El Mercado de Cannabis en Argentina: ¿Cómo lo Ven Inversores y Emprendedores Extranjeros?

El mercado de cannabis en Argentina muestra signos muy prometedores, junto con una importante incertidumbre a nivel nacional.

Desde hace varios años se están produciendo avances graduales. La Corte Suprema despenalizó el consumo de pequeñas cantidades en el 2009. En el 2017, el país aprobó la importación de productos de cannabis con receta médica. Y en el 2020, el proyecto se amplió cuando los legisladores aprobaron el cultivo casero para pacientes medicinales.

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Los avances siguen siendo discutidos. Los legisladores propusieron recientemente una legislación destinada a aprobar la producción de cannabis con fines médicos e industriales.

“Si se aprueba, esta nueva regulación marcaría la siguiente etapa de la industria del cannabis en Argentina, pero todavía hay un largo proceso por delante antes de que se puedan hacer cambios reales”, dijo el analista senior de Euromonitor International, Erwin Henríquez.

En las últimas semanas, el presidente Alberto Fernández ha manifestado su apoyo a un debate sobre el tema.

Si se sigue avanzando, se podrían obtener beneficios significativos para una nación que se enfrenta a una economía estancada.

Un proyecto de ley se encuentra en el Congreso, siguiendo los procedimientos de votación. Si se aprueba, la ley crearía la agencia nacional ARICCAME, la cual se encargaría de supervisar las cadenas de suministro de cannabis y cáñamo industrial. Esto podría crear 10.000 puestos de trabajo.

Prohibition Partners informa de que el país podría generar USD 500 millones en ventas nacionales anuales, junto a otros USD 50 millones generados por exportaciones anuales.

En diálogo con El Planteo, analistas y operadores de cannabis manifestaron que, más allá de la promesa de un suelo fértil y una gran población de consumidores, tienen ciertas preocupaciones a medida que avanzan las regulaciones en Argentina.

El cannabis ofrece potencial mientras cae el PBI

Varias fuentes mencionan la población y el tamaño de Argentina como factores interesantes para la industria.

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Lance Lambert, vicepresidente de marketing y desarrollo de negocios de la marca GreenBroz Inc. con sede en Nevada, dijo que la población del país, de más de 45 millones de personas, es “algo que hay que observar y estar preparado para aprovechar cuando llegue el momento”.

Lambert y GreenBroz, que venden equipos en Argentina, consideran que tanto el país como el continente son atractivos. Dijeron que gran parte de la región está “experimentando un crecimiento exponencial, lo cual representa un mercado en gran medida sin explotar y un asombroso potencial de crecimiento futuro para operadores e inversores”.

A pesar del potencial del mercado local de cannabis, el país vio caer su PIB un 9,9% en el 2020, según cifras del Banco Mundial. El PIB puede haber disminuido, pero el entusiasmo del público por el cannabis no.

El analista de Prohibition Partners LATAM, Héctor Gomes, señaló que la aceptación social es relativamente alta. “El estigma social o la falta de conocimiento son menos disuasorios en comparación con otros países”, afirmó.

Henríquez, de Euromonitor, mantiene una posición similar.

“Se está desarrollando rápidamente una cultura del cannabis en Argentina, ya que los consumidores son más abiertos de mente y tienen curiosidad por los diferentes productos, como los aceites y suplementos de CBD, en lugar del cannabis medicinal de nivel farmacéutico”, informó Henríquez.

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Gomes añadió que el país tiene potencial de cultivo, particularmente, para el cultivo de cáñamo. Otras ventajas son el Convenio de Cooperación de Inspección Farmacéutica y el Esquema de Inspección Farmacéutica, a los cuales el país adhiere, y que, en teoría, podrían ayudar con las exportaciones de productos y extractos de grado farmacéutico.

La incertidumbre se impone ante las perspectivas positivas a largo plazo

La economía nacional y la normativa sobre el cannabis parecen ser las principales preocupaciones.

Gomes dijo que la actual situación económica podría afectar a las inversiones en nuevos negocios, incluso en espacios incipientes como el cannabis, donde las regulaciones no están determinadas.

“Es muy probable que esta crisis afecte a la demanda potencial del mercado local en los próximos años”.

Incluso si las regulaciones se concretan pronto, Henríquez señaló que el impulso del mercado no está garantizado de inmediato.

“Aunque la legislación avanza con rapidez, Argentina ha demostrado que la legalización no equivale a un mercado en auge de la noche a la mañana, y que los marcos legales para que el mercado funcione son fundamentales”, dijo Henríquez, añadiendo que la nación parece actualmente dispuesta a replicar el enfoque altamente regulado de Uruguay.

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Si bien el modelo uruguayo tiene méritos, Henríquez señaló que el “proceso altamente burocrático también significa que el sistema podría ser más lento para adaptarse a la demanda de los consumidores y para ir más allá del uso médico, y dar cabida al consumo no terapéutico”.

A pesar de esta preocupación, Henríquez dijo que Argentina debería ver un crecimiento positivo del mercado del cannabis en los próximos cinco años o más, a medida que se diversifique el acceso y se regulen los derechos de propiedad.

Gomes se mostró de acuerdo, pero añadió que la inestabilidad política podría resultar problemática.

“Quienes inviertan hoy, aprovechando los bajos costes de producción, podrían beneficiarse y sacar provecho de esta industria en los próximos años”, concluyó Gomes.

Vía Benzinga, traducido por El Planteo.