El Mes de la Mujer Durante la Pandemia de Coronavirus

Mientras el mundo celebraba a las mujeres durante todo el mes de marzo del 2020, la Madre Naturaleza tenía un desafío sorpresa esperándonos. El Día Internacional de la Mujer (8M) y la pandemia de Covid-19 han conectado a la humanidad a través de todas las fronteras y barreras. Si bien esto es por razones distintas, el 8M puede enseñarnos un par de cosas mientras entramos en una época de distanciamiento social.

Empecemos con una perpectiva del 8M. Todxs conocemos y celebramos a las mujeres: madres, hijas, amigas, colegas, maestras, mentores, artistas, médicas, científicas, políticas, empresarias, y más. Algunas se encuentran en la primera fila contra el coronavirus hoy mismo. El Covid-19 tiene visa ilimitada, siendo reportado en al menos 110 países, conectando e infectando a todas las sociedades por igual.

Mientras el virus se vuelve viral, los eventos, citas, encuentros y demás se vuelven virtuales.

La realidad es ésta: los conciertos se han silenciado. Lxs atletas han perdido sus temporadas. Las escuelas están cerradas. Los supermercados están más llenos que los boliches. El papel higiénico tiene más demanda que las rosas en San Valentín.

No, no es el apocalipsis. Sí, comunidades enteras han entrado en la fase de aislamiento social. Por eso, es menester que la unión sea una prioridad en estos tiempos.

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Nuestra humanidad nos conecta, pero el virus nos ha dejado expuestxs. El hacinamiento es dañino, no le hace bien a nada ni nadie. Los intereses egoístas de muchxs disrumpen los pedidos de auto-aislamiento. El comportamiento discriminatorio (sobre el uso de barbijos y los insultos raciales, por ejemplo) alimenta el riesgo de caos.

¿Es éste el epítome de la humanidad? Cuando la sociedad está vulnerable y a punto de quebrarse bajo el peso de la incertidumbre, el egoísmo debe ser reemplazado por la empatía.

La generosidad y la amabilidad se reflejan en actos altruistas. Considera ayudar a negocios pequeños y locales para sobrevivir y surfear la internet en lugar de las olas. Si eres joven, intenta acercarle provisiones y recursos a la gente que debe aislarse por pertenecer a los grupos de riesgo (gente mayor y/o con condiciones médicas preexistentes). La lista de acciones que se pueden tomar es más larga que este artículo, y para cuando lo termines, más gente va a beneficiarse de un servicio así.

La pregunta acaba siendo: “¿es éste un servicio que estamos obligadxs a brindar?” Es nuestro deber protegernos a nosotrxs mismxs, nuestros seres queridos y vecinxs, pero ¿es también nuestra responsabilidad proteger a todxs lxs extrañxs, que andan en la calle, y miembros de la sociedad que quizás nunca conozcamos?

Encontrar esa respuesta es un proceso y la lucha es larga y continua; esto es algo que nos ha enseñado el 8M. El 8 de marzo no es solamente un día, es un recordatorio de vivir de cierta manera: equilibrada, pacífica y respetuosa. La celebración de la diversidad y la inclusión es el corazón del Mes de la Mujer.

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Para poner al 8M en perspectiva, la gente piensa en el género femenino en relación a las mujeres que tiene en su vida. Para poner al Covid-19 en perspectiva, piensa en la gente mayor que conoce (abuelxs, profesorxs, mentores, etc.). ¿Algunx de tus amigxs o familiares tiene diabetes? ¿Algunx de tus colegas o vecinxs tiene afecciones respiratorias? ¿Algunx de las personas de tus redes sociales trabaja en supermercados, farmacias, hospitales, etc.? La difusión es exponencial, las preguntas interminables, y la conexión mutua, casi una garantía.

Pero para navegar este panorama tan turbulento, es crucial que entendamos que nuestros seres queridos no son los únicos que merecen ayuda. Lxs extrañxs que están en la calle o en cuarentena también merecen empatía, aunque no lxs conozcamos ni a ellxs ni a sus situaciones. Pero aunque no sean nuestros seres queridos, son los de alguien más, y son humanos, y eso importa. No olvidemos que esta pandemia pone a la humanidad entera, por primera vez en la historia reciente, del mismo lado. Hoy estamos todxs en la misma. Hoy no somos extrañxs. Hoy, por más confinados que estemos, no estamos solxs.

Entrando en esta era de incertidumbre, nuestra unión debe prevalecer mientras apoyamos a nuestra comunidad. El Covid-19 es un virus novedoso, pero la inclusividad no lo es. Este virus es un llamado de atención para la sociedad (y una bendición para el medio ambiente).

Somos seres humanos. Tomemos distancia, pero mantengámonos conectadxs, porque nuestra humanidad va primero, y debe prevalecer

Vía Jessica Steinberg y Benzinga, traducido y adaptado por El Planteo.