Argentina: La Universidad Nacional de La Pampa Suma una Cátedra Libre de Cannabis

La idea de una cátedra sobre cannabis era algo que rondaba en la cabeza del biólogo pampeano Daniel Oliveto desde 2014. Con una amplia espalda como docente en distintas dependencias de la Universidad Nacional de La Pampa y unos cinco años dedicados al estudio del cannabis, Oliveto concreta ahora su máximo anhelo académico: la Cátedra Libre Extracurricular de Abordaje Interdisciplinario del Cannabis.

Con el antecedente de la ley sancionada en 2017, que no habilitaba a las universidades a investigar pero sí se configuraba como un faro de reconocimiento al uso terapéutico del cannabis, con el avance del 2018, y con diversas universidades trabajando activamente en el estudio de la planta, Oliveto terminó de perfilar su cátedra.

“Precisamente, debido a su complejidad y a la falta de herramientas para abordarla, se vio la necesidad de plantear la creación de una cátedra que no dependiera de una carrera en una determinada facultad, sino que lo haga desde el Rectorado”, reflexiona el coordinador.

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De esa manera, el proyecto podrá mostrar a las distintas cátedras de las diversas carreras de todas las facultades lo que hay para realizar desde la investigación y la docencia en torno a esta planta.

Entre los temas que abordarán, se destacan aproximaciones a la biología de la planta, su uso desde los comienzos de la especie humana, el origen de la prohibición y el contexto legal en Argentina, la química del cannabis, los efectos secundarios y los riesgos asociados al uso de cannabinoides. Asimismo, se verán algunos conceptos básicos del cultivo y mucho, mucho más.

Metodología y requisitos

“El propósito de la asignatura no es impartir contenidos regularmente durante un día y horario determinado, sino generar instancias en distintos ámbitos que incentiven la investigación y producción de cannabis”, explica.

Las clases están pensadas contemplando varias instancias de formación para profesionales de distintas áreas del conocimiento (médicos, abogados, ingenieros agrónomos, veterinarios, docentes de nivel medio, contadores, enfermeros y varios más) y se dictarán en plataformas virtuales.

Suma Oliveto: “También estará dedicada a cultivadores, usuarios y productores de derivados, portadores de un saber experimental acumulado durante años en circuitos considerados ilegales. Esos saberes deben ser tamizados por los métodos de cada disciplina científica e incorporados por la universidad en pos de la mejora del acceso a la salud de las personas”.

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—¿Cuál fue el camino para llegar hasta la universidad?

—Hubo un camino largo recorrido de la mano de mi compañera, de usuarios, usuarias, familiares y cultivadores, que tuvo que ver con el trabajo en equipo para investigar la planta, sus dosis y patologías y/o síntomas. De presentar los resultados en distintos congresos científicos. Del trabajo de otras universidades como la UNLP y la UNS, de escribir un par de libros que fueron presentados en tres ferias del libro de nuestra provincia, de exponer en Expocannabis Argentina y Uruguay. De realizar tres programas de radio a lo largo de cuatro años y de esperar un tiempo a que esté oficialmente la cátedra funcionando.

—¿Y dentro de la universidad?

—Una vez presentado, el proyecto se giró a las distintas comisiones, se debatió, se aprobó la creación de la cátedra, lo que conllevaba a la creación del Consejo Asesor. Eso demoró un tiempo más, ya que en el primer llamado no se cubrieron todas las vacantes. Y finalmente se llamó a concurso el cargo de coordinador, ese proceso demoró desde diciembre de 2018 hasta diciembre de 2020, el camino fue largo.

Comunión con la universidad

“Desde el momento en el que se presentó el proyecto en el Consejo Superior, la devolución siempre ha sido positiva”, destaca.

De hecho, el proyecto terminó siendo aprobado por unanimidad.

“Hoy en día, prácticamente todos conocemos a gente que necesita acceder a terapias con cannabis. Esta realidad no es ajena a la universidad. Es por eso que se realizarán una serie de pasos que van desde la producción con fines de investigación para poder caracterizar las distintas plantas, hasta la producción con fines de abastecimiento del mercado terapéutico de cannabis”, revuelve.

A la sazón, la llegada de la Cátedra Libre Extracurricular de Abordaje Interdisciplinario del Cannabis a la Universidad Nacional de La Pampa significa un avance fundamental para que las carreras asociadas a la salud tengan en sus currículas de formación de grado contenidos específicos sobre el sistema endocannabinoide.

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—¿Considerás que este puede ser un avance clave para la incorporación del cannabis a la vida académica?

—Creo que es un avance dado que ya es una realidad en muchas de las universidades del país. Y si bien es un proceso lento, dado que tiene que ver con un cambio cultural (y 80 años de historia de prohibición), existe mucho por hacer y es justamente para lo que estamos preparados los docentes universitarios: la docencia, la investigación y la extensión universitaria. Es fundamental para poder realizar un intercambio de conocimientos entre los saberes prácticos y los científicos.

En el cuerpo docente habrá representantes de las facultades de Veterinarias, Económicas y Jurídicas, Agronomía, Ciencias Exactas y Naturales, Ingeniería y Ciencias Humanas. Uno por cada claustro. Además, tendrán un representante del Ministerio de Salud de La Pampa y otros dos de asociaciones civiles vinculadas al cannabis.

Últimos detalles

“Tenemos muchos interesados”, reconoce. Por estos días recibieron un tendal de correos y consultas en redes sociales. ¿Qué pregunta la mayoría? Por las modalidades de cursada.

Van unos datos: las actividades se transmitirán por YouTube y no requieren de inscripción previa.

“Existe una elevadísima demanda de información y más aún de información de calidad sobre el tema. La universidad es quien hace la diferencia en cuanto a información y conocimiento”, comenta.

—¿Para quién está dirigida la cátedra?

—Va dirigida al público en general, pero en particular para las personas que se desempeñan en ámbitos vinculados a la salud, instituciones gubernamentales vinculadas con las fuerzas de seguridad, a las personas con relación a las ciencias veterinarias y las ciencias agronómicas. También, a estudiantes o profesionales del derecho, la docencia, la comunicación, el trabajo social y el uso terapéutico, entre otros.

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—¿Cuál es la expectativa hasta el momento?

—La expectativa está puesta en poder cumplir lo planteado en el plan de trabajo de la cátedra. Y en poder generar mecanismos de producción, tanto universitarios como con otras instituciones, para capacitar a los distintos sectores. Además, para colaborar lentamente a la ruptura del paradigma prohibicionista de la “guerra a las drogas”, que carece del más mínimo fundamento científico.