Para Más Placer: Conocé la PYME Argentina Con Productos de Cannabis Autorizados por ANMAT

En Argentina, la fabricación y venta de productos a base de cannabis medicinal puede ser un gran desafío para las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs), debido a los altos costos y a los estándares de calidad internacionales que rigen la producción.

Sin embargo, el equipo detrás de la marca 420 CBD Premium decidió encontrar una forma legal de fabricar productos de cannabis medicinal en Argentina.

En 2021, lanzaron el primer producto de salud sexual para personas con vulva a base de cannabis en América Latina, 420 Placer, y pronto se expandieron por todo el país.

Para cumplir con las normativas de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), la agencia de salud pública más importante de Argentina, se asociaron con un laboratorio nacional, importaron materia prima de Colombia y lograron aprobar dos productos.

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Dicho así, suena muy vertiginoso. Más despacito, que la historia de esta PyME guarda un par de respuestas a preguntas importantes.

¿Cuál fue la clave para entrar en un mercado de gigantes? ¿Qué estrategias de negocio se empiezan a utilizar en la última industria argentina? ¿Cuál es el potencial PyME si la materia prima se produce en el país?

Socios estratégicos

Lautaro, abogado y socio de 420 CBD Premium, recuerda cómo el equipo detectó oportunidades en la normativa que les permitían producir productos de cannabis, algo que parecía lejano para la mayoría de los emprendedores.

A pesar de que en un principio parecía imposible competir con grandes laboratorios, pudieron cumplir todos los requisitos necesarios y demostrar la trazabilidad de la materia prima. “La trazabilidad es el requisito más importante”, afirma Lautaro.

Se contactaron con una empresa de Canadá y Colombia que les ofreció un isolado de CBD. Es decir, CBD de alta pureza, un componente de la planta de cannabis con reconocidos efectos terapéuticos.

Sin embargo, tuvieron que articular con un laboratorio habilitado para poder importar la materia prima.

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El laboratorio realizó todo el proceso de producción y ellos presentaron la fórmula base. Presentaron el producto al ANMAT con todas las certificaciones previas necesarias.

He aquí una de las claves de la S.R.L. Argentina. En vez de invertir en un laboratorio y certificaciones, crearon propiedad intelectual, una fórmula y una marca. La infraestructura para llevar adelante el emprendimiento 420 CBD Premium ya estaba allí. Acortaron la curva de aprendizaje, ahorrando tiempo, dinero y dolores de cabeza.

El acuerdo con el laboratorio fue una prestación de servicios a terceros, donde “el laboratorio se queda con una porción de la venta total del Neto” y Lautaro y su equipo con la propiedad intelectual del producto.

A pesar de que parecía una situación de David contra Goliat, “el laboratorio fue muy accesible y se comprometieron a compartir conocimientos y experiencias”, agrega Lautaro.

Equipo chico

Muchas veces, a la hora de emprender, nos concentramos en cultivar el “mejor cannabis”, lo cual puede ser costoso, sobre todo si la Agencia Nacional de Cannabis y Cáñamo Industrial no dicta un régimen simplificado para PYMEs y cooperativas.

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Ampliando el panorama, el caso de Lautaro y equipo nos enseña algo más: las marcas de cannabis le permiten al pequeño productor insertarse en la industria sin invertir necesariamente en un laboratorio o un invernadero.

Una suerte de “Bilardismo PyME”, o de equipo pequeño: asegurar la victoria con los recursos disponibles.

Ya que no contaban con escala, ingresos corrientes, red de distribución o gran capital para invertir, se dedicaron a construir una marca, identificar un segmento, componer una imagen y una narrativa del producto.

“No nos enfocamos en producir la planta, sino en agregar valor. Nuestros productos no están destinados sólo al mundillo del cannabis. Queremos que sean accesibles, económicos, seguros y premium para todos y todas. Incluso para aquellos que están en contra del cannabis, abordamos la cuestión con información científica”, agregó el abogado graduado de la UNR.

Better Call Lautaro

Lautaro compartió algunos consejos básicos para quienes quieran aventurarse en este sector.

“Lo más importante es cumplir con los requisitos de ANMAT, y estar familiarizado con las leyes y resoluciones que rigen el uso de cannabis en el país. Uno de los mayores desafíos es la comunicación, que está sujeta a estrictas regulaciones”, aclaró.

Otro obstáculo es la trazabilidad y la creación de límites de THC, que requiere de un laboratorio habilitado.

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“Aunque todavía no hay venta legal de cannabis en Argentina, ya hay quienes se dedican a la producción de isolados, y la autorización para su comercialización sería un gran avance”, dijo Lautaro.

A pesar de las dificultades, Lautaro asegura que el proceso puede ser gratificante y que hay un Estado que está ocupándose de regular el mercado del cannabis. Su consejo es ir de a poco, cumpliendo requisito por requisito y aprovechar las oportunidades de financiamiento y crédito que existen para el sector.

A futuro

“Ya estamos empezando a pensar en nuestra primera exportación a Uruguay. Esto está todavía en tratativas porque tenemos que resolver algunas cuestiones previas. Aspiramos a ser la primera o una de las primeras PyMEs argentinas que logre exportar cannabis”, concluyó el emprendedor argentino.

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