tanto el cáñamo como los cannabinoides derivados del cannabis.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo.

Foto por Inimfon Ekpoh vía Pexels