Trump Es ‘Un Dictador Brutal’: Una Perspectiva desde EEUU

Por Jeff Siegel, desde Nueva York.

No voy a mentirte, Marge…

Todavía no puedo creer que Donald Trump haya ganado las últimas elecciones. Y menos aún, que la gente todavía apoye a este tipo.

Un hombre que llama violadores y asesinos a los mexicanos mientras alaba a dictadores violentos en Filipinas y Corea del Norte.

Un hombre que se burla de lxs estadounidenses discapacitadxs mientras sugiere que algunxs nacionalistas o supremacistas blancxs son “buenas personas“.

Un hombre que permite que niñxs latinxs mueran en jaulas mientras publica una foto de sí mismo comiendo un taco y diciendo que ama a lxs hispanxs.

Remember this? Happy #CincoDeMayo! https://t.co/1jDZHNTHHj

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 5, 2020

Un hombre que robó dinero de su propia beneficencia.

Un hombre que llama a los japoneses “japs” (algo así como “ponjas”, pero despectivo) y se refiere a los países africanos como “naciones de mierda“.

Un hombre que degrada públicamente a las mujeres. Que habla de “agarrarlas de la concha”.

Estos no son los rasgos de una persona que la mayoría de la gente honorable encontraría atractiva. Sin embargo, en los Estados Unidos, hay literalmente millones de personas a las que todo esto no les molesta en absoluto.

Ésta ha sido la parte más difícil de aceptar.

Sí, es cierto que hay personas como Trump en todo el mundo.

Deshonestas, intolerantes, odiosas.

Pero sus trabajos no implican tomar el tipo de decisiones que afectan no sólo a la gente de los Estados Unidos, sino a toda la comunidad global.

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Lo triste es que casi me he vuelto insensible a esto.

Un baldazo de agua fría

Pero ese sopor desapareció la mañana del 20 de mayo, después de que una vez más se me recordara cuán peligroso es este individuo.

Ese día, tempranito, leí el siguiente tweet…

….These THUGS are dishonoring the memory of George Floyd, and I won’t let that happen. Just spoke to Governor Tim Walz and told him that the Military is with him all the way. Any difficulty and we will assume control but, when the looting starts, the shooting starts. Thank you!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 29, 2020

“No puedo sentarme y mirar como esto sucede en una gran ciudad estadounidense, Minneapolis. Una falta total de liderazgo. O el muy débil alcalde de la izquierda radical, Jacob Frey, actúa juntos y controla la ciudad, o enviaré a la Guardia Nacional y haré el trabajo bien …
…. Estos matones están deshonrando la memoria de George Floyd, y no dejaré que eso suceda. Acabo de hablar con el gobernador Tim Walz y le dije que el ejército está con él todo el tiempo. Cualquier dificultad y asumiremos el control pero, cuando comience el saqueo, comenzará el tiroteo. ¡Gracias!”

El presidente de los Estados Unidos esencialmente amenazaba con usar el ejército para matar a ciudadanxs estadounidenses.

Éstas no son las palabras de un líder competente, imparcial o justo.

Éstas son las palabras de un dictador brutal.

Cuando Donald Trump fue electo se nos advirtió que esta persona no quería ser presidente. Él quería ser rey. Quería ser alabado y adorado. No respeta los derechos humanos, los derechos civiles o los derechos constitucionales, y ve a quienes lo rodean como sus servidores, no sus colegas, empleadxs o conciudadanxs.

Las únicas vidas que valora son las vidas de aquellxs que pueden servirlo.

Y no se equivoquen: esto no es una hipérbole, es una observación de la verdad.

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Esa mañana, leí palabras escritas por el presidente de los Estados Unidos. Palabras que amenazaron de muerte a ciudadanos desarmados.

Estas son palabras siniestramente similares a las palabras que una vez pronunciaron Adolf Hitler, Pol Pot y Jean Kambanda. Y escuchar al presidente de los Estados Unidos hablar de esta manera debería ser una razón válida para destituirlo de su cargo, de inmediato.

No se trata de partidismo o lealtades filosóficas. Se trata simplemente de recordar el pasado para que no estemos condenadxs a repetirlo.

Algunxs dirán que esta es sólo otra queja anti-Trump.

Pero no lo es.

De hecho, se trata menos de Trump y más de honrar los fundamentos básicos de la democracia, la civilidad y los derechos humanos.

Porque esa queridx lectorx, es la única manera de luchar con éxito contra la tiranía.

Este artículo fue producido por un colaborador externo a El Planteo y no ha sido editado, por lo cual no necesariamente representa las opiniones de El Planteo.

Foto: Gage Skidmore