Xavibo Redefine la Música Urbana: Entre el Folk y el R&B

“Estoy bastante mal ahora mismo… me supone ansiedad compartir con la gente dos años de mi vida y que lo vayan a escuchar en una hora, pero puedo fingir que estoy bien,” confesó Xavibo en una reciente entrevista con Darío Porto Toledano para Urban Roosters, dejando al descubierto el peso emocional detrás de su tercer álbum, Papel de Burbujas.

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Cuando te sientas con Xavibo, no solo encuentras a un artista, sino a una persona profundamente conectada con sus emociones. El estreno de su álbum le genera ansiedad. Sin embargo, busca el refugio en su propio ser. “Soy una persona que se aísla bastante”, admite, dejando entrever la lucha entre su necesidad de expresarse y su deseo de protegerse. Pero no todo es sombrío en su mundo. Su solución al vértigo pre-lanzamiento: “Mañana que sale el disco voy a quedar con mis amigos, lo voy a celebrar y ya va a estar todo bien”.

Xavibo ha evolucionado, y su música refleja este viaje. Recordando su álbum anterior, El Viaje de 13, comenta cómo fue esclavo de sus propias inseguridades, estando “mucho más emparanoiado con la letra”. Pero en Papel de Burbujas, algo cambió. Se dejó llevar, separando su habilidad como escritor – ya que también está trabajando en un libro – y como músico. “Sentía que ahora estaba escribiendo música”, compartió.

Su inspiración musical fluye desde la música folk y el R&B, llevados al terreno urbano. Esa mezcla de guitarra, violín y, por supuesto, armónica, que según él, tenía que estar “100%”. Sus colaboraciones también se destilan de conexiones genuinas y personales. Hablando de Marc Seguí, Xavibo relató: “Marc era el corista de mi corista”. A pesar de sus caminos musicales divergentes, el lazo entre ellos permanece intacto, “somos como hermanos”.

Papel de Burbujas no es solo un título, es una reflexión profunda de nostalgia y protección. Xavibo relató cómo, al ver a una niña jugar con este material, sintió la necesidad de envolver en papel de burbujas aquellas cosas que no quiere que se rompan. Al abordar la creación del álbum, buscó un equilibrio entre lo frágil y lo distorsionado, un reflejo de sus propias emociones y experiencias.

Y entonces, ¿a quién va dirigido este álbum? A la gente “hipersensible”, a quienes “les gusta sentarse a escuchar música o leer”, a quienes buscan significado y resonancia en las palabras y melodías.

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El viaje de Xavibo en la música comenzó desde temprana edad. Inspirado por el disco En boca de Tantos de Porta en primaria, decidió dar sus primeros pasos en el mundo del rap. Si bien ha evolucionado, sigue siendo autoexigente, “siempre pienso que lo podría haber hecho mejor”, pero también reconoce la necesidad de dejar fluir su música.

Al hablar de sueños, Xavibo es reflexivo: “Las personas somos muy caprichosas”, siempre buscando el siguiente escalón. Sin embargo, se siente afortunado y agradecido de vivir de su pasión.

Sus raíces en el freestyle se reflejan en su proceso creativo, siempre partiendo de este estilo al componer. Al mirar hacia el futuro, la gira que se avecina le causa menos ansiedad que el lanzamiento del álbum, pero como él mismo lo dice, “cuando llegue me lo gozo”.

Así, con un álbum bajo el brazo y una montaña rusa de emociones, Xavibo está listo para compartir su esencia con el mundo. Es un recordatorio de que detrás de cada nota, cada palabra, hay un ser humano luchando, sintiendo y soñando. Y en este viaje, nos invita a todos a subirnos con él.

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