Nacen ‘Estudio 420 y Don Marcelino y Los Cocos’, una Firma de Abogados y un Club Cannábico en Sintonía con la Nueva Industria

Emplazado en un finísimo caserón de finales del 1800, el barrio de Almagro recibe a un proyecto que, de mínima, se configura desde la innovación. Y que, de máxima, dialoga 100% con el presente. De hecho, se trata de un fenómeno que entroniza los códigos de la actualidad y que, en el pasado (o, al menos, hasta no hace tanto), no encontraría sentido.

Bajo estas aproximaciones se erige Estudio 420 y Don Marcelino y Los Cocos, un tándem nacido en la nueva configuración cannábica nacional. “Siempre tuve el sueño de tener un club”, apura el verborrágico Juan Palomino Uriarte, abogado especializado en cannabis y uno de los “nuevos rockstars” (¿un “weedstar?”) del ecosistema 420 doméstico.

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Aquí todo es nuevo, todo está estrenándose: discurso y acción. Y, en ese marco, se da el siguiente diálogo:

—“¿Es un buen lugar para trabajar?”, pregunta Palomino Uriarte.

—“Es Disney”, responde Belu, joven profesional que acompaña las tareas del estudio.

Su labor en el nuevo ecosistema cannábico

“Somos legales porque no somos ilegales. Todo lo que no está prohibido, está permitido”, explica el abogado a propósito de la labor de este estudio de profesionales 420 que brindan asesoría legal y, además, funciona en espejo con un club especializado en cannabis medicinal.

Y continúa: “A partir de la existencia de REPROCANN, nosotros ideamos un cultivo asociativo con características solidarias y brindamos una herramienta que los pacientes necesitan”

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Entretanto, el proyecto está inscripto legalmente como una asociación civil y tiene como objetivo “la gestión y el control de un cultivo de cannabis sativa para repartirlo entre los miembros de la asociación, siempre y cuando estén inscriptos en el registro con su correspondiente indicación médica”.

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Asimismo, este proyecto forma parte de una industria que –ahora mismo- está en pleno desarrollo, buscando alternativas y encontrando respuestas en nociones de índole artesanal y boutique.

Respuestas a las demandas del mercado

De esta manera, desde su profundo know how, con Estudio 420 y Don Marcelino y Los Cocos democratizan sus conocimientos y asisten a nuevos proyectos cannábicos a encontrar su propio cauce.

“El Estudio 420 y el proyecto del club surgen de la demanda y también de la necesidad”, suma Mike Urrere, cultivador y otro de los socios fundadores. Además, Mike es un personaje célebre de la movida gracias a su trabajo en el recomendadísimo Porro Podcast, un podcast dedicado –sí- al cosmos del porro.

A la sazón, con Estudio 420 y Don Marcelino y Los Cocos buscan un acceso democrático al cannabis y, en parte, se están anteponiendo a las normativas. “En términos técnicos, somos una asociación que dispensa cannabis a usuarios terapéuticos. Buscamos eliminar barreras para el acceso oportuno de cannabis. Y evitamos que nuestros socios vayan por el mercado informal, que también tiene sus riesgos”, desarrolla Palomino Uriarte.

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Y avisa Mike: “No tiene como fin último el lucro. Es una asociación civil. Los pacientes se hacen socios y nosotros cultivamos para ellos”.

Por lo demás, como en toda asociación, está previsto que los socios hagan su aporte. “Nosotros producimos un cannabis de altísima calidad para usuarios que lo demandan y vamos por una industria cada vez más segura”, continúa el cultivador. Y no, debido a la alta demanda, por el momento no están tomando nuevos socios para su club.

“El problema con la palabra ‘club’ es que es un término coloquial, no jurídico, que surge de la voluntad asociativa de las personas. A diferencia de un club de fútbol, que también es una asociación civil sin fines de lucro, pero funciona como una empresa, nosotros tenemos una finalidad puramente social. Una finalidad que tiene que ver con aliviar el sufrimiento y elevar la calidad de vida de los pacientes”, puntualiza Maximiliano Carlinis, abogado y otro de los responsables del proyecto.

“Así como Boca Juniors es un club y paga sueldos y trabaja como una empresa pero el fin último no es el lucro, con nuestro trabajo pasa un poco lo mismo: los cultivadores y trabajadores cobran un sueldo, pero el fin último no es ganar plata”, dicen a coro Palomino Uriarte y Urrere.

El nacimiento de la industria del cannabis

Por estos días, tanto Palomino Uriarte y Urrere como sus dos socios (Maximiliano Carlinis y Alejandro Maronna) están viviendo una especie de sueño ya que, en pleno envión, vienen formando parte del nacimiento de la industria del cannabis.

Así las cosas, la historia de este cónclave nace a partir de una inquietud profesional y, con el fragor cotidiano, paulatinamente, sus protagonistas fueron leyendo las pistas que iban dejándoles estos nuevos escenarios. “El estudio se transformó en una consultora 420. Ahí brindamos información para potenciales emprendedores cannábicos”, desgrana Mike.

En tanto, en Argentina, este modelo de clubes cannábicos ya existía en el mercado gris y hoy, gracias al REPROCANN, empieza a encontrar su lugar en la legalidad dentro de marco en el que los cultivadores solidarios quedan protegidos.

El fenómeno de los clubes

Sin embargo, estas flamantes coordenadas de la industria están sucediéndose delante de nuestras narices.

“Todavía no podemos decir cómo es el fenómeno de los clubes porque está ocurriendo en este instante. No sabemos aún cuál será su alcance. Sí sabemos que se va a sostener en el tiempo y que el modelo no va a ir para atrás. ¿Quiénes van a dispensar? ¿Quiénes van a preparar la medicina? ¿Será solo medicinal? La demanda no va a dejar de existir”, se envalentona Urrere.

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Incluso, el experto cultivador se anima a divisar algunas coordenadas del futuro: “Tal vez los clubes se conviertan en lugares de encuentro”.

Y cierra: “Es una industria que está en ciernes. No sé en qué va a derivar todo esto. El fenómeno es muy groso. Y, a partir de cierta legalización y validación, creo que el cannabis puede convertirse en ‘el nuevo café’. Puede ir como para ese lado: se bebe cada vez mejor, el público es más exigente y el mercado, también”.

Fotos de cortesía