EEUU Podría Legalizar la MDMA y la Psilocibina en los Próximos Dos Años

Por Mattha Busby.

¿Cuántos jefes de Estado tienen hijxs que se explayan sobre los efectos del consumo de veneno de sapo psicodélico y de una raíz de arbusto gabonés visionario que conjura películas autobiográficas en la mente?

Uno. El actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Su hijo Hunter ha hablado públicamente de su consumo de los alucinógenos bufo e ibogaína como parte de sus esfuerzos por superar la dependencia del crack y el alcohol.

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Ahora, a medida que aumentan las pruebas clínicas de la eficacia de la psilocibina y la MDMA para las afecciones mentales, el gobierno de EEUU está planeando la aprobación federal de estas sustancias en un plazo de dos años.

Qué pasó

Recientemente, se supo que la Subsecretaria de Salud Mental y Consumo de Sustancias, Miriam Delphin-Rittmon (en nombre del Secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra) dijo a la representante Madeleine Dean (demócrata de Pensilvania) que “demasiadxs estadounidenses están sufriendo problemas de salud mental y de consumo de sustancias, que se han visto exacerbados por la actual pandemia de COVID-19; debemos explorar el potencial de las terapias asistidas por psicodélicos para hacer frente a esta crisis“.

Si bien la carta fue enviada en mayo, se divulgó recientemente gracias a The Intercept. Delphin-Rittmon dijo que la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias estaba considerando la creación de un grupo de trabajo federal interinstitucional público-privado. Su objetivo sería abordar “la miríada de cuestiones complejas asociadas con la aprobación anticipada por la [FDA] de [MDMA] para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático y la psilocibina para el tratamiento de la depresión dentro de aproximadamente 24 meses”. Así, se seguirían las propuestas esbozadas por Dean.

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“La colaboración entre las agencias federales y las partes interesadas externas será la forma más eficaz de asegurar que estamos coordinando cuidadosamente el trabajo sobre sustancias emergentes como la MDMA y la psilocibina”, escribió Delphin-Rittmon.

Qué dice la comunidad psicodélica

Rick Doblin, fundador y director ejecutivo de MAPS, aplaudió a la administración Biden por tomarse en serio el potencial de las terapias asistidas por psicodélicos para salvar vidas. “Un grupo de trabajo federal sobre terapias asistidas por psicodélicos debería adoptar un enfoque multidisciplinar para garantizar que la burocracia, los retrasos administrativos o las cuestiones de cobertura de los seguros no dejen a lxs estadounidenses sufriendo mientras intentan acceder a tratamientos aprobados”, dijo en un comunicado.

“Por primera vez, la investigación que ha sido impulsada por filántropxs podría contar además con el apoyo de los mismos tipos de subvenciones federales que han financiado otras revoluciones de la atención sanitaria y desarrollar estrategias de acceso a lxs pacientes que prioricen el beneficio público sobre el lucro. Durante décadas, hemos defendido lo que la Administración está reconociendo ahora: las terapias asistidas con psicodélicos pueden convertirse en una clave para abordar los retos más urgentes de la salud mental de nuestro tiempo y reducir el sufrimiento innecesario”.

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Beau Kilmer, director del Centro de Investigación de Políticas de Drogas RAND, dijo que varios estados, encabezados por Oregon, ya estaban avanzando en la actualización de sus leyes sobre la psilocibina. “Alrededor de una docena de jurisdicciones han hecho cambios [legislativos] sólo en el último par de años; y esto es un poco diferente de lo que vimos en el cannabis”, dijo a USA TODAY en un seguimiento de la exclusiva de Intercept. “Con el cannabis se tenía un plazo más largo y, de repente, con los psicodélicos, ahora se está viendo que ese plazo se ha comprimido. Gran parte de este cambio se ha producido en los últimos dos años”.

Posibles contratiempos

A pesar de los avances, un reciente análisis de un bufete de abogados sobre este desarrollo puso de relieve un triple choque. Esto significa que muchas empresas farmacéuticas siguen siendo cautelosas a la hora de invertir en la investigación psicodélica. Las razones son las dificultades de patentar compuestos conocidos o naturales, las restricciones de la DEA sobre las sustancias controladas y las barreras financieras para la aprobación de la FDA.

Vía DoubleBlind, traducida por El Planteo.