El Cannabis en España, Un Gigante Económico que Sigue Dormido

El debate sobre la regulación del cannabis en España tiene implicaciones sociales y sanitarias. Pero también podría abrir la puerta a importantes beneficios económicos. La producción y venta de cannabis medicinal, y el incipiente turismo cannábico. El país podría transformarse en un referente europeo, especialmente si adopta medidas más amplias y claras en su legislación. 

Un Mercado en Crecimiento

En los últimos años, el cannabis medicinal ha crecido en España. Según datos recientes publicados en El Planteo, las ventas en este sector alcanzaron los 28 millones de euros en 2022, con una tasa anual de crecimiento del 46% desde 2018. Las proyecciones estiman que para 2030 el mercado podría superar los 335 millones de euros, beneficiando a cerca de 196.000 pacientes.

Por otro lado, la producción también ha tenido un impulso notable. En 2021, España produjo 600 kilos de cannabis medicinal, una cifra que habría crecido hasta las 14.1 Tn en 2022 según los informes de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE o INCB por sus siglas en inglés), aunque existe un significativo grado de incertidumbre respecto a estos datos. Es posible que en los datos de España se estén haciendo referencia también a lotes enviados a desde otros países para gestionar su irradiación, los cuales podrían haber sido contabilizados como parte de la producción española cuando realmente no es así.

Las estimaciones de JIFE para el año 2023 y 2024 indican que se espera que la producción de cannabis medicinal en el mercado español haya crecido, pero todavía no existen cifras oficiales claras. Este aumento en la producción observado desde 2021, responde, en parte, a la demanda internacional y al potencial exportador del país dentro de la Unión Europea.

Actualmente, en España se están desarrollando iniciativas como CLUSCANN, el clúster español del cannabis, fomentado por empresas del sector y entidades de investigación como CTAEX. Está enfocado en consolidar un diálogo constructivo entre la industria del cannabis legal y las entidades gubernamentales, asegurando un marco legal claro y firme para todos los actores del sector. Su función es fomentar la unión de empresas, reguladores e investigadores, para desarrollar un futuro sostenible y responsable en la industria del cannabis.

Lecciones que enseña el exterior

A pesar de no contar con una regulación específica, el turismo cannábico es una realidad en regiones como Cataluña, donde los clubes sociales de cannabis atraen a miles de turistas cada año. Sin embargo, esta actividad se encuentra en una zona gris legal que limita su pleno desarrollo. La experiencia en lugares como los Países Bajos, con sus populares “coffeeshops”, demuestra que una regulación adecuada puede convertir esta práctica en una fuente de ingresos.

Por otra parte, Alemania lidera el cambio con la legalización del uso adulto. Tiene proyecciones de beneficios fiscales, creación de empleo y reducción del mercado ilegal. 

Con lo cual, políticas más claras y amplias permitirían atraer inversiones, y también desarrollar un mercado interno sostenible. Si España regulase el cannabis…

• Generaría más dinero para el país: Actualmente, el mercado ilegal mueve unos 2.000 millones de euros al año. Si se legalizara, una parte de ese dinero se transformaría en impuestos que podrían usarse para mejorar los servicios que el Estado tiene que ofrecer a sus ciudadanos. .
• Atraería más turistas: Los turistas que ya visitan clubes cannábicos en lugares como Cataluña podrían disfrutar de una experiencia más completa y regulada, trayendo más ingresos al sector turístico.
• Podría exportar cannabis medicinal: Con una producción creciente, España podría convertirse en un país exportador importante dentro de Europa, aprovechando su clima y su capacidad agrícola.
• Ayudaría a revitalizar el campo: Cultivar cannabis sería una gran oportunidad para las zonas rurales, ofreciendo un cultivo rentable y sostenible para muchos agricultores que hoy enfrentan dificultades.
• Crearía gran cantidad de empleos: Desde agricultores hasta científicos y trabajadores en tiendas especializadas, muchas personas podrían encontrar trabajo en esta nueva industria. Empresas como Agropharm ya están demostrando cómo se puede profesionalizar el sector y generar oportunidades. Agropharm está planificando dos nuevos proyectos de producción de cannabis medicinal en España pese a las dificultades que presenta el sector a la hora de obtener licencias, certificaciones, o inversión de capital. Por otra parte, esta empresa, con sede en Córdoba (España), participa en proyectos de investigación sobre el cultivo y la reindustrialización del cáñamo junto a entidades como CTAEX y CETARSA, con la idea de revitalizar esta industria tan importante históricamente en España. Estos avances indican que el sector del cannabis legal en todas sus vertientes está avanzando paulatinamente, pero necesita mayor apoyo en temáticas regulatorias.

La regulación del cannabis en España no debe verse como una mera cuestión legislativa, sino como una oportunidad económica integral. Sin embargo, para lograr este objetivo, será clave trabajar en un enfoque que combine innovación, sostenibilidad y adaptabilidad, es decir, que se llegue a ver el verdadero potencial del cannabis en España dependerá de decisiones políticas valientes y bien fundamentadas.

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