¿Qué Secretos Guarda el Museo del Cáñamo y la Marihuana en México?

A los encantos culturales de la Ciudad de México hay que sumarle el Museo del Cáñamo y la Marihuana.

Con vitrinas que explican los diferentes usos del cáñamo y el cannabis, la propuesta del museo comparte un modo distinto de aprender sobre esta planta milenaria que, por estos días, la humanidad está redescubriendo.

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Desde su uso textil, para la construcción, la alimentación, los bioplásticos, los medicamentos, los cosméticos y hasta un panel de puerta de un automóvil, todo se encuentra en este museo fundado como proyecto itinerante en 2016.

“Básicamente hay una pequeña muestra de cada una de estas cosas y tenemos a la venta libros y la revista Cáñamo, de la cual soy el editor aquí en México”, cuenta a El Planteo Julio Zenil, uno de los fundadores de este museo.

Localizado en la calle Madero, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el Museo nació como una inquietud personal de Zenil desde que conoció otros museos como el de Alemania, Barcelona y Ámsterdam.

El día que este activista mexicano tuvo en sus manos un frisbee hecho con plástico de cáñamo en Holanda su mente voló tanto como ese disco de juguete.

“Siempre el tema ha estado satanizado y enfocado al consumo problemático del cannabis, asociado a la delincuencia y una serie de tonterías que no corresponden. Entonces, la idea de armar un museo me resultó interesante”, dice Zenil.

De tu propia medicina

El director del museo detalla que “hay un muestrario de frascos vacíos con medicamentos derivados del cannabis”.

Continuando con la línea medicinal hay productos con extractos de CBD que combaten dolores crónicos y otros malestares.

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Como el cannabis también incluye a las mascotas, hay una serie de componentes especiales para perros, gatos y otras especies.

Los primeros productos legales con CBD (sin THC) en México fueron una crema y un roll-on para dolores musculares que se encuentran a la venta en el museo.

“Un museo del cáñamo y la marihuana es una herramienta fundamental para que las personas puedan conocer los diferentes usos y aplicaciones de la planta”, dice Julio Zenil.

Gastronomía cannábica

Cualquiera que viaja a un país quiere conocer y probar la gastronomía del lugar. Y más, mucho más, si se trata de un país con tanta tradición gastronómica como México.

En el Museo del Cáñamo y la Marihuana existe la posibilidad de experimentar con la mixtura de lo mexicano y los derivados de estas plantas.

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Por ejemplo: quienes nunca hayan probado las semillas de cáñamo, que sobresalen por su alto contenido en vitaminas C y E, pueden hacerlo durante el recorrido.

Otra opción son las barras proteicas de aceite de cáñamo, de fácil digestión, con una proporción ideal entre los aceites esenciales que refuerzan el sistema inmunitario y aportan vitalidad.

Merchandising y otras rarezas

Todo museo tiene sus rarezas y objetos que llaman la atención de los visitantes. En el de México, un portafolio hecho con cáñamo y la autoparte antes mencionada son las estrellas del lugar.

“Estamos en asociación con el Museo del Hachís y la Marihuana de Ámsterdam que han tenido la gentileza de donar unas piezas y la idea es que crezca”, cuenta el guardián del acervo cannábico.

Cuando se visita un museo siempre es grato hacerse de un recuerdo, ya sea para regalar como para atesorar.

Por eso, junto al Museo está el Cáñamo Shop en el que se pueden encontrar productos para fumar, grinders (picadores), papelitos, vaporizadores, ropa y mochilas hechas de cáñamo, bebidas y otros productos con CBD.

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“Creo que es un proyecto que va a crecer. Ahorita estamos en pláticas con la secretaría de Cultura para conseguir un recinto más grande donde podamos ofrecer una experiencia más integral, más amplia”, asegura Julio Zenil.

El museo está abierto de lunes a viernes de 12 a 20 horas y los sábados de 11 a 16 horas. Un dato muy importante es que la entrada es libre y gratuita.

Y si lo solicitan, el propio fundador y director del Museo realiza las visitas guiadas. Para más información, ingresar a este sitio.

Fotos de cortesía