Polinesia Francesa: Aprueban Ley de Cannabis con Fines Medicinales e Industriales

El gobierno del territorio francés dice que la nueva legislación responde a la fuerte demanda local de legalización del cannabis para uso medicinal.

Los miembros de la Asamblea de la Polinesia Francesa, el parlamento unicameral del territorio francés de ultramar, aprobaron la semana pasada un proyecto de ley que reclasifica el cannabis en la ley de estupefacientes para permitir sus usos medicinales, veterinarios e industriales.

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La legislación, presentada por el Presidente Édouard Fritch en octubre, autoriza el uso terapéutico del cannabis en forma de medicamento, la producción agrícola de cannabis y cáñamo, y la importación, transformación, comercialización y exportación de la planta o sus derivados.

“Varios avances en la investigación médica permiten ahora la comercialización de medicamentos que pueden producirse a partir de los componentes del cannabis”, dice la propuesta. “Además, en diciembre del 2020, la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas modificó la inclusión del cannabis en sus tablas: el cannabis sigue estando clasificado como estupefaciente, pero ahora se reconoce su potencial terapéutico”.

La legislación indica que las variedades de marihuana con hasta un 0,3% de tetrahidrocannabinol (THC) deben utilizarse para fabricar complementos alimenticios, productos cosméticos o de higiene y “subproductos sólidos que no puedan ser ingeridos o absorbidos por el ser humano”.

Al mismo tiempo, el proyecto de ley franco-polinesio veta la comercialización de productos alimenticios que contengan cannabidiol (CBD). El motivo es porque se considera que el cannabinoide “tiene una acción farmacológica reconocida, con riesgos de interacciones farmacológicas” y “posibles efectos secundarios hepáticos”, además de la acción sobre el sistema nervioso central.

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En cuanto a las variedades de cannabis THC superior al 0,3%, la legislación establece que se destinan a la exportación o a la fabricación de medicamentos autorizados, que deben comercializarse con receta médica o veterinaria. El contenido máximo de THC permitido en las plantas es del 1%.

Sobre el uso industrial del cáñamo, el texto justifica que “está permitido en muchos países industrializados, principalmente en los sectores de la alimentación (semillas ricas en omega-3), la construcción (hormigón de cáñamo, aislamiento), la automoción, el papel y el textil”.

El gobierno del territorio afirma que la nueva ley responde a la fuerte demanda local de legalización del cannabis con fines medicinales. También destaca que el cannabis tiene indicaciones terapéuticas para la epilepsia, los síntomas oncológicos, el dolor neuropático y otras condiciones dolorosas y la espasticidad de las patologías del sistema nervioso central.

La legislación fue aprobada con 33 votos a favor de los parlamentarios del gobierno y 20 abstenciones de los miembros de la oposición.

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Mientras tanto, en la Francia continental, un grupo de senadores está trabajando en un proyecto de ley que legalizaría el uso adulto de cannabis. En agosto, lxs legisladores publicaron un artículo en Le Monde, en el que afirmaban que “la represión llevada a cabo en el marco de la prohibición es ineficaz, ineficiente e injusta”.

“Abogamos por la otra vía: la legalización. Sin minimizar el impacto sanitario del uso de cannabis, creemos que, al igual que las políticas públicas existentes para el tabaco y el alcohol o incluso el juego, la legalización proporcionará los medios para actuar con mayor eficacia para proteger mejor a nuestros conciudadanxs y especialmente a nuestrxs jóvenes”, escribieron.

Vía Smoke Buddies, traducido por El Planteo.