Ketamina: ¿Revolución en Salud Mental, Oportunidad de Negocios o Ambas?
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El empleo de la ketamina para tratamientos de salud mental se encuentra cada vez más en auge. Diversos estudios han demostrado sus propiedades para hacer frente a problemáticas como la depresión, la ideación suicida y los dolores crónicos y agudos.
En este contexto de promesa científica y comercial, el mercado naciente de los tratamientos en base a ketamina da lugar a nuevas inversiones que posibilitan la proliferación considerable de pesquisas en torno a los usos medicinales de esta sustancia y la apertura de nuevos centros que ofrecen este tipo de tratamientos en diversos países del mundo. Si bien las empresas farmacéuticas y biotecnológicas siguen dominando los negocios dentro de este sector, es posible advertir el creciente interés de otros actores, como las clínicas de investigación y los proveedores de terapias, cuyo rol en este proceso es de particular interés.
En este artículo pasaremos revista de esta situación. ¿Qué tan grande es, actualmente, el mercado de los tratamientos en base a ketamina? ¿Cómo se proyecta en los próximos años? ¿Puede la ketamina revolucionar los tratamientos de salud mental y el mercado en el cual éstos se desarrollan?
Usos terapeuticos de la ketamina: ¿una reinvención de la salud mental?
La ketamina es una droga derivada de la fenciclidina sintetizada por primera vez a comienzos de la década del sesenta por Calvin Stevens. Se trata de una sustancia disociativa utilizada, generalmente, para tratamientos quirúrgicos como analgésico y como anestésico, aunque también suele ser empleada de manera recreativa por sus potenciales efectos alucinógenos, lo cual le ha otorgado una mala reputación como droga de abuso. Es por este motivo que la investigación clínica en torno a sus propiedades medicinales se vio envuelta en una serie de obstáculos que interfirieron con su adecuado desarrollo, principalmente debido al régimen de políticas prohibicionistas aplicadas desde los estados a nivel mundial durante la segunda mitad del siglo XX.
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No obstante, hace ya más de dos décadas que diversos centros de investigación de vanguardia han puesto el ojo en la ketamina como potencial fármaco para tratar diversas afecciones mentales, retomando así los estudios en torno a las propiedades terapéuticas de la ketamina. En el año 2000, Berman, Cappiello y Anand publicaron el primer ensayo clínico sobre el uso de esta sustancia para tratar la depresión. De acuerdo con este trabajo, administrada en dosis subanestésicas de 0,5 mg/kg, la ketamina posee efectos antidepresivos rápidos sobre los pacientes.
A este trabajo siguieron otros de particular importancia, como el célebre estudio aleatorio desarrollado por Murrough y colaboradores, publicado en el año 2013 por The American Journal of Psychiatry, que reveló resultados prometedores de la ketamina para tratar la depresión mayor resistente debido a que sus efectos son clínicos son más rápidos y sostenidos en el tiempo que los de otros psicofármacos empleados para tratar esta afección (en el caso del trabajo en cuestión, como en el de muchos otros similares de particular importancia, se utilizó midazolam como placebo activo).
Más recientemente, un metaanálisis que revisita una decena de ensayos clínicos doble ciego de dosis única de ketamina intravenosa, realizado por Wilkinson y colaboradores, sugiere que la ketamina podría tener efectos antisuicidas específicas independientemente de sus efectos antidepresivos generales. Esta conclusión resulta de particular interés ya que puede impactar de forma considerable sobre la aprobación de la ketamina como medicamento para tratar a pacientes con ideas y conductas suicidas.
Los resultados de estos trabajos, junto con los de muchos otros desarrollados a partir de la década del 2000, autorizan científicamente el empleo de la ketamina para el tratamiento de trastornos mentales de difícil abordaje. Es por esta razón que, en los últimos años, el mercado de tratamientos en base a la administración de ketamina se encuentra en un auge expansivo que se traduce en un incremento de inversiones y de oferta de este tipo de terapias en diversas clínicas y centros de salud tanto en los Estados Unidos como en Latinoamérica.
Tratamientos en base a la administración de ketamina: una realidad mundial
El desarrollo de este tipo de investigaciones, que abordan los beneficios terapéuticos de sustancias tradicionalmente consideradas “peligrosas” para la sociedad (como es el caso de la ketamina y otras sustancias psicotrópicas), junto con la consecuente oferta de tratamientos basados en las mismas, responden al contexto actual en el que el modelo prohibicionista de regulación de estupefacientes ha entrado en crisis.
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Históricamente, el consumo de drogas ha sido considerado por los gobiernos como una preocupación de carácter social. El control estatal sobre la producción, consumo, experimentación y tráfico de sustancias adopta, a nivel global, un modelo basado en la prohibición tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comienza a hacerse cargo del comercio internacional de las drogas. Este modelo (que había sido empleado por el gobierno estadounidense en los años treinta, con la llamada “Ley Seca”) considera ilegales la producción, distribución y venta de ciertas sustancias. A lo largo de la segunda mitad del siglo XX las restricciones internacionales impulsadas por la ONU en torno a las drogas se intensificaron considerablemente, particularmente con la creación de la Junta Internacional de Estupefacientes en 1961, el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, que limitó la experimentación e investigación con estas sustancias, y la Convención contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988.
Este enfoque rígido y abstencionista en torno a las drogas no sólo no ha logrado su utópico objetivo de promover “un mundo sin drogas”, incentivando la creación de un mercado ilícito de las drogas con sus consecuentes problemáticas sociales, sino que también ha interferido en la investigación científica en torno a ciertas sustancias cuyo uso terapéutico podría ser ventajoso en el campo clínico de la medicina. Hace ya un par de décadas que gran parte de los estados del mundo occidental han comenzado a desplazar las medidas basadas en la prohibición de las drogas por un nuevo modelo regulativo basado en la reducción de riesgos y daños. Este giro habilitó nuevamente la investigación científica en torno a sustancias que, como la ketamina, parecen ser prometedoras en el tratamiento de enfermedades mentales de difícil abordaje, como la depresión mayor resistente y la ideación suicida.
En este marco, la proliferación de investigaciones en torno a las propiedades antidepresivas de la ketamina en las últimas dos décadas posibilitó, en marzo de 2019, la aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) de la esketamina intranasal, un derivado de la ketamina, para el tratamiento de la depresión mayor resistente. A partir de entonces, los tratamientos para la depresión basados en la administración de ketamina, ya sea vía intranasal como a través de infusiones intravenosas, están cobrando cada vez más popularidad tanto en los Estados Unidos como en Latinoamérica.
Además de la inserción en el mercado de la esketamina intranasal, producida por el laboratorio Janssen Cilag de Johnson & Johnson y comercializada en forma de spray bajo el nombre de Spravato, la acelerada proliferación de clínicas que ofrecen tratamientos de salud mental basados en ketamina es un claro indicador del crecimiento de este mercado a nivel internacional.
En octubre del año 2021 abrió sus puertas Nushama en la ciudad de Nueva York. Se trata de una clínica de bienestar psicodélico que combina terapias psicológicas con tratamientos asistidos por ketamina y que, para 2024, planea abrir 35 clínicas a lo largo del noreste de los Estados Unidos.
Por su parte, Field Trip Health & Wellness (OTC: FTHWF) , una empresa que provee terapias con psicodélicos en clínicas y en el hogar, ofrece terapias asistidas por ketamina para tratar diversos trastornos mentales, como la depresión, el trastorno de ansiedad generalizada y la ideación suicida en América del Norte y Europa. Se espera que, para el próximo año, esta empresa cuente con unas 75 clínicas en funcionamiento en el territorio estadounidense.
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En Canadá, la empresa Numinus Wellness (OTC: NUMIF) absorbió recientemente las operaciones de las clínicas de Novamind, a través de las cuales desarrolla una extensa red de servicios que incluyen, entre otros procedimientos, terapias asistidas por ketamina.
En el contexto latinoamericano, se destaca Bienstar Wellness que, a través de las Clínicas Beneva, opera en el estado brasilero de São Paulo, preparando su expansión hacia otras ciudades de territorio latinoamericano en los próximos meses. Las Clínicas Beneva ofrecen tratamientos basados en psicotrópicos para tratar diversas afecciones mentales, entre los que se encuentran las terapias asistidas con ketamina para hacer frente a la depresión mayor resistente y la ideación suicida. Cabe considerar que en Brasil el empleo de la ketamina para la realización de estudios clínicos bajo estricto protocolo, así como su uso para tratamientos, siempre bajo supervisión médica y en entornos hospitalarios adecuadamente controlados, está autorizado por la Anvisa (Agência Nacional de Vigilância Sanitária) y el Consejo Regional de Medicina de São Paulo desde el año 2013. Esto garantiza la posibilidad de acceder a estos tratamientos de forma legal y segura.
La expansión del mercado de tratamientos en base a ketamina: perspectivas futuras
La reciente publicación del Informe de Investigación de la Industria Global Tratamiento con Ketamina, Panorama Competitivo, Tamaño del Mercado, Estado Regional y Perspectiva (Global Ketamine Treatment Industry Research Report, Competitive Landscape, Market Size, Regional Status and Prospect) da cuenta del estado actual del mercado en cuestión y de sus perspectivas futuras en los próximos años. De acuerdo con el mismo, los ingresos de los tratamientos basados en ketamina a nivel mundial crecieron de USD 8,3 millones a USD 180 millones entre 2017 y 2022.
En los años que siguen, se espera que el mercado global de los tratamientos en base a la administración de ketamina aumente considerablemente. El informe, que combina un análisis cuantitativo extensivo con un análisis cualitativo exahustivo, da cuenta de una aceleración significativa en dicho crecimiento a partir del año 2021, así como de la adopción por parte de los principales actores de estrategias claves para tal fin. En efecto, si el tamaño de este mercado fue valuado en USD 132,43 millones en 2021, las expectativas apuntan a que se expanda a una tasa de crecimiento anual compuesto del 75,52% en los próximos años, alcanzando los USD 3871,44 millones para el año 2027.
Estos datos indican con claridad no sólo que los tratamientos de salud mental en base a la administración de ketamina son una realidad en el mundo, sino que se encuentran en constante expansión y crecimiento.
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