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Javier Milei, Drogas y Derechos: El Ojo Crítico de Esteban Paulón sobre el Presente de Argentina

Por Lucía Tedesco

Javier Milei, Drogas y Derechos: El Ojo Crítico de Esteban Paulón sobre el Presente de Argentina

✍ 15 January, 2025 - 12:03

El diputado santafesino Esteban Paulón entiende perfectamente la intersección entre política y activismo en Argentina. Como socialista y hombre abiertamente LGBTIQ+, lleva el nervio del debate como bandera, apela al humanismo y a la interacción cara a cara, que considera que como “el principal insumo para la política y la construcción de miradas más inclusivas”.

En esta ocasión, reflexiona junto a El Planteo sobre el poder y las limitaciones de las redes sociales, aborda temas candentes como la gestión de Javier Milei, la legalización de las drogas, la violencia en Rosario y cómo la sociedad argentina puede elegir un modelo de gobierno, pero no necesariamente responder bien a su agenda antiderechos.

Con una mirada crítica hacia el gobierno actual, al que tilda de “antiliberal y muy conservador”, Paulón reafirma su compromiso con la memoria, la verdad, la justicia y las libertades individuales: “Este es un gobierno que habla de libertades, pero no está de acuerdo con ninguna. Ni con que formes tu familia como quieras, ni con que consumas lo que quieras, ni con que decidas sobre tu propio cuerpo”.

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Las redes pueden ser “el ahora”, pero no son la vida cotidiana

Para Esteban Paulón, las redes sociales son un espacio esencial para la comunicación y el debate público, pero lejos están de sustituir la interacción humana que define a la política. “Yo digo que las redes son ‘el ahora’ de nuestro tiempo, es el lugar donde ocurre la conversación. Que no quiere decir que es el único lugar”, subraya. Según él, estas plataformas ofrecen una oportunidad para “difundir y multiplicar el mensaje que uno quiera llevar adelante”.

Sin embargo, no pierde de vista las limitaciones del mundo virtual. “Sí, son un termómetro social, generan opinión y se debate en temas, pero nunca reemplazan el vínculo personal”, sostiene. Por lo cual, la política sigue siendo “una cuestión de cercanía y contacto humano: nada de lo que se dice o se agita en redes ocurre en la vida cotidiana”.

Paulón ha sido blanco frecuente de ataques debido a lo que llama su “doble condición de socialista y gay”. Insultos y descalificaciones, muchas veces provenientes de trolls como “Juan Doe” o incluso de funcionarios públicos, han intentado desacreditar su figura. “El clima que se arma en las redes en relación a eso es muy violento”, reconoce. Pero, lejos de amedrentarse, insiste en que “hay que tomarle la temperatura a las redes”, entendiendo su rol en la sociedad sin sobredimensionarlas ni permitir que definan las narrativas políticas.

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La agenda antiderechos y la fortaleza del consenso social

Los derechos adquiridos parecen estar en la mira de sectores reaccionarios, el progresismo enfrenta una etapa de nuevos desafíos. “Hoy parecieran estar más vigentes los discursos que vienen a contestar algo que pensamos que era un consenso ganado”, señala Paulón, que asegura que en el territorio ese consenso sigue firme: “No hay una mayoría social antiderechos; la sociedad no cambió, no se hizo mileísta”.

La política de extrema derecha, representada en figuras como el presidente Milei, intenta consolidar una agenda antiderechos que, según Esteban Paulón, no refleja el sentir de la mayoría: “La gente puede apoyar a Milei por cierta sensación de previsibilidad económica, pero no por su agenda reaccionaria”. Este desfase entre el respaldo económico y la falta de apoyo a medidas regresivas es una constante que surge en el análisis. “Salís a la calle y no ves personas con carteles diciendo ‘que los putos se mueran’”, recalca.

El debate sobre la Educación Sexual Integral (ESI) es otro de los temas que marca la tensión entre el progresismo y los sectores conservadores. El entrevistado cuestiona el reciente posicionamiento del jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, quien ha mostrado ambiguo respecto a la ESI, cuando sectores de su espacio promueven “teorías supremacistas”.

“Tiene una vicejefa de gobierno que habla del reemplazo poblacional, una teoría xenofóbica que apunta contra los bolivianos y otros migrantes”, advierte, refiriéndose a Clara Muzzio. Estas posturas representan un cálculo electoral “raro”, dice Paulón, dado que en el perfil histórico del PRO hay guiños a la diversidad.

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“Los derechos son progresivos, nunca van para atrás”, enfatiza en este contexto el diputado, recordando momentos clave como la aprobación del matrimonio igualitario, el aborto legal y el divorcio en Argentina. “En su momento, hubo divisiones, pero luego se terminó la discusión”.

Paulón advierte que no hay que subestimar a la sociedad democrática. Ejemplos recientes, como el repudio social a la visita de diputados oficialistas a represores, muestran que existe un límite que la ciudadanía no está dispuesta a cruzar. “La sociedad dijo ‘hasta acá no’, y eso es un mensaje claro para cualquier intento de retroceso en derechos”.

En cuanto al rol del progresismo en la construcción de debates, llama a “dejar atrás la cultura de la cancelación y dar espacio al intercambio. Si algo nos interpela, discutámoslo. Sólo así podemos evolucionar como sociedad”. “Poner a Francella con el sketch de ‘la nena’ en la televisión, que en su momento fue un éxito rotundo con 20 puntos de rating, no genera la misma aceptación hoy, que hace 5 puntos”, ejemplifica, y expresa que “está bien” que se pongan al aire, para discutirlo y entender cómo esos contenidos impactan en la sociedad. La cultura cambia, y lo que antes era aceptado, hoy invita a reflexionar: “No se trata de cancelar, sino de interpelar, de problematizar”.

Narcoviolencia en Rosario: una responsabilidad compartida

Santa Fe, en particular la ciudad de Rosario, ha sido uno de los puntos más conflictivos en la lucha contra el narcotráfico en Argentina. Sin embargo, la percepción de que la ciudad es violenta y adjudicarle el tráfico de drogas no sólo es reduccionista, sino que también ignora la complejidad del problema. “Decir que Rosario es responsable del narcotráfico, del contrabando o de la violencia urbana es desconocer que estos son delitos transnacionales que se entrelazan con rutas nacionales y conexiones internacionales“, señala Esteban Paulón.

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El problema del narcotráfico en Rosario, como en otras regiones, no se limita a la acción de los actores locales, sino que está fuertemente vinculado con el tráfico internacional. La ciudad está ubicada en una red de rutas nacionales que la conectan con países limítrofes, como Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Además, cuenta con 60 kilómetros de ribera sobre el Río Paraná, que alberga puertos que están bajo jurisdicción nacional. En palabras del diputado, “las rutas nacionales y los puertos son una responsabilidad del gobierno federal, no sólo de la provincia o del municipio. No se puede responsabilizar a Rosario por el narcotráfico sin entender el contexto de estas rutas y puertos“.

La historia rosarina ha sido de estigmatización y abandono por parte de los poderes del Estado: “La ciudad vive un proceso del cual es responsable el Ejecutivo Nacional y el Poder Judicial“. El sistema judicial, especialmente el federal, ha tenido grandes dificultades para hacer frente a los delitos transnacionales que se cometen en la región, lo que ha dejado a Rosario expuesta a una creciente violencia. “La falta de fiscalización adecuada en los puertos y las rutas nacionales ha facilitado el tráfico de productos como la soja hacia Paraguay, un contrabando que, aunque no genera violencia directa en los barrios de Rosario, contribuye a una economía paralela y descontrolada“, detalla Paulón.

Además de la responsabilidad del Estado nacional, el accionar de los gobiernos provinciales también es cuestionado por el diputado. Si bien el socialismo en Santa Fe implementó el sistema acusatorio para procesar a los narcotraficantes, hubo fallos y dificultades en su aplicación que permitieron que las bandas criminales se fragmentaran y resolvieran sus disputas con violencia en las calles. No obstante, Paulón reconoce que la situación empezó a cambiar con la coordinación entre los gobiernos provincial y nacional, de la mano de la intervención de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad y junto con la colaboración del Ministerio de Justicia.

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“Aunque tengo enormes diferencias con algunos de estos actores políticos, debo reconocer que hubo una voluntad de coordinación de las fuerzas de seguridad. Esto, junto con la implementación del sistema acusatorio, ha generado una baja en los niveles de violencia de la ciudad“, admite.

Los dichos del entrevistado dejan una lección importante: la coordinación entre distintos niveles de gobierno y la intervención de las fuerzas federales son clave para enfrentar un fenómeno tan complejo como el narcotráfico y la narcoviolencia. “Los avances en la coordinación son un paso en la dirección correcta, pero no debemos olvidar que la responsabilidad es compartida, y el Estado tiene su parte en el control y la fiscalización de estos delitos transnacionales”, concluye al respecto.

Drogas, cannabis y legalización: un debate pendiente

La discusión sobre las drogas y el cannabis ha avanzado, pero -dice- “sigue siendo insuficiente”. “Hubo soluciones de ocasión, no pensadas a largo plazo”, señala el diputado. Este tipo de políticas, que no abordan el problema de fondo, se encontraron con los límites del actual gobierno. Un claro ejemplo de esto es el REPROCANN, el registro de productores y usuarios de cannabis medicinal, que comenzó con una apertura al debate y la implementación de normativas progresistas, pero ha enfrentado retrocesos bajo la nueva administración. “Cuando cambió el gobierno, pasaron meses sin renovación de permisos, lo que demuestra la hostilidad que se ha instalado en torno a la cuestión”, critica Esteban Paulón.

La legalización del cannabis y la despenalización de las sustancias para consumo personal es una causa que Paulón apoya firmemente, algo que ha dejado claro en varias ocasiones. “Yo estoy totalmente de acuerdo con la legalización”, dice con ahínco de defender las libertades individuales, concepto que asegura que el gobierno actual no protege.

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La postura del gobierno de Milei es “antiliberal” y refleja una visión “muy conservadora y paternalista”, especialmente influenciada por la postura tradicionalista de la iglesia. El análisis de Paulón es que este “es un gobierno que no se atreve a avanzar en un debate serio”, cuando esto debe llevarse “con urgencia” al Congreso.

“Tenemos que animarnos a discutir estos temas y que, eventualmente, el consumo de drogas pase a ser legal, como el aborto, la diversidad sexual o el matrimonio igualitario”, dice, justificado en que la legalización tendría múltiples beneficios, no sólo en términos de derechos, sino también económicos y sociales. “Si legalizamos, ponemos el consumo de drogas bajo el control del Estado, lo regulamos, lo fiscalizamos y lo sometemos a impuestos”. Esto ayudaría a combatir la clandestinidad de los mercados de drogas. Para el diputado, la “guerra contra las drogas” ha demostrado ser ineficaz y ha tenido consecuencias devastadoras tanto en Argentina como en otras partes del mundo.

En este sentido, Paulón sostiene que es hora de que la sociedad y el Estado reconozcan que el uso de drogas, y en particular del cannabis, es una realidad que existe “acá y en el mundo”.

El desafío del cambio: un modelo humanista frente al individualismo

En sus conclusiones, Esteban Paulón reflexiona sobre la naturaleza profundamente humana de la política y la dirección que ha tomado el gobierno de Javier Milei. Dice que el proyecto político impulsado por Milei no está centrado en las personas, sino en un modelo “profundamente individualista” que, según él, no llevará a nada, porque las sociedades exitosas se basan en el concepto de comunidad y apoyo mutuo. “Es a través de la solidaridad y el cuidado colectivo que los países realmente logran desarrollarse”, agrega.

Paulón también pone en cuestión la visión de Milei sobre los países desarrollados, aquellos que el presidente menciona frecuentemente como modelo a seguir, como los países de Europa del Norte. “Estos países se desarrollaron en la posguerra, basados en valores humanistas que defiende el socialismo. Son sociedades organizadas en torno a un modelo socialista”, argumenta, desafiando la visión liberal del presidente. En cambio, este diputado defiende un socialismo democrático con capacidad para equilibrar libertades individuales y un Estado presente, porque ese modelo es el que ha permitido a las sociedades desarrolladas alcanzar los niveles que hoy ven con admiración los libertarios.

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Asimismo, hace un llamado a la población para que no se deje llevar por el miedo o por las visiones distorsionadas que se promueven desde el poder. “No hay que creer en la visión que da Milei, que el socialismo no mató a 150 millones de personas. El socialismo no es un fenómeno empobrecedor“, aclara, defendiendo la importancia de un modelo que garantice los derechos básicos y una economía que funcione para todos, no solo para unos pocos.

El funcionario defiende la idea de que el rumbo tomado por el presidente es hacia un modelo que privilegia “a ciertos sectores de la casta política“, replicando métodos del pasado. “Más allá de que Milei diga que vino a combatir la casta, su modelo político terminó abrazándola y empoderándola“, critica. El resultado, según Paulón, es una sociedad excluyente, que abandona la “dimensión humana” que debería ser el eje de cualquier propuesta política.

Foto: cortesía de Esteban Paulón.

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ACERCA DEL AUTOR

Lucía Tedesco es redactora de El Planteo. Se recibió de periodista en ETER  y comenzó su carrera cubriendo zonales en el Oeste de Bs As. Escribe sobre sociedad, cultura y tiene gran interés en el mundo audiovisual, lo que la ha llevado a publicar reviews de películas y series en Cinergia Online. Se encuentra estudiando Lic. en Comunicación Audiovisual en la Universidad Nacional de San Martín.

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