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‘Si Quieren Acabar con el Narcotráfico, Legalicen’: Teorema Habla de Cannabis y Otras Drogas

Por Javier Hasse

'Si Quieren Acabar con el Narcotráfico, Legalicen': Teorema Habla de Cannabis y Otras Drogas

✍ 8 February, 2025 - 12:04
  • Teorema cuenta cómo el freestyle y el cannabis marcaron su camino en la música y la batalla.
  • Su consumo evolucionó de lo recreativo a lo ritual y consciente, con usos en el rap y el deporte.
  • Cuestiona la prohibición: “Las drogas van a seguir existiendo, y los gobiernos no pueden hacer nada contra eso”.

“Mi ingreso al freestyle también fue un poco paralelo a mi ingreso al porro“. La frase cae con el peso de una verdad innegable. Porque en el mundo del hip-hop, la hierba no es un accesorio: es parte del ADN, un símbolo de comunidad, de calma y de catarsis. Desde las calles de Nueva York hasta las plazas de Latinoamérica, el humo siempre estuvo ahí. Y para Teorema, una de las figuras más singulares del freestyle hispano, no fue la excepción.

“El ritual por excelencia del rap y el freestyle entre amigos, entre crew, es rap y porro. La hierba siempre ha ido muy de la mano con el rap”, dice sin titubeos. En su historia, ambas cosas fueron llegando al mismo tiempo.

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Creció rodeado de amigos mayores, con quienes compartía no solo el micrófono, sino también el faso. Durante su adolescencia, ya estaba en rondas de freestyle con pibes un poco mayores que él. Las sesiones eran eso: un círculo de rimas y humo que giraba sin freno. “Recuerdo que de chico ya empecé a fumar. O sea, no es algo que recomiende, pero fue mi realidad por distintos motivos”.

Y así, con el freestyle en la boca y la brasa en los dedos, se fue moldeando. Había algo ritualista en el acto: cada rima pasaba de boca en boca, igual que el porro. Como dijo Wos en una entrevista con El Planteo hace años: “El freestyle y el porro tienen algo muy similar: vas pasando la palabra como vas pasando el porro”.

En Argentina, incluso hay una frase especial que se dedica a quien no gira el porro: “Amigo, no es un micrófono”. Teorema lo entiende bien, porque creció en ese entorno. Para él, freestyle y faso son parte de lo mismo. Uno prende la chispa y el otro la expande.

Del flash a la reflexión

Si antes era puro disfrute, ahora hay algo más. “El cannabis para mí ha sido una planta misteriosa, porque con el tiempo fui descubriendo que tiene muchas aplicaciones”.

Lo que empezó como un recreo se convirtió en una herramienta de enfoque. Ya no es solo fumar por fumar, sino hacerlo con un propósito. “Se termina volviendo un ejercicio ritual, un proceso mágico muy específico y funcional”.

Durante años, fue parte de su proceso creativo. “Después pasó a ser ‘fumar para rapear’”, cuenta. Pero con el tiempo, entendió que podía aplicar esa energía a otras áreas de su vida. El freestyle dejó de depender de la marihuana; su rendimiento, de su estado mental.

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“Hubo un tiempo en el que fumé para prácticamente todas las competencias, y otro en el que no fumé para ninguna. Actualmente estoy en un punto intermedio. Si tengo ganas, fumo. Si no, no”.

El click le llegó en la FMS World Series en España, hace unas semanas. Después de un periodo sin fumar en batallas, decidió volver a probarlo en un contexto de competencia. “Vi a El Mau fumar, me acerqué, fumé un poquito, me puse a escuchar música y salí al escenario sabiendo que la iba a romper”.

Pero la clave no estaba en el porro, sino en la confianza con la que subió. “Era una sensación que iba más allá de haber fumado o no”. Esa noche confirmó algo que venía intuyendo: el cannabis puede acompañar, pero no es un factor determinante.

“Cuando madurás tu relación con el cannabis, te das cuenta de que la planta te muestra cosas de vos mismo, pero no te cambia ni define tu destino”.

Curiosamente, en ese mismo evento, el freestyle y el cannabis se cruzaron de otra manera. Por primera vez, OCB y Canna, dos marcas relacionadas con la cultura cannábica, aparecieron como sponsors de la competencia. Un indicio claro de que el tabú se está rompiendo y de que la relación entre freestyle y marihuana ya no se oculta en los márgenes.

Narcotráfico, hipocresía y la guerra perdida de los gobiernos

El debate sobre las drogas es un loop eterno. Gobiernos y legisladores llenan sus discursos de frases hechas sobre salud pública, seguridad y moralidad. Pero en la calle, la historia es otra. Y Teorema no se guarda nada.

“Si realmente quieren darle un golpe al narcotráfico, que empiecen a legalizar las drogas, una por una”.

La lógica es simple. O las sustancias están en manos del Estado o están en manos de otros. Y esos otros no hacen campañas de concientización, no regulan calidad ni pagan impuestos. Simplemente venden, expanden y controlan territorios.

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“Las drogas van a seguir existiendo, y los gobiernos no van a poder hacer nada contra eso”, sigue Teorema.

Y va más allá. Para él, el problema no es la sustancia; es el sistema. “La gente se droga porque quiere olvidarse de lo que los gobiernos están haciendo”.

Así de simple. Así de crudo.

El narcotráfico no creció por la demanda. Creció porque la prohibición le entregó el mercado en bandeja. Los gobiernos lo condenan con una mano y lo financian con la otra.

“Los legisladores tienen que entender que son cómplices de un sistema que está diseñado para que la gente se drogue. Y después, encima, les piden que no lo hagan”.

¿La solución? Regular, legalizar, asumir la realidad. Países que lo hicieron lograron reducir el mercado ilícito y generar recursos para salud y educación. Pero en Chile, como en tantos otros lugares, la idea sigue siendo tabú.

‘Si ya van a ser cómplices, que al menos dejen que la gente se relaje’

Si el Teo pudiera hablar frente al Congreso chileno, no los llenaría de tecnicismos. Iría directo al hueso.

“Mis conocimientos constitucionales son muy pocos, te lo reconozco. No conozco bien las leyes desde lo técnico. Pero a fin de cuentas… la Constitución se puede modificar. Las leyes pueden cambiar”.

Y ahí está el punto. No hay excusas. No hay justificaciones. La legislación sobre drogas no es un mandato divino, es una construcción social. Y se puede cambiar.

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Lo importante sería apelar al raciocinio de los legisladores. Y Teo lo entiende bien.

Pero el pesimismo es inevitable. El rapero no cree que el Estado busque soluciones reales. Lo ve como un problema estructural, un sistema diseñado para el consumo, pero que a la vez lo demoniza.

“Si ya van a ser cómplices de un crimen histórico, por lo menos que permitan que la gente se drogue para olvidarse de que ellos forman parte de un complot”.

Lapidario. Sin anestesia.

Porque la hipocresía es evidente. Los mismos que diseñan un mundo que empuja al consumo, después castigan a los consumidores.

“Es como: ‘Okey, te estamos generando un entorno en el que lo único que querés es drogarte para desconectarte de la realidad, pero después te decimos que eso está mal’”.

Un espiral infinito de control y castigo.

Freestyle, cannabis y resistencia

En un circuito donde muchos evitan las polémicas, Teorema habla. No busca ser políticamente correcto, ni quedar bien con nadie. Sus ideas, como su freestyle, son directas, filosas y sin filtro.

Para Teorema, la criminalización de las drogas no es solo un problema de libertades individuales. Es una estrategia fallida que solo perpetúa la violencia.

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Su relación con el cannabis ha evolucionado, al igual que su forma de entender el mundo. Ya no es el adolescente que fumaba en rondas con sus amigos. Hoy, su consumo es más consciente, más selectivo. Y, al igual que con el freestyle, su visión es clara: el problema no es la sustancia, sino el contexto.

Con su participación en la FMS Argentina, su música y su mensaje, sigue generando conversación. Y si algo ha demostrado hasta ahora, es que en un mundo donde muchos gritan, él encontró la manera de hacerse escuchar.

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ACERCA DEL AUTOR

Javier Hasse es un periodista experimentado con más de una década de experiencia enfocado en cannabis, cáñamo, CBD y psicodélicos. Escribe para Forbes desde 2019 y actualmente se desempeña como jefe de contenido en Benzinga y CEO del sitio de noticias en español El Planteo, el cual cofundó. Su trabajo ha aparecido en importantes medios como CNN, Rolling Stone, MarketWatch, Playboy, Chicago Tribune, CNBC, Yahoo Finance y Entrepreneur Magazine. Su primer libro, Start Your Own Cannabis Business, fue un bestseller #1 en Amazon, y su último libro, A Guide to Medical Cannabis: Your Roadmap to Understanding and Using Cannabis and CBD for Health, fue lanzado en noviembre de 2024 a través de Sheldon Press de Hachette Publishing.

Nombrado entre las 100 personas más influyentes del cannabis según High Times, Javier también ha aparecido en varias otras listas prestigiosas y ha recibido numerosos premios por su reporteo de impacto. Es miembro del Rolling Stone Culture Council y un rapero que ha llegado a los charts de Billboard. Sigue a Javier para una cobertura continua de las tendencias globales en cannabis, CBD, psicodélicos y bienestar.