Winners Don’t Use Drugs: El Messi de Weed Monsters Nunca Fumó Churro
Durante los años ’80 & ’90, y en sintonía con la convulsionada Guerra Contra las Drogas, una campaña propagandística del gobierno norteamericano invadió la conversación medular de la cultura joven y la leyenda “winners don’t use drugs” apareció en un tendal de videojuegos, publicidades y productos culturales.
Sí, ya sabemos: la marihuana es apenas una planta y no una droga en el sentido más (in)formal, pero sí resulta una carambola simpática que el campeón de Weed Monsters, el TCG cannábico más importante de América Latina, nunca haya fumado un porro.
Winners don’t use drugs. Francisco Albarenque tampoco.
Como Messi: ADN de campeón
Francisco Albarenque, el campeón que no usa drogas, nació y se crio en las afueras de Mar del Plata, en el barrio Caisamar, una zona familiera en la que los jóvenes emigran y los grandes, se quedan. Francisco, que sigue ahí, tiene cara –pinta y porte- de ser un buen pibe: es tranquilo, educado, formal y cortés.
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Y, por estos días, a sus 29 años, anda con el espíritu en alto porque acaba de consagrarse como campeón del Torneo Nacional de Weed Monsters.
De hecho, antes de esta competición llevada adelante el 25 de noviembre de 2023 en La Feliz, todos los dedos ya lo apuntaban bien turgente a él: hasta se lo conoce informalmente como “el Messi del Weed Monsters”. ¿Un montón? Bueno, deberían verlo jugar.
Incluso, ya venía destacándose en la escena sin haber ganado nada importante. Es que, según alumbra, tras conocer, inmiscuirse y comprometerse en el mundillo de los TCG, hubo un antes y un después en su vida. Y este torneo será, digamos, otro antes y después.
Un nuevo campeón
De cabeza rolera, Francisco se enteró de que, en el subsuelo de una cafetería, se juntaban diversos jóvenes con inquietudes parecidas. Interesados fundamentalmente en Pokémon y Magic the Gathering, el grupo de amigos forjado a dados y cartitas paró la oreja cuando se enteró de que había un juego de cartas que tenía una “mecánica diferente al resto”.
Ese juego, por caso, era de su propio terruño, Mar del Plata, y les ofrecía un guion novedoso, una idea de juego innovadora y una identidad visual muy llamativa.
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Hoy, apenas dos años después, Worwur –así es el alias de Francisco- es campeón nacional de Weed Monsters, un TCG que andaba falto de referentes. ¿Por qué? Porque de los últimos dos campeones domésticos, uno abandonó el juego y el otro se fue a vivir a Oceanía.
“Ganar el Nacional fue todo lo que traté de hacer en 2023. Desde que llegué al All-Star de 2022 me había prometido tratar de ganar la liga de este año”, cuenta el campeón a El Planteo.
¿La historia del nickname “Worwur”? Nada especial: Francisco viciaba a distintos videojuegos de computadora y “Worwur” es, lisa y llanamente, uno de esos tantos apodos híper randoms que se calzó. Uno que no prosperó: “No Weed”. By the way, hubiese sido exquisito verlo triunfante a “No Weed” del Torneo Nacional de Weed Monsters.
Sin marihuana pero con semillas
“Yo no fumo”, aclara Worwur, casi al toque. “Nunca fumé”, dice con desenfado, sin hacer ningún sobregiro anti cannábico ni nada por el estilo. A otra cosa.
Y para seguir con las carambolas, Francisco tiene un laburo “particular”: es empleado en una semillera de girasoles, una de las más grandes del mundo. Allí, hace cruzas genéticas que “mejorarían el aceite” y lo “harían reutilizable”.
Trabaja, para decirlo claramente, con semillas. Como las que usa en sus agresivos mazos de Weed Monsters, el TCG que recrea tooodo el universo 420 y le pone un aditamento fantástico & pop.
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De paso, vale decirlo: aún tratándose de un juego que le rinde algún honor a la marihuana (se llama, literalmente, “Monstruos Marihuanos”, che) y teniendo unas huestes activamente cannábicas, son varios los pibes que –estando dentro de la comunidad- no fuman motita.
“Siempre nos respetaron. Es más, si hay gente, suelen irse a fumar afuera. Tampoco da fumar en la cara o molestarlo al otro porque vos no fumás. También es divertido porque jugando Weed Monsters aprendí un montón de jergas y palabras de ese ambiente”, desgrana.
Siempre hay una primera vez
Hasta este Torneo Nacional, que contó con una verdadera representación federal (de Tucumán a Tierra del Fuego, pasando por San Luis y Buenos Aires, entre otras provincias), Worwur nunca había ganado una competencia de Weed Monsters.
Sí se había llevado algunas fechas y sí viene primero en la tabla general pero, no obstante, sólo había llegado hasta instancias semifinales.
Con todo este fragor victorioso y lleno de oportunidades, Worwur acaba de rubricar un contrato con los responsables de Weed Monsters como pro-player. Es decir, de mínima, viajará por el país representando al juego. De máxima, será una celebridad dentro del cosmos de los trading card games.
“Es una nueva experiencia. La idea es dar lo mejor. En lo posible viajar y agrandar más la comunidad donde sea, siempre que sea posible”.
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Así las cosas, con un ranking nacional en permanente disputa, este torneo se convirtió en la posibilidad de enfrentarse a competidores que manejaban distintos tipos de mazos, encares y planteos. Fue la chance ideal para medirse con players de fuera de Mardel: ahí nadie le conocía los yeites a nadie. “Tuve la suerte de enfrentarme con jugadores de todo el país”, confirma Worwur.
Próximos objetivos
Entretanto, paso a paso, la comunidad de Weed Monsters va agigantándose y profesionalizándose. Y tras la demostración popular de la Final Nacional en Mar del Plata, la comunidad del juego (junto a Baco y David Torres, creadores del TCG) ya delimitan sus próximos objetivos: empezar a leudar la manija en los países limítrofes.
Para eso, Worwur, el nuevo Faker del Weed Monsters, será fundamental.
—Ahora que sos pro-player de Weed Monsters, ¿te gustaría probar el porro?
—Sí, puede ser. Es que yo nunca tuve ningún problema. Me parece algo normal, como la gente que se toma una birra. Hoy en día es así. Cuando era más chico me costaba acostumbrarme porque todo el mundo fumaba y yo no. Pero ahora lo veo como algo normal.
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