La Crisis de Identidad de la Industria del Cannabis: Cómo Enfrentar la Ansiedad ante el Avance Corporativo

Por Jon Capetta

¿Se acuerdan de cuando la marihuana era divertida? A nosotrxs nos encantaba. Ahora se siente como una tarea a veces. ¿Qué onda? Bueno, amigxs, esta es la triste verdad: la marihuana ya no es lo que era, por muchas razones.

Antes de entrar en materia, repasemos cómo hemos llegado hasta aquí: El cannabis ha sido durante mucho tiempo una vibrante subcultura o contracultura. Una planta que unía a la gente, les ayudaba a olvidar sus problemas durante un rato y nos daba a muchxs de nosotrxs, marginados (o bichos raros, si se quiere), una forma de encontrar nuestra tribu. Nos enganchó, aunque quizá no en el sentido tradicional de “adicción”. Del amor por la planta surgió una comunidad. Y mientras gran parte del mundo se reía de nosotrxs, nos apoyábamos mutuamente y, como resultado, florecimos.

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Pero los buenos tiempos no duran para siempre, y lamento decir que nuestro chiste interno se ha hecho público y ahora todo el mundo está metido.

Los inicios

Sin perder de vista “quiénes éramos” por un segundo, y antes de entrar en algunas duras realidades, es importante señalar lo atractivxs que somos en realidad. Muchas de las personas más divertidas que conozco, si no todas, llegaron a mí a través de la planta, mucho antes de que me convirtiera en un escritor conocido del High Times con el que la gente quiere hablar.

Hacer las cosas a tu manera tiene un factor de frescura, y nuestra comunidad lo destila a raudales. Para mí es esa búsqueda de la originalidad, el acto de encontrarte a ti mismx, lo que nos proporciona en gran medida la planta. Aunque la gente suele decir cosas como “la marihuana hace que la gente sea simpática”, creo que la verdad es que te hace sentir más cómodx con quien realmente eres, y eso es un regalo precioso.

Una de las cosas que escucho con más frecuencia cuando entrevisto a quienes considero lxs verdaderxs capos, desde cultivadores, traperos a veteranos (no de guerra), es que se metieron en el sector del cannabis para financiar o cultivar su hábito. Aunque puede que también se sintieran atraídxs por lo que creían que eran “riquezas” en aquel momento, lo que lxs convenció fue la posibilidad de abrirse su propio camino. Todxs queríamos abrir nuestro propio camino e invertir en aquello que realmente amábamos. La mayoría no sabíamos nada de impuestos ni de cumplimiento. Éramos forajidos, rebeldes.

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Es difícil decir que siempre fue fácil, y tuvimos más de un contratiempo. Desde luchar contra la prohibición federal y evitar la cárcel hasta escabullirnos en los callejones para fumar. Nos fortalecimos y nos ganamos un lugar en esta economía en crecimiento.

Ahora, unos años más tarde, existe una legalización poco sistemática, una estructura impositiva demencial en casi todos los estados y un montón de caras nuevas y limpias… ¿qué pasó?

Llegar a la adultez

Digan lo que digan sobre a dónde demonios se fue todo, es difícil negar que las cosas han ido bien hasta ahora. No nos encierran tanto. Podemos ser más abiertxs sobre nuestras pasiones. Las marcas de cannabis valen miles de millones de dólares, y muchxs de nuestros íconos se han convertido en reyes. Lxs fans siguen congregando a Cheech y Chong en meet & greets, los Dead todavía hacen giras, etc. Ahora Netflix está haciendo programas sobre nosotrxs, FOX News está hablando de comestibles, y con eso, amigxs… estamos de moda.

Hoy en día, la ‘carrera de ratas’ del THC nos está matando, y los publicistas han decidido que hacer microdosis está de moda. Nadie está ganando el dinero al que estaba acostumbradx, y sé lo frustrante que es ver cómo salen al mercado un montón de productos nuevos que parecen diseñados para cualquiera menos para ti.

Una de las ideas erróneas más comunes sobre la legalización es que iba a crear más espacio para nosotrxs. Lamento traer malas noticias, pero en realidad lo que estábamos haciendo era crear espacio para lxs de afuera. Lxs que NO saben. Aunque esto pueda dar miedo, es importante tener en cuenta que forma parte del proceso. Crecer es incómodo, pero una de las primeras cosas de las que te das cuenta en tu viaje hacia la madurez es que el mundo es mucho más grande que tú. Crear espacio para algo que amas no significa que puedas clonarte una docena de veces para disfrutarlo 12 veces más. Significa que estás presentando tu amor al mundo, y puede que el mundo no lo vea igual que tú. Eso da miedo.

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Pero recordemos que una vez también fuimos foráneos, y no nos fue mal.

Lo que quizá nos asuste aún más son todos lxs nuevos operadores que inundan el campo. No se trata de usuarios, sino de sociedades de capital riesgo y ejecutivxs de otros sectores “restrictivos” que nos dicen cómo vender nuestros productos. No hay escasez de dinero nuevo ni de nuevos intereses por llevarse un pedazo de la torta.

Para pasar al siguiente nivel, debemos reconocer una verdad básica: en casi todas las situaciones, la gente tiene terror al cambio. Aunque se trata más bien de un obstáculo mental que de un objeto real del cual correr, las cosas están cambiando a lo GRANDE en estos momentos. Entonces es natural sentirse incómodx. Mantente firme y recuerda que, a pesar de las turbulencias, vamos en la dirección correcta. Tendremos que aprender algunos trucos nuevos, y no estamos fuera de combate, pero los diamantes se forman con presión, y nadie cambia el mundo quedándose cómodo. (Y no olvidemos que tenemos la ventaja de jugar de local).

Todos crecidos

Aunque puede que ya haya desanimado a la mayoría de ustedes al negarme a endulzar la realidad a la que nos enfrentamos, la intención original de este artículo era ofrecer algunas sugerencias que pudieran ayudar en este panorama cambiante. No soy un erudito ni dirijo tu empresa, así que tómate esto más como una guía que como un mandamiento; no soy Moisés, pero tengo algunas ideas que creo que te ayudarán a ver el siguiente nivel de esta torre que estamos construyendo.

En primer lugar, sé que todxs pensamos que “corporativo” es código para la Estrella de la Muerte, pero recuerden que si haces algo bien durante el tiempo suficiente, al final te conviertes en el capo. Sé que todxs crecimos diciendo maldito sea ese tipo, pero hay razones muy reales por las que una vez que tu éxito alcanza picos inmanejables, la gente contrata a un equipo. Ya lo has hecho, ahora sólo tienes que llevarlo al siguiente nivel, y eso es lo que significa convertirse en empresa.

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Hemos creado en gran medida el estigma que nos preocupa. Probablemente no conozcas las mejores lagunas fiscales ni los atajos para cumplir la normativa, por eso contratas a un expertx. Una empresa, cuando se construye adecuadamente, no es más que un grupo de expertxs bien dotados de las estructuras de apoyo necesarias para abordar problemas mayores. Entrarán muchxs cocineros en la cocina, y habrá muchas más conversaciones antes de pasar a la acción; pero suena como el sueño de no tener que preocuparse de presentar tu propio papeleo, ¿no?

Lo siguiente, y un ejemplo que pongo a menudo, es que nunca tuve problema en aceptar dinero de niñxs ricos. Por lo general, no valoran el dinero tanto como tú, y pueden permitirse hacer más apuestas si meten la pata, así que no les preocupa tanto el fracaso: aprovecha sus bendiciones para conseguir tus objetivos, sean cuales sean.

De manera frecuente, lxs necesitaremos para superar los obstáculos que nos ha puesto la legalización. Dicho esto, ten cuidado de no dejar que el dinero dicte la conversación. Verás, en la MAYORÍA de estas situaciones, el dinero viene a ti porque sabes lo que hay. Mientras no dejes que olviden que TÚ eres aquello en lo que están invirtiendo, el dinero ayuda mucho.

Otra cosa importante que hay que recordar es que ahora mismo estamos en una carrera hacia el abismo. Todo el capital nuevo intenta “alcanzar escala”, tratando de hacer que cada paso del proceso sea lo más rentable posible, lo que en gran medida parece implicar en las mentes de estxs emprendedores “ser tan grandes para que podamos decirle al mercado lo que quiere”.

Pero con ese objetivo, lo que está ocurriendo es que están perdiendo cientos de millones aprendiendo que el mercado no quiere comprar basura, y valora la calidad. Como usuarix real, tú lo sabes. Ellxs no lo saben. Eso cambiará con el tiempo, y lo único que mantendrá ese valor a través de este proceso, que finalmente tendrán que reconocer y PAGAR, es tu experiencia. Tu conocimiento. Eso puede significar que nos esperan unos años difíciles, sin duda. También puede significar que algunxs de ustedes, que han dirigido sus propios negocios desde siempre, pasen de propietarixs a empleadxs, lo cual es difícil de digerir.

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Lo que hay que tener en cuenta es que puedes construir un barco mucho más grande cuando no lo haces solx, centrándote en tus puntos fuertes. Hay un viejo dicho que dice: “Si quieres ir rápido, ve solx. Si quieres llegar lejos, forma un equipo”, y eso es especialmente cierto en este caso. Otra vez el punto corporativo, ¿verdad? ¿Preferirías ganar USD 5 millones tú solx, o recaudar el 10% de USD 500 millones? He escrito mucho sobre los éxitos de jugadores del mercado que han triunfado en gran parte gracias a la fuerza de la red que construyeron. No tienes que decir que lo aprendiste de ellxs, pero por favor, toma nota. Hay una lección importante. Ya no jugamos a lo mismo y hay que evolucionar para sobrevivir.

Madurez

Puede que este último punto disperse al resto de ustedes, pero intenten quedarse conmigo, ya casi hemos llegado. ¿Recuerdan lo que dije antes sobre ese hermoso regalo? Bueno, la cosa es que, aunque el cannabis nos muestra y nos ayuda a aceptar y apreciar quiénes somos individualmente, en realidad no siempre nos hace ser lxs más tolerantes con los demás que no encajan en un molde similar. Intenta no tomártelo de manera despectiva, sino como algo a lo que debes abrir los ojos. No es una acusación, sólo algo que deberías buscar en tus propias acciones, antes de descartar las ideas de lxs demás. No todxs tenemos la misma perspectiva: de ahí la importancia de la diversidad.

Aunque no estoy diciendo en absoluto que estos nuevos chicos sepan lo que están haciendo, lo que digo es que nuestro exceso de confianza a veces puede ser un obstáculo para lxs de fuera que aún no nos entienden, y eso puede perjudicarnos más que beneficiarnos. Basta con pensar en lo polarizadas que se han vuelto las redes sociales. Ni siquiera podemos mencionar el sexismo sin que un millar de perspectivas individuales y no afectadas intenten derribar la noción básica basándose en sus experiencias personales. Se vuelve visceral.

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Recordemos mirar fuera de nosotrxs mismos y, cuando sea necesario, ayudar a lxs otros a ver tu perspectiva desde la comprensión, no desde el prejuicio. Esto es algo en lo que definitivamente tengo que trabajar, pero sé que ayudará a muchxs de ustedes también. El ego debería ser nuestro mayor enemigo.

Si hay algo que tenemos en común lxs más adultos es que estamos aquí para largo. No nos vamos a ninguna parte, no podríamos imaginarnos en otro sitio. Mientras que la mayoría de estos aficionadxs optarán por moverse a la nueva ola en cuanto aparezca la próxima oportunidad multimillonaria (gracias Web3), nosotrxs seguiremos aquí. Pero no hagamos que la fiesta que estamos celebrando resulte poco atractiva para lxs de fuera, porque siempre necesitaremos clientes.

Por último, suelo bromear diciendo que la mayoría de los problemas del sector del cannabis se deben a que no hay suficientes personas que fumen y estén implicadas en la cadena de suministro. Esto es verdad cuando hablamos de todas las caras nuevas que se unen a nosotrxs para aprovechar la supuesta “fiebre verde”. Pero muchxs de los que sí lo hacen no suelen fumar lo suficiente, y a todxs nos vendrá bien la comprensión de lxs demás para atravesar este difícil momento.

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No sé ustedes, pero mi amor por la marihuana es una de las únicas cosas en mi vida que nunca he tenido que fingir, y por fin estamos en una época en la que podemos celebrarlo a todas horas, básicamente en cualquier lugar. No olvides cuánta gente murió y fue a la cárcel por este lujo (o derecho humano básico, depende de cómo lo mires). Las cosas PODRÍAN estar mejor que nunca, es sólo cuestión de perspectiva. Lo conseguiremos.

Vía High Times, traducido por El Planteo

Publicación original: junio 223

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