¿Cómo Superar la Crisis de Vaporizadores de Cannabis?

A medida que la industria del cannabis da un giro hacia la legalidad, un manantial de evidencias muestra que los vaporizadores -inicialmente considerado un método saludable para consumir cannabis- podrían ser más peligrosos para lxs consumidores de lo que se pensaba.

En el 2019, vaporizadores de productores del mercado negro contaminados enfermaron a miles de usuarixs y mataron a varias docenas. Una investigación publicada en el American Journal of Preventive Medicine informó que los vaporizadores de tabaco que hay en el mercado hoy en día son tan dañinos como los cigarrillos.

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Lxs consumidores se preguntan si deberían vapear. Ahora, expertxs de la industria del cannabis predicen una segunda crisis de los vaporizadores, con lesiones que se manifestarán de forma diferente a las de la primera crisis.

Primera crisis de vaporizadores

En la primera crisis de los vaporizadores, que comenzó en agosto, lxs médicxs informaron de miles de casos a los que el Centro de Control de Enfermedades llamó “lesión pulmonar asociada al uso de productos de cigarrillos electrónicos o vapeo” (EVALI).

Un agente espesante en los aceites de los vaporizadores –acetato de vitamina E– provocaba náuseas, dificultad para respirar y cambios en el tejido pulmonar. Sin embargo, la vitamina E es sólo una de las causas de los peligros de los vaporizadores.

Otros contaminantes de los vaporizadores, que lxs expertxs predicen que precipitarán la próxima crisis, son los residuos de plástico en los cartuchos de aceite, los pesticidas procedentes de material vegetal en mal estado y los equipos que contienen metales pesados. Los efectos a largo plazo de estos contaminantes menos conocidos serán más difíciles de relacionar con el vapeo que con la vitamina E, aunque pueden ser más generalizados.

La que viene

“La próxima crisis de los vaporizadores vendrá de los malos equipos y las malas prácticas de extracción, y podría ser peor que la primera”, dice Elliot Kremerman, diseñador de equipos de extracción de cannabis y propietario de Summit Research.

Kremerman explica que un equipo de procesamiento inadecuado puede dejar metales pesados, como el cromo, en productos de aceite de cannabis como los vaporizadores. En particular, los materiales procedentes de fabricantes extranjeros ponen en peligro a lxs consumidores.

Los equipos de mala calidad y los vaporizadores defectuosos pueden provocar una afección denominada “enfermedad pulmonar por metales pesados”. Ésta modifica la estructura celular del tejido pulmonar.

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Los metales pesados -cadmio, cobalto y cromo, entre otros- dañan las vías respiratorias de los pulmones al agrandar las células. Lxs pacientes experimentan tos, sibilancias y dificultad para respirar. El daño suele ser permanente.

“Las empresas extranjeras utilizan acero inoxidable de menor calidad para los recipientes de extracción, y es ligeramente ferroso”, dice Kremerman. “Cuando se trata de productos químicos como el pentano o la acetona, puede desprender esos metales pesados de la superficie y así es como se obtiene el cromo en el petróleo”.

La producción de cannabis se vuelve farmacéutica

La industria legal del cannabis ha visto un giro dramático desde la contracultura hacia el corporativismo. Por lo tanto, no es de extrañar que más empresas de cannabis estén recurriendo a prácticas farmacéuticas y equipos de grado de laboratorio para resolver los problemas de seguridad del aceite. Las empresas establecidas están entrando en el mercado del cannabis para ayudar.

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“Nos han impresionado las empresas de cannabis con las que hemos trabajado porque exigen productos de alta calidad para aceites de alta calidad”, dice Philip Preston, presidente de PolyScience. Durante décadas, PolyScience ha suministrado equipos de control de temperatura para laboratorios y fabricantes. Ahora sus productos encontraron aplicaciones en el cannabis que parecían improbables hace unos años.

“Las tecnologías de extracción de cannabis están evolucionando muy rápidamente para hacer frente a estos retos”, dice Preston. “Y nosotros queremos ofrecer soluciones de equipamiento para esa evolución. Con el equipo y los procedimientos operativos adecuados, no hay razón para que el cannabis no pueda cumplir los mismos estándares de calidad que la industria farmacéutica”.

A pesar de todas las malas noticias relacionadas con la vaporización de aceite, los extractos de cannabis siguen siendo un producto importante; y la demanda de lxs consumidores de aceite de calidad artesanal sigue siendo alta.

¿Una alternativa saludable?

Vaporizar aceite puro sigue siendo una alternativa potencialmente más segura que fumar, por lo que es importante que lxs productores con licencia satisfagan la demanda. De lo contrario, lxs ansiosxs consumidores satisfarán sus propias necesidades con una técnica llamada open blasting.

En dicho proceso, el butano líquido extrae el aceite de THC del material vegetal seco, que se introduce en una pipa de plástico. El butano cubre las manos del procesador y la zona circundante mientras los vapores explosivos llenan el espacio de trabajo, que suele ser una casa o un departamento. Los vapores son fácilmente inflamables cuando se exponen a una llama abierta o a una chispa eléctrica.

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Desde el 2014, la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) ha atribuido 19 muertes a la extracción amateur de cannabis, solo en California. Ahora, debido a la legalización del cannabis, lxs productores utilizan equipos más sofisticados para garantizar que las prácticas de extracción sean tan seguras como otros procesos farmacéuticos.

Prevención de futuras lesiones

Aunque los peligros de la vaporización son obvios, prevenir futuras lesiones resulta difícil por varias razones.

Dado que el cannabis es ilegal a nivel federal, lxs reguladores estatales se esfuerzan por garantizar la seguridad de sus productos. En los municipios en los que la venta de cannabis es legal, lxs reguladores locales son responsables de tareas que son mejor realizadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) -tareas tales como pruebas aleatorias y revocación de productos.

Sin un sistema unificado de supervisión, proteger a lxs consumidores de los productos adulterados puede ser difícil.

Y, aunque la mayoría de los estados exigen inspecciones de ingeniería de los sistemas de extracción, estas inspecciones no evitan los problemas de contaminación a largo plazo. Lxs ingenierxs de terceros garantizan que los equipos son seguros para los técnicos de explotación, pero sus inspecciones no protegen a lxs consumidores.

Muchos estados analizan los productos del cannabis para detectar contaminantes como los pesticidas, pero otros no lo hacen, y pocos estados realizan pruebas para detectar cromo. Así que, a falta de apoyo federal, la industria del cannabis debe trabajar con lxs legisladores estatales para proteger a lxs consumidores por su cuenta. Las empresas de diseño que siguen las mejores prácticas, como Summit, están montando sistemas de procesamiento que incorporan equipos de calidad de laboratorio de empresas establecidas como PolyScience.

“La industria del procesamiento de cannabis es un punto central del mercado de los laboratorios en su conjunto”, dice Preston. “Aquí en PolyScience vemos la oportunidad de ayudar a una industria emergente, y eso es emocionante -especialmente cuando afecta tan directamente a la seguridad del consumidorx”.

¿Tienen futuro los vaporizadores de cannabis?

La vaporización sigue siendo considerada por muchxs como una alternativa más saludable que fumar -si el aceite del vaporizador está libre de contaminantes y se consume con un dispositivo de calidad. En la práctica, sin embargo, si lxs consumidores de cannabis van a hacer realidad las promesas de la vaporización, lxs fabricantes tendrán que actuar de forma más responsable.

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Con la mitad de EEUU aún operando en el mercado ilícito, no parece probable una ética repentina en toda la industria. Por ahora, el mejor consejo que tiene la FDA para lxs consumidores es que se abstengan de vapear productos con THC, especialmente los comprados ilegalmente.

“En última instancia, lxs pacientes de cannabis merecen la misma calidad que todo el mundo”, dice Preston. “No deberían tener que preocuparse por lo que contiene su medicina, y no tendrán que hacerlo si se establecen los controles de seguridad adecuados”.

Vía Cannabis & Tech Today, traducido por El Planteo.

Foto por CDC vía Unsplash