'Las Drogas Son un Vehículo': Llega a Buenos Aires ‘Sánguche Caliente’, Comedia Stoner con Dillom y El Bananero
En el universo de Alan Futterweit Paz no hay lugar para la razón, todo es puro delirio. “Las drogas son siempre un disparador divertido para cualquier premisa de comedia, ya sea para reírse con o para reírse de”, apunta Manuel Facal, el director de Sánguche Caliente, la comedia que lo pone al multifacético Futterweit Paz a guardarse un paquete de cocaína entre los pliegues de su culo y salir a la aventura.
¿El objetivo de llevarlo encima? Contrabandearlo guardadito en su interior desde Montevideo hasta Buenos Aires para satisfacer eventualmente su consumo personal. Bueno, está bien, ¿y el viaje en cuestión? El trip rioplatense tiene como pretexto venderle un muñequito (un macaco, al decir yorugua) de He-Man a un porteño. ¿Qué?
No, esperen… ¿¡¡¡Qué!!!?
La película Sánguche Caliente se estrenará en Argentina en las salas del siempre mítico Buenos Aires Rojo Sangre y, a los lectores, a sus futuros espectadores, les sugerimos relajarse (entregarse, bah) para ver algo de lo más delirante y marihuano (lo más Alan Futterweit Paz) que hayan visto jamás.
Una rareza musical
Vale mencionar que prácticamente no existen buenas comedias musicales. Escuela de Rock, sí. Vaselina, obvio. Después… se pone difícil. ¿High School Musical? Puede ser, Zac Efron es bastante capo. ¿Joker 2? No, esa no.
“Sánguche Caliente es tu nueva película favorita. Una comedia musical buena: una rareza”, sacude Futterweit Paz, actor, host de TV, influencer, youtuber y personalidad incomparable de la contracultura charrúa.
Aquí, un tendal de canciones entre graciosas y tóxicas se irán mechando con la historia mínima de este empleado de hamburguesería con ínfulas de vaguear y largar todo. “Hacer ‘sánguche caliente’ significa hacer de mula, o sea traficar algún estupefaciente dentro del culo”, aclara Manuel, responsable de este opus lisérgico, sin dejar nada librado a la imaginación.
“Nos llegó un mensaje de un espectador que la vio en Uruguay en el que nos contaba que había viajado en avión haciendo ‘sánguche caliente’ de porro. Lo cual es mejor que hacerlo con merca, pero aún así recomendamos no hacerlo”, cuenta Eva Dans, co-protagonista y productora del film.
Un rodaje relámpago lleno de estrellas
La comedia stoner Sánguche Caliente fue filmada entre junio de 2022 y finales de 2023 (de hecho, van a ver por ahí algunos barbijos), con un guión que terminó de escribirse apenas unas dos semanas antes de filmar.
“Me apuré porque tenía miedo que Alan consiguiera un nuevo trabajo y entonces no tuviera tiempo de filmar la película”, señala Manuel.
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Por ahí, entre las calles de Microcentro, los paisajes de Haedo y la reconocible Rambla montevidiana, los cameos de algunas personalidades destacas como el súper rapero nacional Dillom, el humorista gráfico Gustavo Sala, el músico Martín Buscaglia y hasta el comediante El Bananero, que apoya a este team desde Relocos y Repasados, una de sus películas anteriores.
“Nos encanta trabajar con amigos y con gente que admiramos. Es un orgullo para nosotros trabajar con artistas de ese nivel”, desliza Alan.
Risas, drogas y prejuicios a dos aguas
Sánguche Caliente piensa en un público como “el lector de esta nota” (Alan dixit). ¿Tendremos en El Planteo lectores uniformes? ¿Se parecerán unos con otros? “En realidad, es para cualquiera que quiera cagarse de risa un rato”, relaja Eva. Probablemente, el Buenos Aires Rojo Sangre llenará sus butacas de humanos envueltos en volutas de humo.
“A mí, como productora, lo que me gusta de Sánguche Caliente es que las drogas son meramente anecdóticas en la historia y, a la vez, son el vehículo para hablar de los prejuicios que tenemos entre los dos países de una manera desfachatada pero inofensiva. Hasta con cariño diría”, revuelve Dans.
Una por la tangente del cosmos pop: ¿Sánguche Caliente será algún tipo de homenaje a “Imaginario Sándwich Quemado”, el álbum de Frank Zappa?
‘Una manga de ladrones del primero al último’
En ese sentido, la película desabotona algunos manías que ululan en las mentes de ambas patrias y se hace grande en ese abordaje cómico, químico y chiflado. “A mí me encanta Buenos Aires, pero nunca podría vivir ahí. Tenés a personas increíbles pero después lo tenés a Milei de presidente, aunque no me gusta personalizar como sí hizo un presidente uruguayo circa 2002”, se sincera Alan.
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Futterweit Paz hace mención al exabrupto del fallecido Jorge Batlle, quien se refirió a los argentinos de una manera, digamos, poco feliz.
“Personalmente, amo Argentina y amo a los argentinos. Hace cinco que vivo acá. También, por supuesto, adoro a mi país, lo cual no me impide ver los defectos de cada uno y reírme de ellos. Para mí, poder reírnos de nuestras idiosincrasias es señal de buena salud en el arte”, reconoce Eva.
Premios, medallas y enanos
Mientras se preparan para su estreno en el Buenos Aires Rojo Sangre (anoten: viernes 6 y domingo 8 de diciembre), sueñan con hacer Sánguche Caliente 2: Orto Alegre, su continuación, una película navideña que transcurriría en Porto Alegre.
“Sólo necesitamos USD 3.000”, tira Facal.
Y cierra Alan: “Para el Rojo Sangre, yo quiero todo: llenar las salas, premios, medalla, beso y una fiesta VIP con enanos, como hacía Freddie Mercury”. Y al menos lo último, seguro que lo conseguirá.
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