Hablamos con Machito Ponce sobre el Caso Coppola: ‘Con Samantha Tenemos Buena Onda’

Fue el padre de un hit en los ‘90, llegando a ser número 1 en Argentina y el resto de Latinoamérica. Creó una identidad pensando que la repercusión iba a ser moderada y se encontró con un suceso del que hablaron millones.

Gustavo Radaelli es músico y actualmente se desempeña como director de una emisora radial líder en Buenos Aires. Quizás el nombre, pronunciado sin contexto, no resuene en el imaginario popular de los jóvenes, pero si se menciona su seudónimo, como si de una tecla se tratase, se prenderá la corriente que da energía a los recuerdos. El experimento comienza ahora: el alter-ego de Radaelli es Machito Ponce.

¿Les suena? ¡Por supuesto que sí!

Entre 1995 y 1996, “Machito” gestó un éxito en materia musical con dos canciones. La primera fue una reversión del tema “Short Dick Man”. La segunda estuvo atada al resonante Caso Coppola en el que Guillermo Coppola, por entonces mánager de Diego Armando Maradona, estuvo involucrado en un caso de drogas que desató un debate mediático de proporciones históricas.

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Para quienes no lo recuerdan, acá va un resumen: en octubre de 1996, efectivos policiales hallaron en el departamento de Coppola un jarrón con 400 gramos de cocaína de baja pureza. El juez federal Hernán Bernasconi pidió su arresto, por lo que se acusó a la mano derecha del Dios del Fútbol de integrar una red de narcotráfico.

“La droga no es mía, me la plantaron”, supo decir “Guillote”, tal y como lo llamaban cariñosamente en la televisión y el ambiente futbolístico. De inmediato, la prensa se hizo eco de los testimonios de tres jóvenes que solían mantener encuentros con él: Julieta Lavalle, Natalia Denegri y Samantha Farjat.

A veces sólo hace falta una idea

Sobre esta última y a propósito de sus apariciones televisivas, Machito escribió, produjo y cantó una canción titulada “Samantha”, alcanzando la primera posición en los charts locales.

Meteóricamente se convirtió en un tema bolichero, comparable con “Despacito” y las sesiones de Bizarrap, por poner un paralelismo con estos tiempos.

“Samantha, todas las noches se la banca. Samantha, si tú la aprietas ella canta. She likes de rodearse con los poderosos”, indicaba un tramo de la canción, en consonancia con la banda sonora y estética frívola y vertiginosa de tiempos menemistas, llenos de pizza y champán.

—¿Cómo nace la idea de producir un tema sobre ella en particular?

—La canción surgió en una conversación mientras cenábamos antes de hacer un show. No recuerdo si fue en Corrientes o Misiones, pero era por esa zona en el litoral. En el lugar en el que comíamos estaba encendido el televisor con el programa de Mauro Viale, que prácticamente estaba 24 horas al aire con el Caso Coppola.

Amerita una segunda aclaración: Mauro Viale conducía Mediodía con Mauro en ATC (Argentina Televisora Color), haciendo un seguimiento de los hechos con un tono marcadamente amarillista y entrevistando a distintas personas que tenían relación directa e indirecta con el imputado.

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Retomando la noche de la cena, Radaelli amplía: “Alguien hizo un comentario sugiriendo que lo único que le faltaba a Samantha era cantar una canción, refiriéndose a que ella debía cantarla. Pensé que lo mejor era hacer una sobre ella. En realidad no habla sólo de ella, sino que describe una situación bastante generalizada en ese momento, en los ‘90. Quizás el personaje más saliente de la historia terminó siendo ella y el Caso Coppola nos describe un poco a todos los que estábamos en el mundillo mediático y a la noche de esos tiempos. Todos éramos un poco Samanthas o Samanthos“, recuerda en exclusiva para El Planteo.

Samantha (Versión 1996, YouTube)

El genio del rap

El dato notable era que Machito (considerado por muchos como el primer rapero argentino), no tenía una tonada familiar, sino centroamericana, como si el hecho altisonante tuviera seguimiento del exterior.

Radaelli fingió un acento dominicano que le dio origen al personaje, dotado de una personalidad y un tono particular, el cual ya había cosechado expectativas con un remix de otro famoso tema de esa década.

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“Estaba la versión original de ‘Short Dick Men’ de 20 Fingers y Gilette donde la chica repetía que no quería hombres con pene corto. Entonces la idea fue hacer una versión de ese tema en el que no hubiera una traducción literal de lo que decía ella porque nadie la hubiese pasado en el continente. Surgió esta idea: ¿qué pasa si hay un hombre que le contesta y le retruca que lo que ella dice no es cierto?“, se preguntaba en ese entonces.

Machito Ponce feat. Gilette “Short Dick Man” (YouTube)

—¿Por qué tenía un acento centroamericano?

—Para que tuviera más gracia se nos ocurrió que tuviera el acento centroamericano. Ahí surgió Machito y le pusimos Ponce de apellido. Era un nombre creíble, el de alguien que podía existir. A partir de eso fuimos creando el personaje. Cuando al tema le fue bien, dijimos ‘¡vamos a hacer más!’ De todas maneras, hasta que se terminó el disco pensaba que iba a ser un artista fantasma de esos que aún existen, que apenas son un nombre, un sonido pero que nadie sabe quién es. Artistas que quizás podían sonar en las radios y los boliches pero no ser presentados en los escenarios.

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—¿Y cómo hacían con las presentaciones en vivo?

—En un momento empiezan a pedir que el artista promocione la canción, por lo que hubo que darle una cara a Machito. Al principio pensamos algo onda Milli Vanilli, poner un perfil para las fotos y que la voz fuera la mía, pero la idea se desechó. Viajé a España y me preguntaba lo que diría la gente cuando me vea a mí, un flaquito de Wilde, y no a un bronceado de cuerpo privilegiado. En vez de eso se encontraron un dominicano, un dominicano de Villa Domínico.

Machito Ponce: soundtrack de un caso interminable

“En aquel momento, todo ese caso duró mucho en pantalla y en el prime-time. Hubo tiempo de que el tema se instalara y, en particular, la figura de las chicas en la agenda. Eso permitió escribir la canción, grabarla, masterizarla y lanzarla al mercado, con tiempo suficiente como para que hiciera ese recorrido”, dice.

Y sigue: “Cuando llegó, todavía quedaban muchas horas de tele y meses de esto, lo que hizo posible el hit. Hoy un escándalo se sucede ante otro con mucha velocidad y hay una sensibilidad diferente con respecto a algunas cosas. No sé si pueden abordarse ciertas temáticas con un espíritu paródico como fue ese tema”.

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—¿Te abrió otras puertas esta suerte de alter-ego?

—No considero que Machito me haya abierto alguna puerta en particular. Me parece que recorrí todos los caminos que un artista que graba y que tiene una canción medianamente exitosa tiene que tener. Fui a los canales de TV, a tocarla en vivo, sonó en la radio, pero no creo que haya sido diferente a cualquier otro artista. Creo que pasaron las cosas que tenían que pasar con las canciones tal como eran.

—¿Alguna vez tuviste contacto con Guillermo o con Samantha?

—A Coppola nunca lo conocí, ni tuve la oportunidad de encontrármelo. A ella sí, una vez en un restaurante en la Costanera. El caso ya había pasado. Alguien que estaba comiendo conmigo hizo gestiones para conocernos pero fue un saludo y nada más, no fue muy profunda la conversación ni nada. Ahora nos seguimos en redes y cada tanto nos likeamos mutuamente en alguna publicación. Nos han cruzado en entrevistas en radio: hay buena onda, no tenemos una relación fluida pero, las veces en las que hemos cruzado en redes el trato siempre es cordial.

Foto vía YouTube

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