Desarrolló sus Propios Algoritmos de Restauración y Ahora ‘Moebius’ se Reestrena en 4K

Cada quien tiene su videoteca pero para muchos Moebius es la película más importante de la ciencia ficción argentina. Y esos muchos tienen razón. Un subte de la Línea E se pierde en los caireles infinitos de Buenos Aires. Embolsá a Borges con el espíritu de hacer-mucho-con-poco (lo conocés: si sos argentino, sabés de eso) y te sale un Moebius, que ahora se reestrena en Ultra 4K en la Biblioteca Nacional.

Filmada en pleno 1 a 1 con un presupuesto muy, muy bajo, la película dirigida por Gustavo Mosquera logró recorrer el mundo gracias a una buena idea aplicada con mucho ingenio y corazón. De hecho, hasta se proyectó junto a 2001: Odisea del Espacio en Pasadena, sede del Jet Propulsion Laboratory de la NASA.

“Este trabajo comenzó sin que me diera cuenta. Yo no era restaurador, ni siquiera estaba en algo audiovisual. Antes que nada soy músico y enfermero”, dice Ariel Casós Vello, encargado de la restauración.

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Oriundo de una familia de artistas plásticas (madre y tías), durante la pandemia se enamoró de la fotografía y empezó a editar: fotos, recuerdos, artefactos del pasado. En algún momento de su juventud, su hermano le presentó Moebius en un VHS grabado de la tele (sí, centennials, el cine se traficaba así) y aquella estampa se le imprimió en el cerebro. “Siempre tuve esa película en mi cabeza”, le cuenta Casós Vello al Peak of the Week, la agenda semanal de El Planteo.

Más tarde, en 2018 vio una proyección que se hizo en la FUC y se le pasó por la cabeza restaurarla cuadro a cuadro. En el camino, restauró Un Buen Día, que lo llevó a conocer a Magrio Animaciones, admin del Grupo de Apreciación de Un Buen Día y engranaje crucial de Después de Un Buen Día, su film homenaje.

“Él me dio el empujón que faltaba”, asegura Casós Vello. Entonces, a partir de un VHS, un DVDrip y varias versiones internacionales en DVD comenzó un trabajo de restauración cuadro a cuadro, fotograma a fotograma.

Como entusiasta del software libre, Casós Vello utilizó programas de código abierto y desarrolló sus propios algoritmos de codificación de video. De su boca: “Lo que hago es agarrar la película, separarla en escenas, organizarlas por condición de luz, dividir esas secciones en fotogramas y pasarlas por un editor de imágenes llamado DarkTable”.

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El resto proceso técnico es más o menos así (va lo más sencillo que se pueda, para que se entienda). Allí, con ese editor de imágenes, ajustó color, brillo, saturación y un largo etcétera, luego pasó por un editor de video llamado Kdenlive, donde unió esos bloques de fotos y volvieron a ser una escena completa. En esa instancia trabajó con FFMPEG y Real ERSGAN, modelos de IA para video de código abierto, que modifica para cada proyecto.

“La IA sólo se usa para aumentar la resolución, no interviene en nada que involucre a la imagen. Luego como capa final viene agregar el grano correspondiente al fílmico usado en la película”.

Asimismo, trabajó el audio logrando una versión con Dolby Digital Stereo, una Dolby Digital 5.1 que está en camino y una Dolby Atmos para el próximo año. En total, el restaurador estuvo 5 años con la cabeza metida en los vagones de subte extraviados.

Semejante trabajo recibió el agradecimiento y la alucinación de Gustavo Mosquera, su director, con quien trabajó en la restauración del making of del film y en la restauración de color.

Así las cosas, la versión 4K de Moebius se podrá ver este martes 27 de agosto a las 18:30 hs en la Biblioteca Nacional (Agüero 2502, Ciudad Autónoma de Buenos Aires) programada por La Nave de los Sueños con entrada libre y gratuita. (Si me cruzan, saluden: soy este.)

“Espero que la gente disfrute de una buena película, que se lleven algunas preguntas, algunos debates. Pensar en el futuro y presente de nuestro cine, y también en todo lo que podemos recuperar antes de que se pierda en el olvido. Lo que yo hice es una muestra de que es posible restaurar y recuperar cine”, cierra el artista.

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