‘Así Se Arman Porros de Calidad’: Máquina Produce 900 Prearmados de Cannabis Por Hora (Mejores Que los Conos)

• RollPros revoluciona los prearmados de cannabis con tecnología TruRoll, mejorando calidad y consistencia.
• El sistema Blackbird ofrece porros de alta calidad y personalización para cultivadores y grandes marcas.
• Loucks busca innovar en empaques sostenibles tras éxito con 80M de porros producidos con Blackbird.

“Mi primer porro legal ardía como el infierno. Estaba caliente, el material se había secado y quemó mal”, recuerda Kyle Loucks, fundador y consejero delegado de RollPros, al describir la experiencia que le llevó a trabajar en el sector de los prearmados de cannabis.

Para Loucks, ese momento no fue sólo una decepción personal, sino que supuso una gran toma de conciencia. Lo que se suponía que iba a ser un hito mágico, celebrando la legalización y la artesanía de calidad, se convirtió en un encuentro con un producto que estaba muy por debajo de las expectativas. En lugar de seguir de largo, Loucks decidió hacer algo al respecto.

El problema de los prearmados de cannabis: La perspectiva de un experto

El primer prearmado de Loucks pretendía ser una celebración, un símbolo de lo lejos que había llegado el sector. En lugar de eso, puso de manifiesto un problema persistente en el mercado. “Vi un problema”, dice. “Este porro no está a mi nivel”.

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Para alguien que había pasado más de 20 años perfeccionando el arte de armar a mano, encontrarse con un producto tan mal hecho le hizo concebir una idea. Loucks se retiró a su garaje y empezó a trabajar en una solución que pudiera ofrecer porros uniformes y de alta calidad a gran escala.

El núcleo de su solución es la tecnología TruRoll, un sistema patentado que da la vuelta al proceso tradicional de llenado de conos, literalmente. “Lo llenamos horizontalmente, para poder rellenar hierba fresca y pegajosa con un gran tamaño de molido. Luego la enrollamos y la apretamos sobre la marcha. Es una forma mejor de hacer un porro”, explica Loucks.

El enfoque de relleno horizontal aborda un problema común de los conos: su estrecha apertura, que a menudo provoca un empaquetado desigual y problemas de flujo de aire. Al replantearse la mecánica del enrollado, Loucks desarrolló un sistema que preserva la integridad de la flor fresca al mismo tiempo que garantiza una combustión uniforme. Su invento no sólo es atractivo para los cultivadores artesanales, sino también para los grandes operadores que buscan eficacia sin sacrificar la calidad.

Prearmados de cannabis: lo artesanal se une con la automatización

El producto estrella de RollPros, el sistema de liado Blackbird, está diseñado para los entusiastas del cannabis que valoran tanto la precisión como la consistencia. Combina la experiencia práctica de Loucks con la automatización avanzada para reproducir la calidad de los porros armados a mano a escala industrial. “Ya hemos hecho más de 80 millones de porros y tenemos unas 160 máquinas en funcionamiento”, afirma Loucks, que destaca la creciente demanda de su tecnología.

El diseño de la Blackbird se centra en preservar lo que hace que un porro sea especial. “Lo diseñé egoístamente para mí”, dice Loucks, haciendo hincapié en sus estándares personales como conocedor del cannabis que valora la flor fresca y la calidad óptima de la combustión. “Me gusta un tamaño de molido grande para mantener todos esos flavonoides y terpenos en la planta”, añade. Para complementar esto, RollPros obtiene papel de alta calidad de una de las fábricas de papel más antiguas de Francia, lo que garantiza una combustión uniforme y suave.

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Más allá de la calidad, la Blackbird también es flexibilidad. Los operadores pueden personalizar casi todos los aspectos del proceso de armado, desde la densidad y la resistencia a la tracción hasta el tipo de filtro o papel utilizado. “Se pueden hacer gordos, grandes o pequeños, con boquillas de cerámica, de vidrio o de madera, todo es personalizable”, explica Loucks. La adaptabilidad de la máquina permite a las marcas adecuar sus productos a las preferencias específicas de sus clientes, creando una identidad única en un mercado competitivo.

Satisfacer las necesidades de los cultivadores artesanales y de otros sectores

Para Loucks, el diseño del Blackbird Rolling System siempre tuvo como objetivo servir a la comunidad del cannabis artesanal, que valora la calidad y la frescura por encima de la producción en masa. “Está hecho a la medida del cultivador artesanal”, explica.

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Inspirado por la dedicación de los cazadores de fenotipos y los cultivadores a pequeña escala en lugares como el Emerald Triangle, Loucks quería crear una herramienta que pudiera integrarse perfectamente en estas operaciones, manteniendo los estándares de los porros enrollados a mano.

El tamaño compacto del Blackbird lo hace ideal para este tipo de instalaciones. Mide aproximadamente metro y medio por metro y medio de alto, por lo que no es más grande que dos pequeñas neveras colocadas lado a lado. “Tiene ruedas, así que se puede llevar de una habitación a otra”, añade Loucks.

Sin embargo, la utilidad de la máquina no se limita al ámbito artesanal. La Blackbird también ha ganado adeptos entre los grandes del sector del cannabis, incluidos los operadores multiestatales (MSO) que buscan soluciones eficientes y escalables. “Tenemos todo el camino hasta los grandes MSO que utilizan nuestros equipos”, comparte Loucks. “Es genial ver que los grandes empiezan a mirarnos y a decir: ‘Así es como se hace una experiencia de calidad para el consumidor'”.

La ecuación de la inversión y el retorno (ROI)

Por supuesto, la innovación tiene un precio. El sistema Blackbird es una inversión, con un coste inicial de aproximadamente USD 250.000. Para algunos operarios, puede parecer un punto de partida excesivo, pero Loucks señala que la escalabilidad de la máquina y su potencial para producir grandes volúmenes pueden convertirla en una opción rentable a largo plazo. Con la capacidad de producir aproximadamente 900 porros por hora, el sistema puede amortizarse rápidamente en las manos adecuadas.

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Loucks cuenta la historia de un cliente especialmente ingenioso que compró una Blackbird y la convirtió en un servicio móvil de armado. “Lo tenía en un remolque y lo llevaba a las granjas para ofrecer el servicio de armado. Luego lo volvía a empaquetar y se dirigía al siguiente lugar”, explica Loucks. Este enfoque empresarial no sólo proporcionaba un valor inmediato a los agricultores locales, sino que también permitía al cliente recuperar su inversión antes de lo esperado.

Para los operadores que no dispongan del capital inicial, RollPros ofrece opciones de leasing para que la tecnología sea más accesible. Esta flexibilidad garantiza que los cultivadores artesanales y las pequeñas empresas puedan seguir beneficiándose de las posibilidades de la Blackbird sin quedar excluidos del mercado.

Más allá del armado: El futuro de la innovación en el cannabis

Aunque el Blackbird Rolling System se ha hecho un espacio en el mercado de los prearmados de cannabis, Loucks ya está pensando en los próximos retos a los que se enfrentará el sector. “Creo que el siguiente paso es el envasado”, afirma, señalando la sostenibilidad como un área crítica de mejora.

Las opciones actuales de envasado de prearmados a menudo se basan en plásticos de un solo uso u otros materiales poco respetuosos con el medio ambiente, un problema que Loucks cree que puede abordarse con la misma mentalidad innovadora que dio vida a la tecnología TruRoll. “Quiero encontrar algunas opciones más sostenibles para el envasado, pero tengo que hacerlo con el mismo nivel de innovación que hice con el Blackbird”.

El planteamiento de Loucks para resolver problemas se basa en la colaboración. “Me encanta la lluvia de ideas”, dice. “Ponte en contacto conmigo en LinkedIn, hagamos un Zoom, sacaré la pizarra —cuéntame tu problema”. Para Loucks, la innovación no se produce de forma aislada. Invitando a cultivadores, operadores y otros profesionales del sector a compartir sus puntos débiles, su objetivo es crear soluciones que no solo sean técnicamente sólidas, sino que estén profundamente alineadas con las necesidades de la comunidad cannábica.

Crear un ritual, porro a porro

A pesar de la sofisticación tecnológica de la Blackbird, Loucks se apresura a reconocer el valor insustituible del toque humano en la cultura del cannabis. Para muchos aficionados, armar un porro tiene tanto que ver con el ritual como con el producto final. Loucks, que se describe a sí mismo como un “hombre de rituales”, lo entiende perfectamente. “Armar un porro es como hacer un espresso”, dice. “Se trata del aroma, de la sensación, de toda la experiencia”.

Esta perspectiva está entretejida en el tejido mismo de RollPros. Aunque la Blackbird permite una producción consistente y de alta calidad a gran escala, no pretende sustituir la artesanía de armar a mano. Por el contrario, proporciona una herramienta para aquellos que quieren llevar su oficio al siguiente nivel, combinando la tradición con la innovación. “Las personas que realmente tienen éxito con nuestra máquina son liadores y fumadores de porros”, explica Loucks. “Saben lo que es un buen porro y pueden ajustar la máquina a esos mismos parámetros”.

Un legado en crecimiento

Con más de 80 millones de porros producidos y una creciente lista de clientes, que van desde cultivadores artesanales hasta grandes empresas, RollPros se está convirtiendo en una piedra angular de la industria de los prearmados de cannabis. Loucks atribuye gran parte de este éxito a su capacidad para permanecer conectado con la comunidad a la que sirve. Ya sea a través de sesiones de intercambio de ideas, el desarrollo práctico de productos o simplemente compartiendo su pasión por los porros bien enrollados, Loucks mantiene su atención en las personas que hacen de la industria del cannabis lo que es.

Mientras reflexiona sobre su trayectoria, Loucks sigue lleno de energía ante los retos que tiene por delante. “Hay grandes problemas en todo el sector”, afirma. “Y yo estoy aquí para ayudar a resolverlos”.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo

Fotos cortesía

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