Discos para Fumar Marihuana

Cannabis

6 Discos para Fumar Marihuana: los Favoritos de DJ Dolar3s

Por Lola Sasturain

6 Discos para Fumar Marihuana: los Favoritos de DJ Dolar3s

✍ 9 April, 2024 - 17:01


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Fumar para disfrutar la música en todo su esplendor, uno de los usos más nobles, indiscutibles y atemporales de la marihuana: aporta un nuevo punto de vista, permite reparar en detalles, facilita mantener la atención a lo largo de varias canciones, nos hace entrar de lleno en climas y comernos la película.  Y todx fumonx tiene su puñado de discos al cual volver una y otra vez para fumar marihuana, esos que hacen que fumar un porro se eleve de experiencia agradable a experiencia sublime. Éstos son los míos.

The Brian Jonestown Massacre – Their Satanic Majesties Second Request (1996)

El grupo de San Francisco tiene todo lo que una banda de rock necesita: Malicia, soberbia, misterio, humor, psicodelia, climas, intertextualidad y cohesión.

Uno de los 3 discos que lanzaron ese año (no es difícil imaginar el estado en el que estaban para sostener tal caudal de producción; recomendamos fuertemente ver el documental Dig!), Their Satanic Majestie´s Second Request es el más psicodélico y anclado en los 60s. El amor por los Stones en su era más lisérgica acá se explicita por partida doble, no sólo a través del nombre de la banda sino también a través del título del álbum, presentándose a sí mismo como una continuación del Satanic Majesties Request publicado por la banda de Mick Jagger en 1967.

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Un álbum larguísimo y sin estribillos que todo lo inunda con su bruma narcótica y su clima de ensoñación rabiosamente underground. Ya desde el inicio, una explícita bienvenida a lo que será un viaje por los estados alterados de la consciencia con All Around You, en donde la banda parte el cartoncito y gira el porro para llevarnos a donde se le da la gana en el resto de las 18 canciones entre las cuáles raramente hay respiro.

El disco es una caja de sorpresas prácticamente infinita con múltiples capas de descubrimiento. Hay muchas guitarras pero también mellotrón, sitar, digeridos, mucho drone, y también espíritu indudablemente country. Pero a no pensar que es pretencioso o grandilocuente porque nada más lejos de la realidad: es un disco de rock and roll, canchero, hipnótico y sexy en su infinita originalidad reciclada. En síntesis, es un disco ideal para fumar marihuana.

Skream – Skream! (2006)

El primer LP de Skream, uno de los pioneros del dubstep, género bastardeado si los hay. Pero este disco tiene muy poco que ver con los drops gigantes y la épica de arenas que encantaron a los adolescentes a fines de la década pasada: es casi un manifiesto, la fotografía de un género en el momento de su creación.

El productor londinense crea en esta pieza paradigmática un sonido que antes no existía, peligroso, tenso y muy pegadizo, mezclando varios elementos del sonido típicamente UK; es decir, varios elementos de una escuela de música electrónica que históricamente miró hacia Jamaica y dialogó con sus ritmos. Los géneros electrónicos ingleses más populares comparten matriz, el famoso breakbeat, que es ni más ni menos que el Groove del dub, el reggae y el ska reproducido a diferentes velocidades según el género.

Esta larguísima herencia de breakbeats adquiere su forma más lenta, espesa y marihuanera en esta pieza de 2006. Heredero del grime (y despojándolo de la voz del MC como elemento principal) y del UK garaje, en Skream! hay tachos con reverb, pulso downtempo y bajos intoxicantes claramente orientados hacia la pista de baile.

La mejor síntesis entre Londres y Jamaica después de The Specials. Un álbum elegante, fresco y conciso, en donde cada línea de bajo, cada sample y cada beat es icónico.

My Bloody Valentine – Loveless (1990)

Un clásico del que queda poco por decir. Un disco famoso por haber llevado a su sello a la quiebra de tan caro y difícil que fue de producir: y encima, sin ninguna canción pegadiza.

Es también uno de los álbumes de rock alternativo más icónicos de todos los tiempos, la pieza fundacional y nunca superada del género shoegaze y el número uno en lo que a guitarras trippy se refiere. Suena exactamente como su tapa: una confusa y onírica nube distorsionada de enamoramiento.

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La obsesión sónica de Kevin Shields más el trabajo de dieciocho ingenieros de sonido dieron por resultado una pieza que es una catarata de texturas noise con un sorprendente corazón sensible que se deja ver detrás del caos. El sonido es único pero a su vez profundamente orgánico: las guitarras hacen cosas que nunca las habíamos oído hacer, como respirar, gemir y derretirse. Muy detrás de la mezcla,  las entrañables y fantasmagóricas voces de Shields y de  la guitarrista Bilinda Butcher.

Una pieza psicodélica a rajatabla que induce estados alterados aún por sí sola: solo hace falta escucharlo muy fuerte y con atención.

Massive Attack – Mezzanine (1998)

El disco más oscuro y atmosférico de Massive Attack. En este álbum de 1998 (chekear) el grupo electrónico de Bristol, Inglaterra, se afianza en todas las virtudes que había mostrado hacia el momento pero refuerza en su lado perverso. Cuando parecía que el trip hop estaba por convertirse en música elegante e inocua de shopping, llegó la psicodelia pesada y mala onda que vaticinaba un nuevo milenio.

Con una gran presencia de la leyenda jamaiquina Horace Andy y demás colaboradores entre los que se luce la gran Liz Fraser (de Cocteau Twins, para el hit Teardrop), Mezzanine lleva el dub al lugar más oscuro que había habitado hasta el momento.  Claustrofóbico, denso y sensual en partes iguales, es el compañero perfecto para casi cualquier droga recreativa, y es la obra maestra de una de las bandas más narcóticas de todos los tiempos.

Blank Banshee – 0 (2012)

Posiblemente el álbum más clásico y atemporal de la escena vaporwave, precisamente por los elementos que lo distinguen del género. Blank Banshee destacó entre un montón de proyectos de música misteriosa y atmosférica hecha con samples ochentosos con su producción minimalista e híper precisa y sus líneas de bajo elásticas e infecciosas entre el trap y el dubstep.

Blank Banshee 0 toma samples que pertenecen a la cultura pop (desde sonidos típicos de viejas ediciones de Windows hasta música publicitaria y canciones de rock) para crear una criatura hermosa y extraña de sorprendente emocionalidad para su (casi total) ausencia de voz humana. Un disco que utiliza el espacio negativo como un instrumento más y cada sonido, cada eco, cada beat y cada silencio ocupan su (cyber) espacio de una manera casi tridimensional. Es desolado pero luminoso y aún en su momentos más abstractos está cargado de groove. Y como todo el vaporwave, concebido como gratis: este disco es un verdadero regalo.

Sublime – 40oz to Freedom (1995)

Es un disco hedonista como pocos, divertido, desprejuiciado, que en su largo viaje de más de veinte temas parece ser el registro de un rapto de inspiración inducido por los estupefacientes. Es un collage de estilos e influencias hilvanados que suena absolutamente effortlessly: punk rock, ska, roots reggae, dub, hardcore y hasta folk. Muchos covers (y su reconocimiento posterior en el cierre, Crucial Thanx) y también muchos temas propios, que son (al fin y al cabo) canciones pop perfectas. Todos los temas de este disco son hits personales de algún grupo de amigxs fumonxs.

Tal vez algunas de las crónicas de mujeriego y adicto de Nowell suenen chocantes en los estándares conseguidos hoy en día; sí, era 1995, era california y era el ambiente que mezclaba punks y rappers, pero el estatus de clásico de 40oz to Freedom supera lo desafortunado del sentido común de su época porque tiene una característica que muy pocos discos tienen, la de trasladar automáticamente a un estado de felicidad en estado puro. 40oz to Freedom es una celebración de la vida: ni más ni menos, música para estar con amigxs, tomar cerveza y fumar porro.

Foto: @Cdd20

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ACERCA DEL AUTOR

Entrevistadora y editora en El Planteo, Lola Sasturain es periodista cultural, DJ y guionista.

Puedes encontrar sus notas en Página/12, VICE y, por supuesto, en El Planteo.

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